JOSÉ MARÍA GARCÍA LOMAS Y COSSIO
La introducción de la tracción eléctrica a gran escala en los ferrocarriles españoles exigió el trabajo riguroso de numerosos técnicos, como es el caso del Ingeniero de la Compañía del Norte José María García Lomas y Cossio.
Natural de la localidad cántabra de Molledo, donde vino al mundo en 1896, tras realizar sus estudios secundarios ingresó en la escuela de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos de Madrid, en la que se licenció en 1918. Poco después, García Lomas ingresó en la Compañía del Norte, en la que pronto desarrolló una rápida carrera, avalado por su gran capacidad de trabajo e inquietud por las más modernas tecnologías de explotación, entre las que en la época descollaba la tracción eléctrica.
Ya en 1924, mientras su empresa completaba la electrificación de la rampa de Pajares, García-Lomas viajó a Alemania y Holanda junto al Jefe de Material y Tracción de la Compañía del Norte, René Flobert, donde pudo conocer de primera mano las principales novedades en materia de tracción eléctrica que ofrecían la industria y los ferrocarriles de ambos países. No debió convencerle mucho la elección de la corriente alterna monofásica en frecuencia especial que empleaba la Deutsche Reichsbahn, frente a los 1.500 voltios en corriente continua que se utilizaban en los Países Bajos, ya que siempre defendió las virtudes de la corriente continua y participó activamente en su adopción en las electrificaciones de la Compañía del Norte en Catalunya y Gipuzkoa.
García-Lomas desarrolló una notable carrera profesional en la Compañía del Norte, en la que llegó a alcanzar el puesto de Ingeniero Jefe de su Segunda División de Explotación. Tras la nacionalización de la mayor empresa ferroviaria de España y su integración en Renfe en 1941, prosiguió con su notable carrera, primero como Jefe de Explotación, más tarde Subdirector y, finalmente, Director Adjunto.
En 1945 García-Lomas abandonó sus responsabilidades en Renfe al ser nombrado Director General de Ferrocarriles, Tranvías y Transportes por Carretera del Ministerio de Obras Públicas, cargo que ostentó hasta 1951. Finalizado su periplo ministerial, retornó a Renfe, en esta ocasión con el cargo de Director de la gran empresa pública ferroviaria, en el que se mantuvo hasta el 31 de mayo de 1957.
En 1957 García-Lomas fue nombrado vicepresidente del Consejo de Administración de Renfe, puesto en el que se mantuvo hasta su definitiva jubilación en 1969.
Junto a su trabajo en Norte y Renfe, José María García Lomas desarrollo una notable labor divulgadora, con la publicación de numerosos artículos en revistas como la de Obras Públicas o Ferrocarriles y Tranvías. Entre sus trabajos, cabe destacar Las recientes electrificaciones de Barcelona a Manresa y San Juan de las Abadesas, Alsasua a Irún (1931), Apuntes de ferrocarriles (1940), Electrificación Santander-Alar (1954), Las últimas electrificaciones realizadas por la RENFE, Brañuelas-León y Ujo-Gijón (1955) o Los transportes ferroviarios en España (1965), Más conocidos son los dos tomos de su gran obra Tratado de Explotación de Ferrocarriles, que alcanzó las cinco ediciones entre 1945 y 1965.
El trabajo de José María García Lomas recibió el reconocimiento de las autoridades de la época, que le otorgaron nombramientos y condecoraciones. Entre ellas destacan la Gran Cruz del Mérito Civil el 30 de agosto de 1946; la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, el 1 de abril de 1959; la encomienda con placa de la Orden de Alfonso X el 1 de abril de 1967, o la Orden del Mérito en el Trabajo, el 18 de julio de 1971.
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