Fotografía de fábrica de un coche Pullman de los Ferrocarriles Vascongados, ahora utilizado como salón en el Transcantábrico
Probablemente, a más de uno le pueda sorprender el título de esta entrada... ¿qué narices tiene que ver un tren de lujo como el Transcantábrico y el subterráneo londinense? La verdad es que yo mismo me pregunto lo mismo, pero está claro que alguien en Feve debe estar convencido de esta relación ya que, desde hace algunos años, esta empresa, y a ahora también su sucesora Renfe Red de Ancho Métrico, insiste en afirmar en sus notas de prensa que sus “cuatro coches salón fueron construidos para el metro de Londres”… La última muestra, la información que al respecto publicó ayer el diario El Correo de Bilbao. Aunque en más de una ocasión he intentado hacer ver la completa inexactitud de esta información a los responsables de este tren turístico, esta visto que prefieren perseverar en el error.
Interior original de los coches Pullman de los Ferrocarriles Vascongados
En realidad, la primera rama del prestigioso tren turístico «El Transcantábrico», ha contado desde sus orígenes con cuatro coches salones, hoy bautizados como Cantabria, Galicia, Asturias y País Vasco pero, pese a lo que Feve insiste en afirmar en sus notas de prensa, estos vehículos nunca han tenido relación alguna con el Metro de Londres. Sin menospreciar al popular sistema de transporte de la capital británica, el origen de los cuatro coches salones del Transcantábrico Nº 1 es notablemente más prestigioso que el de un suburbano. De hecho, no hay que ir tan lejos (o tal vez sí), para localizar su procedencia.
Detalle del interiorismo original de los coches Pullman de los Ferrocarriles Vascongados
En efecto, los cuatro coches salones son de construcción británica, ya que fueron fabricados por la empresa The Leeds Forge que, como su razón social indica, estaba situada en la ciudad de Leeds, al norte de Inglaterra. En 1927, The Leeds Forge recibió el encargo de la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados, empresa cuya línea principal era la de Bilbao a San Sebastián, para la construcción de siete coches metálicos de primera clase y cinco lujosos coches Pullman.
Detalle de uno de los departamentos extremos de los coches Pullman de los Ferrocarriles Vascongados
Cabe señalar que, la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados se encontraba en aquellos momentos inmersa en un ambicioso programa de modernización de su red, que incluía la electrificación de la línea de Bilbao a San Sebastián, obra que, en su momento, se convirtió en la primera conexión con tracción eléctrica entre dos capitales españolas.
A finales de los años veinte, Ferrocarriles Vascongados electrificó su red principal
La Compañía de los Ferrocarriles Vascongados había contado, a lo largo de su historia, con diversos servicios de trenes de lujo, como los coches restaurantes implantados en 1889 entre Bilbao, Durango y Zumárraga o los coches salones norteamericanos que, desde 1901, se empleaban en los trenes entre Bilbao y San Sebastián, servicio que era atendido por personal de la prestigiosa Compañía Internacional de Coches-Cama.
La Compañía de los Ferrocarriles Vascongados explotó, desde sus inicios, servicios de trenes de lujo
La electrificación de la línea de Bilbao a San Sebastián supuso la potenciación de los trenes de lujo, en este caso de la mano de los cinco elegantes coches salones Pullman suministrados por The Leeds Forge, de los que tres disponían de un departamento donde se ubicaba un pequeño bar desde el que se atendían las peticiones de la distinguida clientela. Nuevamente, este servicio fue contratado con la Compañía Internacional de Coches Cama, cuyos camareros atendían al viajero en su propia butaca. Vascongados adquirió al efecto el necesario menaje, incluida la fina vajilla grabada con el anagrama de la empresa, suministrada por la prestigiosa firma británica Elkingthon Co. Ltd., ¡la misma que fabricó el menaje del Titanic! La propia Compañía Internacional de Coches Cama exigió que el diseño y la decoración de estos vehículos fuera similar a la de sus más prestigiosos trenes internacionales, como elOrient Express o el Tren Azul, por lo que puede afirmarse, sin lugar a dudas, que los Pullman de los Ferrocarriles Vascongados se convirtieron en los coches más lujosos y refinados de toda la vía estrecha europea.
Descarga de los coches Pullman de los Ferrocarriles Vascongados en los muelles de Zorroza
El servicio de los nuevos trenes Pullman contó, a partir del verano de 1929, con dos circulaciones diarias en cada sentido entre Bilbao y San Sebastián, que únicamente efectuaban parada en Amorebieta, Durango, Eibar, Málzaga, Deva, Zumaya y Zarauz. La composición estaba formada, por lo general, por un automotor eléctrico Ganz, que ofrecía plazas de tercera clase y el departamento furgón necesario para el transporte de equipajes, un coche de primera clase y un coche salón con bar, al que se incorporaba, en caso de exigirlo la demanda, un segundo salón sin este departamento.
Detalle del departamento de bar de los coches Pullman de los Ferrocarriles Vascongados
El Tren de Lujo Pullman fue durante años el buque insignia de los Ferrocarriles Vascongados y el prestigio de su confort y refinamiento compensaba con creces sus escasos rendimientos económicos. Sin embargo, a medida que la situación financiera de la empresa se deterioraba, fue necesario reducir los gastos de explotación y, de este modo, 30 de junio de 1971 se eliminó el servicio de bar. Posteriormente, la inauguración de la autopista Bilbao-Behobia y la consiguiente reducción de los tiempos de viaje de la carretera frente al ferrocarril, hizo que este tren perdiera su atractivo, por lo que Feve decidió suprimir su circulación a partir del 4 de septiembre de 1977.
Tras la guerra civil, los coches Pullman de los Ferrocarriles Vascongados perdieron su decoración original en rojo y crema por un sobrio azul noche similar al utilizado por la Compañía Internacional de Coches-Cama en sus vehículos. Fotografía de Juan Bautista Cabrera
Ya retirados del servicio, los cinco coches Pullman de los antiguos Ferrocarriles Vascongados llegaron a transferirse, en 1979, al recién creado Consejo General Vasco. Pocos años más tarde, EuskoTren vendió cuatro de ellos a FEVE para su integración en la primera composición del Transcantábrico. Por su parte, la quinta unidad fue preservada en 1992 por el Museo Vasco del Ferrocarril, donde espera una próxima restauración que permita recuperar su exquisito lujo original.
Feve suprimió el servicio Pullman en 1977. Fotografía de Werner Hardmeier
En definitiva, los coches salones del Transcantábrico fueron concebidos, desde sus inicios, como coches dotados del lujo más exquisito y refinado de la época, y no como vulgares coches de metro.