Páginas

sábado, 16 de marzo de 2019

EL FERROCARRIL DE LUTXANA A MUNGIA (II)


Interior de un coche de viajeros del ferrocarril de Lutxana a Mungia. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

Proyectos frustrados

Apenas se habían iniciado las obras de construcción del ferrocarril de Lutxana a Mungia cuando sus rectores estudiaron su posible ampliación a Bermeo, localidad costera que contaba con uno de los puertos pesqueros más importantes del Cantábrico, hecho que podría generar un notable tráfico. En contra de este proyecto jugaba la abrupta orografía de la zona, marcada por el difícil paso del alto de Sollube. Asi, aunque el gobierno autorizó el 7 de agosto de 1890 al propio Manuel Lecanda la prolongación de su línea, este proyecto jamás se llegó a materializar.

Años más tarde, la construcción del ferrocarril a Bermeo fue uno de los asuntos más recurrentes en los ambientes ferroviarios vizcaínos, con nuevas concesiones otorgadas tanto al ferrocarril de Mungia como al de Lezama y, también, al de Amorebieta a Gernika y, de hecho, finalmente sería esta línea la que se prolongase hasta la localidad costera, aunque la obra no se materializó hasta la tardía fecha de 1955.

El único proyecto ferroviario que llegó a materializarse en la zona de influencia del ferrocarril de Lutxana a Mungia fue la construcción de un enlace con la línea de Bilbao a Lezama construido por la empresa concesionaria de ésta última e inaugurado el 23 de junio de 1909. Este pequeño ramal, de apenas 763 metros de longitud, permitió el establecimiento de trenes que, con origen en Mungia, podían llegar a Bilbao, bien por la ruta tradicional Sondika-Lutxana, Bilbao (Aduana), o bien por la ruta a través del nuevo túnel ferroviario de Artxanda que unía directamente Sondika con la estación de Bilbao-Calzadas por las vías del Ferrocarril de Lezama.
En 1950 se completó la electrificación del ferrocarril de Mungia. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

Los Ferrocarriles y Transportes Suburbanos de Bilbao

La vida económica de la Compañía del Ferrocarril de Luchana a Munguía siempre se vio lastrada por el fuerte endeudamiento que arrastró desde su construcción, provocado por la escasez del capital social con la que fue constituida. Este hecho dificultó su modernización y la ampliación de su pequeña línea, que solo pudo ser afrontada cuando el 1 de julio de 1947 fue adquirida por la empresa Ferrocarriles y Transportes Suburbanos de Bilbao, S.A. por el precio de 1.150.000 pesetas. Esta sociedad agrupaba, junto a la línea que nos ocupa, los ferrocarriles de Bilbao a Plentzia, de Bilbao a Lezama, de Matiko a Azbarren y el servicio de trolebuses de Bilbao a Algorta. La nueva empresa procedió de inmediato a la modernización de la línea de Mungia, sustituyendo sus veteranas locomotoras de vapor por trenes eléctricos. La electrificación de la línea entró en servicio el 12 de octubre de 1949 entre Lutxana y Sondika, y su prolongación a Mungia el 3 de septiembre de 1950. La línea se alimentaba a –1500 voltios en corriente continua desde una subestación situada en Berreteagas, muy próxima a la estación de Sondika, que atendía tanto a la línea de Mungia como a la de Lezama.
Tren eléctrico de la línea de Lutxana fotografiado en Sondika. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi

El paso de este ferrocarril por las proximidades del aeropuerto de Sondika afectó directamente a su explotación. En los años sesenta se procedió a una primera ampliación de las pistas de vuelo por lo que, con el apoyo financiero de la Diputación de Vizcaya, el Ayuntamiento de Bilbao y la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, se procedió a la construcción de una importante variante de trazado, de 3.268 metros de longitud y vía única, con la que se rodeó el aeródromo por su extremo Este. La ejecución de las obras afectó notablemente al servicio, ya que éste tuvo que ser suspendido y sustituido mediante autobuses desde el 10 de junio de 1966 hasta el 1 de marzo de 1967, fecha en que se inauguró la nueva vía.
El 11 de mayo de 1975 se suprimió la sección de Sondika a Mungia. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

Lamentablemente, el rápido desarrollo que experimentó el transporte aéreo en aquellos años hizo que la nueva traza pronto quedase anticuada, al verse afectada por una nueva prolongación de las pistas. Sin embargo, en este caso, en lugar de optar por la construcción de otra variante, los responsables de Ferrocarriles y Transportes Suburbanos decidieron clausurar el tramo comprendido entre Sondika y Mungia, que en aquella época ya era altamente deficitario ante la creciente competencia de los transportes mecánicos por carretera, y cobrar las oportunas indemnizaciones. De este modo, el 11 de mayo de 1975 se suspendió la circulación de los trenes, manteniéndose únicamente en servicio la pequeña sección de Lutxana a Sondika.

 

1 comentario:

  1. Todo parecia ponerse en contra de esta modesta línea!,desde su posible ampliación hasta Bermeo hasta la supresión final del tramo hasta el aeródromo.Austero y tan sobrio el cartel de despedida en el frontal de la unidad,pero lleno de significado y bienintencionado,como tan austeros eran los propios automotores eléctricos y la propia linea en sí!,perodesde luego que con todo el encanto y atractivo ferroviario de una epoca ya desafortunadamente irrepetible...

    ResponderEliminar