Unidad de la serie 3500 fotografiada en la estación de Eibar
En el presente mes de diciembre de 2012, los responsables en funciones del Departamento de Vivienda, Obras Públicas y Transportes del Gobierno Vasco, a través de sus sociedades públicas y fundaciones, han vivido una llamativa fiebre editora, con la presentación de hasta cinco libros en apenas quince días, lo que contrasta abiertamente con la sequía de publicaciones que ha caracterizado a la última legislatura. Se trata, en concreto, de las siguientes obras:
- La Y vasca, un proyecto de país, una conexión internacional
- Del viejo Topo al nuevo Metro
- Bilbao y modernidad, el nuevo tranvía
- El tranvía de Vitoria, la apuesta verde del transporte
- 125 años de ferrocarril en Ermua, Eibar y Elgoibar
En los últimos cuatro libros, ya a primera vista, se pueden detectar diversos párrafos que parecen coincidir con demasiada similitud con escritos previos de mi autoría. Descartando, a priori, que se me esté rindiendo un homenaje subliminal, ese hecho me ha llamado mucho la atención…
Estos días, he leído con más detalle el libro que, en un simple vistazo, me despertó más sospechas, en concreto, el titulado "125 años de ferrocarril en Ermua, Eibar y Elgoibar", obra firmada por el eibarrés Jesús Gutiérrez Arosa.
Imagen del apeadero de Alzola (Elgoibar), procedente de una postal comercial. Se puede observar que las locomotoras de vapor de los Ferrocarriles Vascongados tomaban las afamadas aguas de Alzola
Hace seis años, cuando publiqué el libro "El ferrocarril de Bilbao a San Sebastián, 125 años del ferrocarril de Bilbao a Durango", mantuve cierta relación epistolar (a través de correo electrónico) con Jesús Gutiérrez, ya que este señor había publicado algunas obras sobre la Guerra Civil en Eibar y su entorno. En concreto, le consulté sobre algunos detalles respecto al funcionamiento del servicio ferroviario de los Ferrocarriles Vascongados en Eibar durante el conflicto. Él me aportó un documento con horarios de trenes en tiempo de guerra que publiqué en el libro (página 332), reconociendo su procedencia con la indicación "Documento cedido por Jesús Gutiérrez Arosa", incluí su nombre en apartado de agradecimientos del libro y, además, le remití un ejemplar. Creo que actué con total honestidad y lealtad.
Unidad de la serie 3500 en el antiguo apeadero de Ardanza (Eibar)
Sin embargo, me temo que no ha habido reciprocidad en el proceder del Sr. Gutiérrez. No hay más que repasar unos cuantos datos objetivos. Con ellos no es muy difícil concluir que a la hora de redactar el libro que le encomendaron desde el Departamento de Vivienda, Obras Públicas y Transportes, Euskal Trenbide Sarea/Red Ferroviaria Vasca y la Fundación Museo Vasco del Ferrocarril, el señor Gutiérrez Arosa, en lugar de utilizar documentación primaria y aplicar el debido rigor científico, ha optado por la más cómoda solución de copiar abiertamente la información sobre la historia del ferrocarril en Ermua, Eibar y Elgoibar publicada en el libro de mi autoría "El ferrocarril de Bilbao a San Sebastián, 125 años del ferrocarril de Bilbao a Durango".
Estación de Elgoibar a principios del siglo XX. Imagen procedente de una tarjeta postal
Para confirmar esta afirmación, basta con observar que la estructura cronológica en ambos libros es idéntica e incluso reproduce exactamente los títulos de cuatro de los capítulos de mi obra, en concreto "1916-1925, Crisis energética y financiera", "1926-1930 La electrificación", "1936-1939, La guerra civil" y "1955-1972, La decadencia". Como cualquiera sabe, es imposible que dos autores usen las mismas palabras para definir la estructura de un trabajo de investigación de forma tan idéntica, si el que redacta después no ha copiado al autor original.
Composición del tren turístico Transcantábrico, fotografiada entre Elgoibar y Alzola
Por otra parte, el señor Gutiérrez Arosa suministra notas a pie de página, para justificar las supuestas fuentes que ha manejado en su investigación. Estas notas se refieren, en su mayor parte, a los libros de actas de las compañías de los ferrocarriles de Durango a Zumárraga, de Elgoibar a San Sebastián y de los Ferrocarriles Vascongados, así como memorias de empresa y otros documentos.
