Interior de un coche de
viajeros del ferrocarril de Lutxana a Mungia. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
Proyectos
frustrados
Apenas
se habían iniciado las obras de construcción del ferrocarril de Lutxana a
Mungia cuando sus rectores estudiaron su posible ampliación a Bermeo, localidad
costera que contaba con uno de los puertos pesqueros más importantes del Cantábrico,
hecho que podría generar un notable tráfico. En contra de este proyecto jugaba
la abrupta orografía de la zona, marcada por el difícil paso del alto de
Sollube. Asi, aunque el gobierno autorizó el 7 de agosto de 1890 al propio
Manuel Lecanda la prolongación de su línea, este proyecto jamás se llegó a
materializar.
Años
más tarde, la construcción del ferrocarril a Bermeo fue uno de los asuntos más
recurrentes en los ambientes ferroviarios vizcaínos, con nuevas concesiones
otorgadas tanto al ferrocarril de Mungia como al de Lezama y, también, al de
Amorebieta a Gernika y, de hecho, finalmente sería esta línea la que se
prolongase hasta la localidad costera, aunque la obra no se materializó hasta
la tardía fecha de 1955.
El
único proyecto ferroviario que llegó a materializarse en la zona de influencia
del ferrocarril de Lutxana a Mungia fue la construcción de un enlace con la
línea de Bilbao a Lezama construido por la empresa concesionaria de ésta última
e inaugurado el 23 de junio de 1909. Este pequeño ramal, de apenas 763 metros
de longitud, permitió el establecimiento de trenes que, con origen en Mungia,
podían llegar a Bilbao, bien por la ruta tradicional Sondika-Lutxana, Bilbao
(Aduana), o bien por la ruta a través del nuevo túnel ferroviario de Artxanda
que unía directamente Sondika con la estación de Bilbao-Calzadas por las vías
del Ferrocarril de Lezama.
En 1950 se completó la
electrificación del ferrocarril de Mungia. Archivo Euskotren/Museo Vasco del
Ferrocarril
Los
Ferrocarriles y Transportes Suburbanos de Bilbao
La
vida económica de la Compañía del Ferrocarril de Luchana a Munguía siempre se vio
lastrada por el fuerte endeudamiento que arrastró desde su construcción, provocado
por la escasez del capital social con la que fue constituida. Este hecho
dificultó su modernización y la ampliación de su pequeña línea, que solo pudo
ser afrontada cuando el 1 de julio de 1947 fue adquirida por la empresa
Ferrocarriles y Transportes Suburbanos de Bilbao, S.A. por el precio de
1.150.000 pesetas. Esta sociedad agrupaba, junto a la línea que nos ocupa, los
ferrocarriles de Bilbao a Plentzia, de Bilbao a Lezama, de Matiko a Azbarren y
el servicio de trolebuses de Bilbao a Algorta. La nueva empresa procedió de
inmediato a la modernización de la línea de Mungia, sustituyendo sus veteranas
locomotoras de vapor por trenes eléctricos. La electrificación de la línea
entró en servicio el 12 de octubre de 1949 entre Lutxana y Sondika, y su
prolongación a Mungia el 3 de septiembre de 1950. La línea se alimentaba a
–1500 voltios en corriente continua desde una subestación situada en
Berreteagas, muy próxima a la estación de Sondika, que atendía tanto a la línea
de Mungia como a la de Lezama.
Tren
eléctrico de la línea de Lutxana fotografiado en Sondika. Fotografía de Juanjo
Olaizola Elordi
El
paso de este ferrocarril por las proximidades del aeropuerto de Sondika afectó
directamente a su explotación. En los años sesenta se procedió a una primera ampliación
de las pistas de vuelo por lo que, con el apoyo financiero de la Diputación de
Vizcaya, el Ayuntamiento de Bilbao y la Cámara de Comercio, Industria y
Navegación, se procedió a la construcción de una importante variante de trazado,
de 3.268 metros de longitud y vía única, con la que se rodeó el aeródromo por
su extremo Este. La ejecución de las obras afectó notablemente al servicio, ya
que éste tuvo que ser suspendido y sustituido mediante autobuses desde el 10 de
junio de 1966 hasta el 1 de marzo de 1967, fecha en que se inauguró la nueva
vía.
El 11 de
mayo de 1975 se suprimió la sección de Sondika a Mungia. Archivo Euskotren/Museo
Vasco del Ferrocarril
Lamentablemente,
el rápido desarrollo que experimentó el transporte aéreo en aquellos años hizo
que la nueva traza pronto quedase anticuada, al verse afectada por una nueva
prolongación de las pistas. Sin embargo, en este caso, en lugar de optar por la
construcción de otra variante, los responsables de Ferrocarriles y Transportes
Suburbanos decidieron clausurar el tramo comprendido entre Sondika y Mungia,
que en aquella época ya era altamente deficitario ante la creciente competencia
de los transportes mecánicos por carretera, y cobrar las oportunas
indemnizaciones. De este modo, el 11 de mayo de 1975 se suspendió la
circulación de los trenes, manteniéndose únicamente en servicio la pequeña
sección de Lutxana a Sondika.
Todo parecia ponerse en contra de esta modesta línea!,desde su posible ampliación hasta Bermeo hasta la supresión final del tramo hasta el aeródromo.Austero y tan sobrio el cartel de despedida en el frontal de la unidad,pero lleno de significado y bienintencionado,como tan austeros eran los propios automotores eléctricos y la propia linea en sí!,perodesde luego que con todo el encanto y atractivo ferroviario de una epoca ya desafortunadamente irrepetible...
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