Plano de la red del tranvía de Bilbao a Durango y Arratia. Dibujo de Pedro Pintado Quintana
¿CÓMO ERA EL
RECORRIDO DEL TRANVÍA DE ARRATIA?
La línea del TBDA, cuyo proyecto de construcción y
posterior dirección de obra corrió a cargo del ingeniero José María
Chalbaud, tenía su origen, tal y como indicaba la concesión, en la plaza del
Teatro Arriaga. En este punto se estableció inicialmente una taquilla de madera
para la venta de billetes y facturación de mercancías pero, a partir de 1910 se alquiló un local en los bajos del teatro. Con el tiempo, esta
dependencia se utilizó como oficina de viajes de los Ferrocarriles Vascongados
y más tarde de la empresa de transporte de viajeros por carretera Turytrans.
Por su parte, los muelles ubicados en este punto sobre la ría del Nervión eran
utilizados para el transbordo de las mercancías transportadas por el tranvía a
barcos y gabarras.
Muelles del teatro Arriaga, punto de origen del tranvía de Arratia. Archivo de la Autoridad Portuaria de Bilbao
Desde la plaza del Arriaga, el tranvía circulaba por
la calle de la Ribera, para cruzar el río Nervión a través del puente de San
Antón. A partir de 1907, este tramo, de doble vía, fue compartido con diversos
servicios de la Compañía del Tranvía Urbano de Bilbao, por lo que su
utilización quedó regulada por un convenio entre ambas empresas.
El tranvía de Arratia en las calles de Bilbao. Fototeca del Museo del Ferrocarril de Asturias
Una vez en la orilla izquierda, el tranvía
continuaba su camino a través de los muelles de Barandiarán y Urazurrutia,
punto en el que también había instalaciones para el intercambio de mercancías
con las gabarras que navegaban por la ría del Nervión. Para ello contaba con
una vertedera para el transbordo de minerales.
A continuación el tranvía circulaba por la variante
de Urazurrutia, abandonando la carretera para seguir por explanación propia, en
vía única. A la altura del barrio de La Peña cruzaba por segunda vez el
Nervión, mediante un elegante viaducto de hormigón construido para su uso
exclusivo.
Tranvía de Arratia en el puente de La Peña. Fotografía de Trevor Rowe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Desde La Peña el tranvía continuaba hasta Bolueta,
punto donde por tercera vez cruzaba el Nervión aprovechando el denominado
“Puente Nuevo”, que era compartido con la vieja carretera de San Sebastián.
Pronto abandonaba nuevamente este vial para proseguir su andadura por una
explanación propia en doble vía. Un túnel en curva, de doscientos metros de
longitud, en el paraje denominado “El Boquete” evitaba el largo rodeo a la
península de Lezama-Legizamón o la dura rampa de ascenso al casco urbano de
Basauri. Tras salir de la galería, la vía se situaba paralela, aunque a un
nivel inferior, a la traza del Ferrocarril del Norte, hasta llegar al barrio de
Pozokoetxe (Basauri).
Una vez en Basauri, el tranvía pasaba junto a la
importante factoría siderúrgica de la Compañía Anónima Basconia, donde contaba
con ramales de acceso a su interior, destinados al transporte de mercancías.
Tranvía a su paso por Azbarren. Fotografía de Félix Zurita Moreno de la Vega
En Azbarren, el tranvía cruzaba la vía del
Ferrocarril Central de Vizcaya mediante un paso superior de vigas de acero.
Posteriormente seguía paralelo a la vía del ferrocarril, cruzando por última
vez el cauce del Nervión, mediante un puente metálico, en Ariz.
A partir de Urbi, el tranvía retomaba la explanación
de la carretera de Bilbao a San Sebastián (no hay que olvidar que en esta época
no existía la traza actual por Bolueta y Etxebarri) hasta Galdakao pero al llegar a este
municipio, la abandonaba nuevamente para seguir por la variante de
Laminarrieta, evitando el paso por las estrechas calles del centro de la
localidad. Posteriormente, continuaba por la carretera de Bilbao a Vitoria,
aunque con pequeñas rectificaciones como las del cruce del Gallo, Usánsolo, o
Bedia, con el fin de mejorar el perfil del trazado.
