En 1937 París eliminó toda su red de tranvías. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
DEL TRANVIA AL TROLEBÚS
Entre 1931 y 1937 París eliminó su impresionante red de tranvías urbanos,
con una extensión que llegó a alcanzar los 1.100 kilómetros. El mal ejemplo de
la capital francesa pronto fue secundado por muchas ciudades de la vecina
República, también en Iparralde, así como en países como Gran Bretaña, Estados
Unidos y España. Por el contrario, en la Europa Central se siguió apostando por
el tranvía eléctrico como principal medio de transporte en la mayor parte de
sus ciudades.
Bilbao fue pionera en la utilización de los trolebuses. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
Donostia también sustituyó sus tranvías por trolebuses. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
Tras la Guerra Civil, Euskadi también decidió emular el ejemplo francés y
entre 1940 y 1964 se suprimieron todos los tranvías eléctricos de Bizkaia y
Gipuzkoa. Dada la falta de combustibles que se vivió durante la posguerra, para
sustituirlos se decidió utilizar una nueva tecnología: el trolebús. De este
modo, aunque la capacidad de los transportes urbanos se vio reducida en favor
del automóvil, los nuevos vehículos seguían funcionando con tracción eléctrica,
en muchos casos, como en Donostia, de origen hidráulico.
Trolebuses de la línea interurbana de Bilbao a Algorta. Fotografía de Miquel Palou
El tranvía de Donostia a Tolosa también fue sustituido por trolebuses. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1940 se implantó la primera línea de trolebuses de Euskadi y del Estado
en Bilbao. En 1948 se inauguró el primer servicio de esta clase en Donostia. Al
igual que sucedió con los tranvías, los servicios de trolebuses no se limitaron
a los cascos urbanos de las dos capitales, sino que también se tendieron líneas
interurbanas como la de Bilbao a Algorta o las de Donostia a Rentería y Tolosa,
esta última, la segunda más larga de toda la península.
La línea de Donostia a Tolosa también utilizó trolecamiones para el
transporte de mercancías. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1956 se electrificó el ferrocarril de Bilbao a Miranda de Ebro. Fotografía de Miquel Palou
TIEMPOS DE DECADENCIA
La segunda mitad del siglo XX fue muy negativa para el desarrollo de la
movilidad eléctrica en Euskadi. Aunque se electrificaron nuevos trayectos
ferroviarios como los de Miranda de Ebro a Bilbao, a Altsasu y a Castejón, así como las líneas de
vía estrecha de Bilbao a Lezama, Lutxana a Mungia, Durango a Elorrio y
Amorebieta a Bermeo, también se desmantelaron otros ya electrificados como la
pionera línea de Donostia a Hernani, el Irati y el Vasco-Navarro, Durango a
Elorrio, Sondika a Mungia o el Urola, así como las líneas a Maule, Donapaleu y
Baigorri en Iparralde, seguidas por la reciente deselectrificación de la línea
de Baiona a Donibane Garazi.
En 1958 se suprimió el ferrocarril eléctrico entre Loiola y Hernani. Fotografía de Christian Schnabel. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
Electrificado en 1946, el ferrocarril de Durango a Elorrio se suprimió en 1975. Fotografía de Javier Aranguren Castro. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
Al mismo tiempo que se desmantelaban las citadas electrificaciones
ferroviarias, los trolebuses corrieron similar suerte, sustituidos por
autobuses diésel. En Donostia los últimos circularon en 1973 y en Bilbao en
1978. En aquella época casi nadie supo comprender las ventajas ambientales del
trolebús.
En 1986 dejó de circular el tren eléctrico del Urola. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
En pleno siglo XXI se ha deselectrificado la línea de Baiona a Donibane Garazi. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
La decadencia de la tracción eléctrica no se limitó a la desaparición de
trenes electrificados, tranvías y trolebuses. A partir de los años sesenta,
todos los transportes colectivos quedaron relegados a un papel marginal ante el
rápido desarrollo de los transportes mecánicos por carretera.
Entre 1965 y 1978 se desmantelaron todas las redes de trolebuses de
Euskadi. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
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