En breves fechas se conmemora el centenario del ferrocarril de San Sebastián a la frontera francesa, el popular «Topo», por lo que hoy dedicaremos esta entrada a la figura de su principal promotor: el empresario Plácido Allende y Plágaro.
Plácido Allende fue presidente de los ferrocarriles de Durango a Zumárraga y de Elgoibar a San Sebastián, integradas en 1906 en la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados. En la imagen, un tren a su paso por Eibar (Guipúzcoa)
Plácido
Allende era natural de la población alavesa de Menagaray donde vino al mundo el
5 de octubre de 1861. Tras estudiar la carrera de ingeniero de minas, emprendió
una amplia actividad en el mundo de las finanzas, hasta llegar a presidir los
consejos de administración de empresas como la Sociedad de Alambres del
Cadagua, Compañía de Maderas El Esla, Sociedad de Centrales Eléctricas,
Teledinámica del Gállego, Sociedad Constructora de Obras Públicas y Sociedad
Club Náutico. Asimismo participó en otras industrias como la Unión Resinera
Española, de la que fue vicepresidente, en negocios mineros como la Compañía Explotadora
de la Mina Demasía
San Antonio, de la
Compañía Minera Mutiloa y de la Mina del Morro y también fue
miembro del Consejo de Administración del Banco de Vizcaya. Como miembro de la
sociedad liberal Kurding Club, se codeó con algunos de los empresarios más
liberales de Bilbao, entre ellos, Enrique Borda, con el que se asoció en
diversos proyectos empresariales.
Plácido Allende presidió la compañía del ferrocarril de San Sebastián a Hernani, pionero en la utilización de la tracción eléctrica. Año 1903
Junto
a los negocios mineros e industriales, Plácido Allende desplegó una importante
actividad en diversas iniciativas ferroviarias ya que, además de presidir los
consejos de administración de Durango a Zumárraga y de Elgoibar a San
Sebastián, ocupó similar puesto en la Compañía del ferrocarril eléctrico de San
Sebastián a Hernani, y en la constructora del ferrocarril de San Sebastián a la
frontera. También fue vicepresidente de Tramways et Électricité, sociedad
concesionaria de los tranvías de Bilbao.
Plácido Allende también fue vicepresidente de la empresa belga, Tramways et Électricité que gestionaba los tranvías de Bilbao
Como
muchos empresarios de la época, Plácido Allende también participó de forma
activa en la vida política del país, primero de la mano del partido liberal
liderado por Gamazo y más tarde en el conservador de Maura. Su trayectoria se
inició en 1894 al ser designado diputado provincial por Bilbao. En 1898 obtuvo
un escaño en el Congreso de los Diputados por el distrito de Marquina (Vizcaya), puesto
que repetiría en las elecciones de 1899 y de 1901. Tras perder este escaño,
frente al Marqués de Acillona, en 1903, un año más tarde fue designado Senador
por este mismo distrito, cargo que revalidó en las elecciones de 1905, 1907 y
1910 y que ostentó hasta su fallecimiento en Bilbao, a causa de una pulmonía,
el 9 de marzo de 1911, cuando el ferrocarril a la frontera todavía se encontraba en construcción. En su necrológica, el diario donostiarra El Pueblo Vasco afirmaba que:
"San Sebastián le debía ya mucho por sus iniciativas ferroviarias, que tanto han contribuido a la prosperidad de esta hermosa población que ha de guardar perpetuo agradecimiento a su nombre, sobre todo cuando llegue a su término su última empresa, el ferrocarril eléctrico de San Sebastián a la frontera francesa, ya planeada con la valentía y el talento que fueron característicos en hombre de tanta valía".
Estación de Loyola (San Sebastián), punto en el que se bifurcaban dos de los ferrocarriles promovidos por Plácido Allende: el de San Sebastián a Hernani y el «Topo». Fotografía de Christian Schnabel
Para perpetuar la memoria del impulsor del «Topo», la empresa concesionaria decidió levantar un monolito en homenaje a Plácido Allende en la estación de Loyola, punto en el que se bifurcaba otra de las líneas vinculadas a este empresario: el ferrocarril de Hernani. el monumento, inaugurado a la par que el ferrocarril fronterizo, el 5 de diciembre de 1912, se mantuvo en pie hasta el año 1973. Años más tarde, el busto que presidía el conjunto escultórico fue colocado en la estación de San Sebastián-Amara.
Vista del monumento dedicado a Plácido Allende en la estación de Loyola. Fotografía cedida por Luis Blas Sedano
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