Tranvía en las proximidades de Plazakoetxe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Una nueva desviación respecto a la carretera
permitía llegar a Lemoa, centro neurálgico del tranvía y localidad donde se
bifurcaba la línea hacia Durango o hacia el valle de Arratia. Por ello fue el
emplazamiento elegido para la ubicación de las cocheras, talleres principales y subestación de tracción.
En este punto, la línea disponía de un ramal a la estación del Ferrocarril
Central de Vizcaya y otro a la fábrica de Cementos Lemona.
Enlace entre el tranvía de Arratia y los Ferrocarriles Vascongados en Lemoa. Fotografía de Juan Bautista Cabrera. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Desde Lemoa el tranvía continuaba en dirección a
Durango por la carretera de Txiriboketa, hasta Amorebieta, donde cruzaba con
la vía del ferrocarril que se dirigía a Gernika mediante un paso a nivel.
Tranvía fotografiado entre Amorebieta y Durango. Fotografía de Indalecio Ojanguren
Una vez en Amorebieta, el tranvía seguía el curso de
la carretera de Bilbao a San Sebastián, con pequeñas variantes como las de
Montorra y Euba, hasta llegar a las calles de Durango, donde estableció la
terminal en la calle Fray Juan de Zumárraga, en pleno centro de la localidad.
Previamente cruzaba a nivel las vías del Ferrocarril de Durango a Zumárraga y, a
partir de 1904, también las del tren de Durango a Elorrio, explotado por el
Ferrocarril Central de Vizcaya.
Tranvía a su paso por Durango. Archivo de la Asociación Gerediaga
Por lo que respecta al ramal con destino a Zeanuri,
poco después de la bifurcación de Lemoa, el Tranvía cruzaba mediante un paso
superior las vías del Ferrocarril Central de Vizcaya. Sorprendente debió
resultar en la época la construcción de un puente que no servía para superar un
cauce fluvial, por lo que esta estructura fue popularmente conocida como el
“Puente Seco”.
Antes de llegar al Puente Seco la línea empalmaba
con el ramal que servía a la estación y a continuación con el apartadero que
enlazaba con la fábrica de Cementos Lemona. Posteriormente, el trazado seguía
en todo su curso la carretera de Vitoria hasta llegar al centro de Zeanuri. En
Urkizu existía un apartadero que daba servicio a una cantera que abastecía de
piedra a la fábrica de portland.
Tranvía en el ramal de Arratia. Fotografía de Jeremy Wiseman
La longitud total de la red tranviaria explotada por
la sociedad del TBDA era de 49,21
km . De ellos, 20 correspondían al tramo común entre
Bilbao-Arriaga y la bifurcación de Lemoa. Desde esta población hasta Durango
la línea tenía 14,6 km .,
distancia similar a la existente entre Lemoa y Zeanuri. La mayor parte del
tranvía se estableció en vía única, contando con los necesarios apartaderos
para facilitar el cruce de unidades, salvo entre Bilbao-Arriaga y Galdakao donde existían un total de 7,5
km . en tramos de doble vía.
Terminal del tranvía en Zeanuri. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Los principales tramos de doble vía y puntos de
cruce eran los siguientes:
Bilbao-La Peña
Pontón
Puente Nuevo
Basconia-Ariz
Ariz-Arkotxa
Laminarrieta
Galdakano-Plazakoetxe
Usánsolo
Lemoa
Amorebieta-Etxano
Euba
Bedia
Olarre
Urkizu
Igorre
Arandia
Artea (Castillo-Elejabeitia)
Areatza (Villaro)
Tranvía en un tramo de doble vía en Azbarren. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
La línea también disponía de apartaderos de acceso a
diversas fábricas entre las que destacaban, Venta del Cuerno, La Peña
(Barbier), Bolueta (Santa Ana), Basauri (Basconia), Urbi (Firestone), Lemoa
(Cementos), Pozueta (Elpidio Bartolomé), La Flecha, etc.
