Retrato de Otto Engelhard
OTTO ENGELHARDT, "EL DE LOS TRANVÍAS"
El ingeniero alemán Otto Engelhardt desarrolló un papel clave en la modernización de la primera red de tranvías de Sevilla y su electrificación, hasta el punto de ser popularmente conocido en la capital hispalense como "Otto el de los tranvías".
Nacido en Brunswick, Baja Sajonia (Alemania) el 7 de agosto de 1866, finalizados sus estudios de ingeniería comenzó a trabajar para la AEG de Berlín, empresa que en 1894 lo envió a Sevilla para establecer en la capital andaluza una empresa productora y distribuidora de electricidad: la Compañía Sevillana de Electricidad.
Una vez en marcha la empresa eléctrica, el siguiente paso de Otto Engelhardt fue la toma de control de la empresa inglesa que operaba los tranvías de Sevilla, ya que su electrificación proporcionaría a la Sevillana de Electricidad una demanda constante que, a su vez, permitiría consolidar el negocio eléctrico. Una vez logrado su objetivo, el ingeniero alemán pasaría a convertirse en el director de la empresa tranviaria, cargo que ostentaría hasta 1921.
Junto a sus cargos en Sevillana de Electricidad y en otros negocios, Otto Engelhard también fue cónsul de Alemania en la capital andaluza entre 1903 y 1919. Desde su cargo pudo atajar, durante la Primera Guerra Mundial, un intento de sabotaje por parte de la Armada de su país contra dos barcos alemanes internados en el puerto de Sevilla, con el propósito de provocar un conflicto internacional que arrastrara a España a la guerra junto a las potencias centrales. Otto Engelhard justificó su actitud afirmando que "un cónsul no debía mezclarse en empresas militares; debía ocuparse sólo de cosas pacíficas al servicio de la Nación".
En los años veinte abandonó Sevillana de Electricidad y los tranvías, para establecer sus propios negocios, entre los que destaca la empresa farmacéutica Sanavida, con sede en San Juan de Aznalfarache, desde el que fomentó la investigación de nuevos medicamentos para el tratamiento de la epilepsia, el insomnio y los trastornos nerviosos. Además, se convirtió en asiduo colaborador de diversos periódicos, sobre todo El Liberal.
De firmes convicciones paficistas, actuó como vicepresidente de la iniciativa Pro Sevilla, Ciudad de la Contraguerra cuyo principal objetivo eran evitar una nueva guerra. Por ello, ante el giro de la política alemana hacia posiciones más reaccionarias, en 1931 devolvió todas sus condecoraciones y solicitó la ciudadanía española, que obtuvo en 1932. Al respecto señaló en su autobiografía que "Como España es el primer país que en su Constitución republicana se afrenta contra el crimen de la guerra, exclamo con todo corazón, ¡Viva España!".
Declarado enemigo del nazismo, llegó a remitir varios telegramas al propio Adolf Hitler exigiéndole el cierre de los campos de concentración, el fin de las políticas antisemitas y el respeto a los derechos humanos. De este modo, se convirtió en un personaje incómodo, no solo para el régimen alemán, sino también para los alzados en Sevilla el 18 de julio de 1936 a las órdenes del general Emilio Queipo del Llano, quien ordenó su fusilamiento, en aplicación del Bando de Guerra.
Otto Engelhard murió asesinado por el ejército rebelde que auparía al poder a Franco, el 14 de septiembre de 1936. Hoy, una calle de Sevilla honra la memoria de un gran pacifista que, además, contribuyó como pocos a la modernización de la ciudad y a la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.