Retrato de Demetrio Ribes. Archivo de la Cátedra Demetrio Ribes
Estos días en los que se conmemora el centenario de la estación del Norte de Valencia, son un buen momento para recordar la figura del arquitecto Demetrio Ribes Marco quien, junto a los ingenieros Javier
Sanz y Enrique Grasset, fue el gran artífice de esta hermosa terminal ferroviaria.
Nacido en la capital del Turia el 22 de diciembre de 1871, Demetrio Ribes
desarrolló sus primeros estudios superiores en Barcelona, para continuar en
Madrid, donde en 1902 se doctoró en Ciencias Físico-Matemáticas y un año más
tarde en Arquitectura.
Aun sin finalizar sus estudios de arquitectura, Demetrio Ribes fue
contratado por la Compañía del Norte, empresa ferroviaria para la que trabajaba
su padre como contratista de obras y en la que desarrollaría su actividad
profesional el resto de su vida. En sus obras reflejó su gusto por las
tendencias arquitectónicas más novedosas en Europa, desde el eclecticismo al
modernismo, el regionalismo o el racionalismo, elaborando sus propias versiones
adaptadas a las necesidades, los materiales disponibles y los gustos y
tradiciones de la región en la que debía levantar su obra.
Entre sus primeros trabajos para la Compañía del Norte cabe destacar su
intervención en la ampliación de la madrileña estación de Príncipe Pío y la
construcción de los edificios de oficinas del Paseo del Rey, seguida, en 1912,
por la modernización y mejora de la terminal de esta empresa en Barcelona. En
todo caso, su trabajo ferroviario más destacado fue, sin duda, la imponente
estación del Norte de València, en un ambicioso programa que no solo afectó a
la nueva terminal para el servicio de viajeros, sino también al resto de las
instalaciones, donde cabe destacar las impresionantes naves para los talleres
de reparación de locomotoras de vapor que aun se conservan en la capital del
Turia.
Junto al trabajo desarrollado para la Compañía del Norte, Ribes también
realizó numerosas obras de carácter industrial, en las que destaca el temprano
uso del hormigón armado en sus estructuras. Tras fundar la Compañía Española de
Construcciones, levantó diversos edificios, entre los que destacan los Docks
comerciales del Puerto de València. Asimismo, en la capital del Turia construyó
numerosos edificios industriales, entre los que destacan el garaje Gran Vía,
los almacenes de Ernesto Ferrer o el de abonos para José Campo.
Demetrio Ribes también realizó diversos edificios de carácter público,
entre los que destacan las oficinas de Correos y Telégrafos en Castelló, la
plaza de toros de Xàtiva y el instituto-asilo para niñas huérfanas de la
marquesa de San Joaquín en València. También colaboró, como consultor, con
otros colegas, destacando o su participación en la construcción del
impresionante mercado de Colón, obra del arquitecto Francisco Mora.
En el campo de la vivienda privada, Demetrio Ribes realizó numerosas
obras en el Ensanche y en el casco histórico de València, donde destaca la
reforma del antiguo barrio de Pescadores, en el entorno de la actual plaza del
Ayuntamiento. Destacan asimismo, los edificios de viviendas de Francisco
Sancho, en la Gran Vía valenciana, el número 6 de la calle En Llop o el
edificio Bigné, sin olvidar su propia vivienda unifamiliar, ubicada en el
barrio del Cabanyal, hoy en día lamentablemente abandonada y en estado de
ruina.
La muerte sorprendió a Demetrio Ribes el 3 de noviembre de 1921, a la
temprana edad de 45 años, truncando una de las carreras más brillantes y
prometedoras de la arquitectura española. Dejó para la posteridad un
impresionante legado que refleja a la perfección las tendencias más avanzadas
en la construcción del siglo XX.
Un bonito detalle-homenaje el recordar desde aqui la figura de Demetrio Ribes en el centenario de una de sus grandes creaciones relativas al mundo del transporte-ferrocarril,aunque,aun dejo mucho mas de su legado en las tan importantes obras de edificacion mencionadas en su tierra.Para la posteridad pudo dejar un ejemplar modelo a seguir a partir de su legado
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