Tranvía sobre el puente de La Peña. Archivo de Enrique Andrés Gramage
UN PUENTE ELEGANTE
La realización de las variantes de trazado antes
señaladas, exigió la construcción de algunas obras de envergadura, siendo, sin
lugar a dudas, la más destacada, por sus dimensiones y su bella factura, la del
puente levantado en el bilbaíno barrio de La Peña, sobre el río Nervión.
Para evitar las duras rampas de la carretera entre
Atxuri y Bolueta, los promotores del tranvía optaron por cruzar el río a través
del puente de San Antón, para continuar por los muelles de Urazurrutia y
Barandiaran. Llegados a La Peña, el tranvía debía superar nuevamente el cauce
fluvial para alcanzar Bolueta, pero dado que en aquel paraje no había ningún
viaducto, fue preciso levantar uno de uso exclusivo para este servicio.
En la época en la que se construyó el tranvía de
Arratia, lo habitual en este tipo de obras era la utilización de estructuras de
sillería o tramos metálicos sobre estribos y pilares de piedra. Sin embargo, la
empresa tranviaria optó por emplear en su puente una técnica entonces muy
novedosa; el hormigón armado. Su ejecución fue adjudicada, en agosto de 1901,
al contratista francés François Hennebique,
con la exigencia de que los trabajos deberían iniciarse a las cuarenta y ocho
horas de firmar el contrato. Por ello, el proyecto, cuya dirección fue
encomendada al ingeniero segoviano Gabriel Rebollo Canales, fue realizado sobre
la marcha.
Vista del puente de La Peña. Se observa a la derecha la prohibición del paso de peatones. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
El puente de La Peña, bellísimo en su ligereza, estaba
formado por cuatro arcos centrales de 35 metros de luz y dos extremos, curvos, de 19,5 metros , siendo en
su momento el mayor viaducto de hormigón armado del Estado. Su tablero tenía
capacidad para una sola vía, por lo que estaba rigurosamente prohibido el paso de
peatones. Precisamente, la insistencia en esta restricción por parte de la
compañía del TBDA, es el más claro indicador de que eran muchos los vecinos de
Bolueta y La Peña los que utilizaban esta estructura para acortar sus traslados
entre ambas márgenes del Nervión.
Tranvía sobre el viaducto de La Peña. Fotografía de Trevor Rowe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Durante la Guerra Civil, los dos arcos más próximos
a La Peña fueron volados por las tropas leales a la República en su retirada.
Pocos meses después fueron reconstruidos según el proyecto original, por lo que
el puente pudo continuar prestando sus servicios al tranvía hasta la definitiva
clausura de éste en 1964. Posteriormente fue asíduamente utilizado como
pasarela peatonal hasta que las dramáticas inundaciones del verano de 1983 lo
destruyeron por completo. En la actualidad, en su viejo emplazamiento se
levanta un moderno puente con paso para automóviles y peatones.
Además del hermoso puente de La Peña, el TBDA
contaba con otras estructuras sobre ríos y arroyos en sus diversas variantes de
trazado, siendo sin duda el más destacado el viaducto de Aríz (Basauri),
formado por dos tramos metálicos de dieciséis metros de luz, apoyados en una
pila central de sillería.
Verdaderamente impresionante el trazado y toda la informacion relativa a este servicio,desconocido por completo personalmente por mi...Quiza mas que de tranvia,se podria denominar un servicio de ferrocarril de cercanias-interurbano en toda regla,dadas las obras de fabrica,servicios a cubrir tan completos...Se podrian saber velocidades comerciales,tiempos de viajes,ect?
ResponderEliminar¡Felicitaciones por el magnífico artículo y por el blog!
ResponderEliminarDos preguntas: ¿sabes si en los muelles de Barandiarán y Urazurrutia la vía era doble? Hablarás de als cocheras que se veían desde la vía de FV en la parte final de esos muelles? (creo que eran unas cocheras del tranvía o eso me parceía de pequeño).
Muchas gracias
Si, había doble vía en los muelles. En cuanto a las cocheras, hablaremos en próximas entregas...
EliminarMuchas gracias por al respuesta.
EliminarCarlos Urkiola
De pequeño lo atravesé y sentí el vértigo de ver el agua a través de los boquetes q tenía...adolescencia
ResponderEliminarGracias por el articulo
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