Mañana, martes 17 de mayo, y tras una espera más que prolongada, por fin entrará en servicio la nueva línea de tranvías T-10 de València, que comunicará el corazón de la ciudad, la estación subterránea de la calle Alacant, junto a la terminal ferroviaria de la antigua Compañía del Norte, con el populoso barrio de Nazaret.
Esta inauguración me hace recordar un documento histórico del que en su día me remitió copia la responsable del Arxiu Històric de los Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, el "Informe del material necesario para la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia necesario en sus diversas secciones". En la página 4 del documento, suscrito por la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia en 1948, se puede leer, en referencia al ferrocarril que comunicaba la estación de Jesús, cabecera del ferrocarril de València a Castelló, con Nazaret que, "En la línea de Nazaret, el servicio de pasajeros no tiene interés ninguno más que en verano y aún más concretamente los domingos y días festivos de verano".
Ciertamente, este desdén por el servicio ferroviario de viajeros por parte de la empresa que prácticamente monopolizaba los transportes urbanos de la ciudad estaba en buena medida justificado en la existencia de un servicio de tranvías que ya conectaba el centro de la ciudad con Nazaret a través de la Avenida del Puerto, servicio inaugurado el 12 de julio de 1941, por lo que consideraba que el ferrocarril de vía métrica resultaba redundante y, además, peor posicionado, dada la situación periférica de la estación de Jesús.
Ahora, transcurridos casi 70 años desde aquel informe, el nuevo tranvía transcurre en buena parte de su recorrido, por un trazado prácticamente paralelo al del antiguo ferrocarril, clausurado tras las trágicas inundaciones de 1957, pero a diferencia de aquel, se dirige al corazón de la ciudad a través de un nuevo recorrido subterráneo. Por tanto, estamos seguros que las profecías de 1948 no se cumplirán y que el nuevo servicio pronto alcanzará el éxito. Felicitats, Nazaret!, Felicitats, València!
Interesante reportaje y trenes y paisajes únicos. No es lo común. Felicidades.
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