Corresponden a la siguiente relación:
Número de citas a pie de página del libro de Jesús Gutiérrez: 79
Número de citas con referencias bibliográficas a libros de actas, memorias y otros documentos históricos que coinciden plenamente con las citas publicadas en mi libro "El ferrocarril de Bilbao a San Sebastián": 57
Número de citas que hacen referencia al libro "El ferrocarril de Bilbao a San Sebastián": Sólo 6…
Paso de una unidad de la serie 3500 durante las obras de construcción de la nueva estación de Ardanza
Llama tristemente la atención, que Jesús Gutiérrez se refiera en sólo seis de sus citas a mi libro "El ferrocarril de Bilbao a San Sebastián" ya que, con ello, da a entender, obviamente y en sentido contrario, que las otras 57 citas son fruto de su trabajo de investigación, cuando es fácil comprobar que Jesús Gutiérrez jamás ha manejado estos documentos originales.
Cruce de dos unidades de la serie 300 en la estación de Eibar
Claro que se podría pensar... ¿y cómo se puede demostrar que Jesús Gutiérrez no ha consultado los documentos originales?... La respuesta es sencilla: El Sr. Gutiérrez no aporta ni un solo hecho histórico procedente de la documentación original de las antiguas compañías ferroviarias, que no se encuentre previamente publicada en mi libro "El ferrocarril de Bilbao a San Sebastián". No hay en su libro ni una sola novedad procedente de los citados documentos originales diferente a las que yo ya había aportado. Si Jesús Gutiérrez Arosa hubiera manejado los documentos originales, habría encontrado irremediablemente otros datos de interés para su estudio y no me cabe duda que los hubiera incorporado a su texto. Y sé esto bien, porque usando esas fuentes, tuve que prescindir de ellos, al tratarse mi trabajo de una historia global de toda la línea desde Bilbao a San Sebastián. Por eso, lógicamente, no pude incluir detalles de tipo local, que, sin embargo, resultan de indudable interés en una monografía que trata exclusivamente de la historia del ferrocarril en Ermua, Eibar y Elgoibar.
Vista del andén de la estación de Ermua
Tengo que llamar la atención sobre lo que hubiera sido verdaderamente científico y verdaderamente honesto, ya que queda claro que el señor Gutiérrez Arosa ha usado mi investigación previa de forma masiva como base de su publicación y no ha accedido a los documentos primarios. Lo científico y lo honesto, si no se consideraba capaz de crear una estructura nueva para su trabajo, hubiera sido citarme al menos como autor de la misma. Lo científico y lo honesto, si no ha querido consultar las fuentes originales, hubiera sido indicar las referencias oportunas a mi obra y no emplearlas como si fuesen producto de su labor.
Unidad de la serie 3500 de EuskoTren en la estación de Eibar
No voy a entrar a juzgar en detalle la calidad del trabajo realizado por Jesús Gutiérrez. Basta echar un somero vistazo, para detectar obvios detalles que a cualquier conocedor de la historia ferroviaria le provocarán serias dudas sobre aquélla, cuando no perplejidad. Para empezar, la propia portada, en la que, en lugar de seleccionar alguna fotografía, histórica o actual, del ferrocarril en Ermua, Eibar o Elgoibar, la imagen de la cubierta es la de uno de los trenes de vapor del Museo Vasco del Ferrocarril. Además, el libro incluye en su interior dos fotografías a gran formato (doble página) que nada tienen que ver con la historia del ferrocarril eibarrés, sino que pertenecen a latitudes bien lejanas: la primera, una locomotora británica de la compañía Southern Railway tipo 4-6-0 de la clase "King Arthur", en concreto la "Sir Lamiel" Nº 30777 y la segunda, una vista de un tren del Falmsbana, en Noruega.
Preciosa imagen histórica de los ferrocarriles de la antigua Alemania democrática... pero ¿tiene algo que ver con el texto? Fotografía de Martin Dieterich
Por otra parte, cuando el Sr. Gutiérrez intenta aportar alguna información ferroviaria de su propia cosecha, no puede evitar que queden en evidencia sus escasos conocimientos sobre la materia incurriendo en graves errores. Por ejemplo, en la página 29 llega a afirmar que el ferrocarril del Urola perteneció a los Ferrocarriles Vascongados, lo que cualquiera mínimamente iniciado sabe es algo totalmente equivocado y bastaría para restar todo el crédito que pudiera tener el trabajo. No se trata de una cuestión baladí, sino una barbaridad de bulto, de las habituales cuando se copia desde el desconocimiento en una materia, y claro, en lo poco que no copia se cae en el error. En efecto, el Urola siempre perteneció a la Diputación de Gipuzkoa, hasta su paso a EuskoTren en 1985, a consecuencia de la promulgación de la Ley de Territorios Históricos. Ferrocarriles Vascongados abandonó la gestión de sus líneas en 1972. Difícilmente pudo explotar el tren del Urola...
Apeadero de Toletxegain (Elgoibar)
Por otra parte, parece ser que no es la primera vez que el Sr. Gutiérrez se aprovecha del trabajo ajeno para hacerlo suyo. Hace cinco años ya fue denunciado por la asociación Sancho de Beurko por plagio, como se puede ver en esta web: http://www.frentenorte.es/ index2.html