Llegada de un tren procedente de Les Planes a la estación de Sarriá. Fotografía de Marcel Le Guay. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Hoy, 28 de noviembre de 2016 se conmemora el centenario de la inauguración del
ferrocarril de Sarriá a Les Planes, primera sección de la red de ancho
internacional que, en aquel momento construía la Compañía de los Ferrocarriles de Cataluña,
S.A. y que, en pocos meses se extendería a las industriosas ciudades de
Terrassa y Sabadell, mejorando notablemente sus comunicaciones ferroviarias con
Barcelona.
Los orígenes de este pequeño conjunto de líneas, de intensa actividad en
el transporte de viajeros, se remontan a 1863, año en el que entró en servicio
un ferrocarril de vía ancha entre la céntrica plaza de Catalunya, en Barcelona,
y la villa de Sarriá. Explotado con tracción vapor, con el cambio de siglo sus
acciones pasaron a manos de un grupo inversor belga que procedió a su
electrificación, en 1905, utilizando en sus instalaciones y material móvil
tecnología similar a la de los tranvías urbanos. Además, sus promotores
decidieron modificar el ancho de vía, para establecer el internacional, común
con la mayoría de las líneas de tranvías de Barcelona.
La vida de este pequeño ferrocarril, llamado a integrarse en la red de
tranvías de Barcelona, cambió radicalmente cuando el ingeniero Carles Emili
Montañés persuadió a su colega y empresario norteamericano Frederik Stark
Pearson sobre el potencial de esta línea como base para el futuro desarrollo de
una notable red ferroviaria de cercanías que, además, podría prolongar el ancho
de vía internacional hasta la frontera francesa, todo ello con tracción
eléctrica, ya que el verdadero impulso a sus proyectos era el aprovechamiento
de los potentes saltos de agua del Pirineo y su utilización para abastecer a
toda Catalunya de energía de origen hidráulico abundante y barata. De este
modo, el control sobre un ferrocarril electrificado, así como sobre la red de
tranvías, garantizaba un consumo mínimo que permitiría afrontar esta gran
aventura empresarial.
Consecuencia de todos estos proyectos fue la constitución, el 1 de abril
de 1912, de la Compañía de los Ferrocarriles de Cataluña, S.A. que adquirió la
compañía concesionaria del ferrocarril de Barcelona a Sarriá (aunque mantuvo su
personalidad jurídica) y se hizo cargo de las concesiones para su prolongación entre
Sarriá ySantCugat del Vallés, desde donde partían dos ramales a Terrassa y
Sabadell, respectivamente.
La construcción de esta red se realizó en cinco etapas, siendo la
primera la que ahora cumple sus primeros cien años de servicio, entre Sarriá y
Les Planes. Desde este último punto, la vía se prolongó hasta Sant Cugat el 26
de octubre de 1917, a Rubí el 13 de septiembre de 1918 y desde este punto a
Terrassa el 28 de diciembre de 1919. La sección de SantCugat a Sabadell entró
en servicio el 1 de junio de 1922. Lamentablemente, los proyectos de prolongar
la red hasta la frontera francesa se vieron frustrados tras la prematura muerte
del promotor de la empresa, Frederik S. Pearson, en 1915.
Ferrocarriles de Cataluña, S.A. gestionó su pequeña red de 36,5
kilómetros hasta el año 1977, cuando se vio obligada a renunciar a su
explotación ante la falta de rentabilidad del servicio. Asumidas
provisionalmente por Feve, en 1978 sus líneas se integraron en Ferrocarrils de
la Generalitat de Catalunya que, desde entonces, las explota en el marco del denominado
Metro del Vallès, esencial para garantizar la movilidad sostenible de buena
parte de la población catalana.