Ayer, dentro de un ciclo de actividades organizadas por la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Santander sobre los ferrocarriles de vía estrecha de Cantabria, fui invitado a impartir una charla sobre el ferrocarril de Santander a Bilbao en la nueva biblioteca central de la capital cántabra, ubicada en la antigua fábrica de Tabacalera. En recuerdo a esta actividad y a este interesante ferrocarril que, en 1892 parecía que se iba a construir en vía ancha y por la costa, para cambiar el panorama radicalmente en tan solo cuatro años, cuando se puso en servicio por el interior y en vía métrica, exponemos algunas de las fotografías que ayer ilustraron la charla sobre esta vía férrea.
En 1892 todo parecía indicar que la unión ferroviaria entre Santander y Bilbao se efectuaría en vía ancha, no en vano ya estaban en servicio en ancho normal español las secciones comprendidas entre Santander y Solares y entre Bilbao y Muskiz, ya en el confín de Bizkaia con Cantabria, así como concedida la construcción en ancho normal desde Solares hasta Santoña y, sin determinar con claridad el ancho, entre Muskiz y Castro. Estación de Ortuella. Fotografía de Juan Bautista Cabrera. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
El único ferrocarril de vía métrica de la zona, el Ferrocarril del Cadagua, que enlazaba el bilbaíno barrio de Zorroza con Balmaseda, fue la base de la futura conexión ferroviaria entre Santander y Bilbao. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Las locomotoras de rodaje 220 conforman uno de los tipos más representativos del ferrocarril de Santander a Bilbao. Fotografía de Xavier Santamaría. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Locomotora tipo 131 de la serie "Ríos", adquirida para la tracción de los trenes de mercancías. Fotografía de John Blyth. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1896 se completó el enlace ferroviario, en vía métrica, entre Santander y el bilbaíno barrio de Zorroza. Para ello fue preciso estrechar la vía del tramo comprendido entre la capital cántabra y Solares, espectacular operación que, tras largos preparativos, se verificó en la noche del 19 al 20 de junio de dicho año. Fotografía de Lawrence G. Marshall. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
El 21 de julio de 1898 entró en servicio la céntrica estación de Bilbao-Concordia, en el corazón de la capital vizcaína. No se llegó a celebrar ningún acto oficial ya que el país no estaba para fastos inaugurales tras la reciente pérdida de la flota en Santiago de Cuba. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1900, la Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao adquirió las pequeñas concesionarias de los ferrocarriles de Bilbao a Las Arenas y de Las Arenas a Plentzia, sin embargo, fracasó en su intento de tomar el control de las empresas que gestionaban la línea de Bilbao a San Sebastián. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1906, la Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao puso en servicio el ramal de La Industrial (Basurto) a Azbarren (Basauri), que permitió enlazar su red con la de los Ferrocarriles Vascongados (Bilbao a San Sebastián). Fotografía de Jeremy Wiseman. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1909 la Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao amplió su línea desde Solares hasta Liérganes. Fotografía de Lawrence G. Marshall. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Tras la destrucción de la primitiva estación del tren de Solares en Santander, en un incendio provocado tras un tumulto popular aleccionado por el propio ayuntamiento, en 1905 se inauguró una nueva terminal común con los ferrocarriles del Cantábrico. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
El intenso tráfico de viajeros y mercancías que registraba la línea de Santander a Bilbao exigió disponer de las locomotoras más modernas y potentes del momento, como es el caso de la "Víctor Chávarri", la primera "Mikado" que circuló en España. Estación de Aranguren. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1929 la Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao electrificó la línea de Bilbao a Plentzia. Estación de Algorta. Archivo del Ayuntamiento de Getxo
Durante la Guerra Civil, el ayuntamiento de Santander ordenó el derribo de la estación de la Costa. Desde octubre de 1936 hasta el verano de 1937 la totalidad de la línea fue gestionada por los Ferrocarriles de Euzkadi. Archivo de la Fototeca Nacional. Ministerio de Cultura
En 1947 la Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao vendió su línea de Bilbao a Plentzia a la nueva empresa Ferrocarriles y Transportes Suburbanos. Con la venta pudo reducir buena parte de la deuda que acumulaba con sus obligacionistas. Fotografía de Juan Bautista Cabrera. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1947 entró en servicio la nueva estación central de Santander, obra del arquitecto Gutíarrez Soto y común para las líneas de Santander-Bilbao, Cantábrico y Renfe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
La venta del ferrocarril de Plentzia permitió disponer los fondos necesarios para adquirir nuevo material móvil, como las potentes locomotoras de la serie 90, diseñadas por Juan Ramón Areitio. Fotografía de John Blyth. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Santander-Bilbao adquirió en Francia automotores diesel de ocasión, con los que pudo modernizar los servicios directos entre ambas capitales, así como las cercanías a Liérganes y Balmaseda. Fotografía de Ferrán Llauradó. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
El Plan de Ayuda para la modernización y mejora de los ferrocarriles de vía estrecha del Ministerio de Obras Públicas de 1953, permitió al Santander-Bilbao adquirir sus primeras locomotoras diesel de línea. Fotografía de Jeremy Wiseman
Ante las crecientes pérdidas de la explotación, la Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao renunció a la gestión de sus líneas en 1962. Ésta fue asumida por la Explotación de Ferrocarriles por el Estado que, en 1965 se convertiría en la empresa estatal FEVE. Fotografía de Javier Aranguren Castro. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Entre 1967 y 1972 FEVE encomendó la explotación de las líneas del Santander-Bilbao a las compañías de La Robla y Cantábrico. Locomotora de La Robla en la estación de Azbarren. Fotografía de Javier Aranguren Castro. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1969 la tracción diesel tomó el relevo definitivo al vapor. Fotografía de Xavier Santamaría. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En los años setenta y ochenta FEVE realizó algunas mejoras de trazado, como es el caso de la variante de Maliaño. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Feve electrificó las cercanías de Santander a Liérganes y de Bilbao a Balmaseda. Fotografía de Carmelo Martínez Hierro
Los trenes de mercancías son los principales protagonistas de la sección central de la línea de Santander a Bilbao. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi