sábado, 2 de noviembre de 2019

Un siglo de metro en Madrid (II)

Retrato de Miguel Otamendi Machimbarrena, primer concesionario del Metro de Madrid. Archivo, Metro de Madrid
 
MIGUEL OTAMENDI MACHIMBARRENA
 
El donostiarra Miguel Otamendi Machimbarrena fue el primer concesionario del Metro de Madrid que ahora cumple su primer siglo de vida. Hijo de un ingeniero, era el segundo de una célebre dinastía ya que dos de sus hermanos, Joaquín y Julián, serían reputados arquitectos, mientras que el tercero, José María, sería también ingeniero. Además, era primo de otros dos reputados ingenieros guipuzcoanos: Alberto y Vicente Machimbarrena.
 
Tras cursar sus primeros estudios en la capital guipuzcoana, finalizado el bachillerato se trasladó a Madrid para emprender la carrera de Ingeniero de Caminos, que concluiría en 1898, a la edad de 21 años, siendo el primero de su promoción. Posteriormente, completó su formación en el Instituto Montefiore de Lieja, donde se especializó en electrotecnia.
 
En 1901 comenzó a trabajar como Verificador de Contadores para el Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas, al tiempo que ejercía como profesor de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid. En 1904 fue nombrado, junto a su amigo Antonio González Echarte, delegado del gobierno español en la Exposición Universal de Electricidad que ese año se celebró en San Luis (Estados Unidos). En ese viaje tuvo ocasión de comprobar la importancia de los servicios urbanos y suburbanos con tracción eléctrica que prestaba la impresionante red de tranvías de la ciudad del Misuri, tomando conciencia de su papel estratégico en el desarrollo urbano. Además, tal y como recordaría más tarde en la obra Cien Años de Ferrocarril en España, publicada en 1948 con motivo del centenario del tren de Barcelona a Mataró, "tuvimos el honor de ser invitados a la inauguración del Metro neoyorkino, y viajé en el primer tren que cruzó, bajo tierra, la gran metrópoli yanque, muy ajeno entonces a que iba a consagrarme de lleno a la construcción del primer ferrocarril metropolitano en España".
 
Junto a Antonio González Echarte y Carlos Mendoza Sáez, participó en numerosas iniciativas empresariales, entre las que destaca la sociedad Mengemor, una de las primeras grandes empresas españolas productoras de electricidad, fundada en 1904. Pero su gran proyecto fue, sin duda, el de la construcción del Metro de Madrid, lo que le obligó a abandonar en aquellos años la docencia.
 
Tras la puesta en servicio de los primeros tramos del Metro, Miguel Otamendi compaginó la dirección de la empresa con nuevas iniciativas, muchas de ellas en colaboración de sus socios y también con sus hermanos, sobre todo en el sector inmobiliario, especialmente pujante en un Madrid en constante crecimiento. En 1918 constituyó con sus hermanos la Compañía Urbanizadora Metropolitana, que adquirió los terrenos contiguos a la estación terminal de Cuatro Caminos, para urbanizarlos y construir en ellos viviendas, hoteles y residencias. Evidentemente, el metro jugó un papel fundamental en la revalorización de la zona y, en consecuencia, en la próspera marcha del negocio. Más tarde, en 1935, José María y Julián fundaron la Compañía Inmobiliaria Metropolitana, iniciando un camino que contribuyó de forma decisiva a configurar la fisonomía del Madrid moderno con realizaciones como el bloque Lope de Vega, la Torre de Madrid o el edificio España.
 
Miguel Otamendi desempeñó el cargo de director-gerente del Metro de Madrid y, a partir de 1950, la presidencia de su Consejo de Administración. Además, fue un asiduo colaborador de la Revista de Obras Públicas y otras publicaciones técnicas de la época. En 1946 recibió la Medalla de Plata de Madrid.
 
Como curiosidad, cabe señalar que en los años cuarenta se eligió como patrón de los trabajadores del Metro de Madrid a San Miguel Arcángel, en homenaje al principal promotor de la empresa, Miguel Otamendi. En los años sesenta, los trabajadores del metro de Barcelona también adoptaron este patronazgo.