Coches de viajeros del Ferrocarril del Bidasoa. Fotografía de Juan Bautista Cabrera. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
COCHES Y VAGONES
Todo el material remolcado del Ferrocarril
del Bidasoa, tanto para viajeros como para mercancías, fue construido en la
Fábrica de Vagones de Beasain de la Sociedad
Española de Construcciones Metálicas, antecedente de la actual CAF.
El Ferrocarril del Bidasoa vendió algunos de sus coches al ferrocarril de Ponferrada a Villablino. Fotografía de Manolo Maristany
El parque de coches de viajeros del
Ferrocarril del Bidasoa estaba formado por un total de dieciocho unidades de
bogies, de las que seis eran mixtas de primera y segunda clase, siete de
tercera clase y cinco mixtas de tercera clase y furgón. La carrocería era de
madera, con plataformas de acceso abiertas en los extremos, testeros de madera
y cristal, linternón corrido en el techo, y pasillo central. El alumbrado era
eléctrico.
Vagón de bordes altos del Ferrocarril del Bidasoa. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Los coches mixtos de primera y segunda clase,
matriculados como AB-1 a
6, disponían de doce plazas y contaban como amplios butacones, mesitas
plegables, lámparas artísticas en el techo y retretes completos, con lavabo y
espejo. Los de tercera clase, numerados como C-1 a 7, eran más espartanos, con
37 asientos de listones de madera y retrete, mientras que los mixtos de tercera
y furgón, inscritos en la serie FC-1
a 5, contaban con doce asientos y un amplio departamento
para el transporte del correo y paquetería.
Fotografía de fábrica de un vagón cerrado del Ferrocarril del Bidasoa. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
El parque de mercancías del Ferrocarril del
Bidasoa se componía de un total de 39 vagones, todos ellos de bogies. Doce eran
cerrados, matriculados en el Bidasoa como X-1 a 12, diez, de bordes altos, Y-1 a 10, quince, de bordes
bajos, Z-1 a
15 y, además, disponía de dos jaulas para transporte de ganado, serie J-1 y 2.
La carga máxima admisible en cada uno de ellos era de 20 toneladas. También
contaba con 82 vagones de dos ejes para transporte de mineral, heredados de la
compañía de las Minas de Irún y Lesaca, S.A.
Ferroviario del Ferrocarril del Bidasoa. Archivo de Pedro Pérez Amuchastegui
VIAJEROS Y FERROVIARIOS
Tras la inauguración del ferrocarril entre
Irun y Santesteban se establecieron dos servicios diarios, que recorrían la
línea en toda su longitud, invirtiendo una hora y cuarenta y cinco minutos en
el trayecto, a una velocidad media de 21,7 km/h . El horario se estableció de forma
que podía ser cubierto con una única composición que efectuaba su salida de
Irun a las 5:47, para llegar a Santesteban a las 7:35, partiendo de regreso a
las 8:20 para rendir viaje en la ciudad fronteriza a las 10:05. El servicio
vespertino tenía su salida en Irun a las 16:00 horas, llegando a Santesteban a
las 17:45, de donde volvía a partir a las 18:35 hacia Irun.
El Ferrocarril del Bidasoa transportaba el correo en la comarca. Archivo de Pedro Pérez Amuchastegui
Al ampliarse la línea hasta Elizondo se
estableció el servicio definitivo, con salidas de Irún a las 8:18, 13:40 y
19:17, mientras que en la capital del Baztán se efectuaban a las 7:35, 13:02 y
17:13. El menor tiempo de viaje correspondía a la circulación del mediodía,
catalogada como Rápido, que cubría los 51,5 kilómetros de
la línea en una hora y cincuenta y cinco minutos (velocidad media de 27,1 km/h ), mientras que
el Correo de la mañana y el Ligero de la tarde, invertían dos horas y diez
minutos (velocidad media de 24
km/h ). Los cruces se verificaban habitualmente en la
estación de Alcayaga-Vera, salvo en el caso del Ligero que lo efectuaba en
Irún-Bidasoa. Los trenes combinaban en Irun con el “Topo” por lo que era
posible continuar el viaje hasta Donostia con un sencillo trasbordo.
Billete del Ferrocarril del Bidasoa. Archivo de Pedro Pérez Amuchastegui
El precio del billete de Irun a Elizondo era
de 3,50 pesetas en tercera clase, mientras que en segunda ascendía a 4,75
pesetas y en primera a 6,30.
Tren de viajeros del Ferrocarril del Bidasoa. Archivo de Pedro Pérez Amuchastegui
Para asegurar el servicio, la
empresa contaba con una plantilla de unos 75 empleados. De ellos, cuatro eran
maquinistas y otros cuatro fogoneros de las locomotoras de vapor. Además, había
cuatro jefes de tren, ocho jefes de estación, seis guardafrenos, trece peones
de Vía y Obras y dos guardabarreras, mientras que los talleres ocupaban a otras
diez personas.
Horario del Ferrocarril del Bidasoa en 1924. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril