Automotor de los ferrocarriles eléctricos de Granada, clausurados en los años setenta. Fotografía de Trevor Rowe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
LA DECADENCIA
Durante el franquismo, las líneas de vía ancha
tomaron el relevo en el desarrollo de la tracción eléctrica, con la puesta en
tensión de más de 3.000
kilómetros de vías, cifra que contrasta notablemente con
los escasos 187
kilómetros de líneas electrificadas en ancho inferior al
normal. En este periodo no se afrontaron grandes proyectos, sino que las nuevas
electrificaciones se limitaron a complementar las existentes, poniendo en
tensión diversas prolongaciones y ramales de líneas que ya disponían este sistema
de tracción. Por otra parte, a partir de 1956 se inició un proceso de
regresión, con la clausura de numerosas líneas, lo que supuso la supresión de 442 kilómetros de
vías electrificadas.
Ferrocarril de Matiko a Azbarren, electrificado en 1949. Archivo del ayuntamiento de Etxebarri
Las principales electrificaciones de este periodo se
concentraron en el País Vasco, Cataluña y Valencia. En la primera de estas
comunidades se pusieron en tensión las líneas de Luchana a Munguía, de Matico a
Azbarren (ambas en 1949), de Bilbao a Lezama (1950) y de Amorebieta a Bermeo
(1973), así como los ramales de Durango a Elorrio (1946) y de Andollu a
Estíbaliz (1948), realizados todos ellos a la tensión de 1.500 Vcc.
En los años cincuenta se electrificó el ferrocarril de Valencia a Villanueva de Castellón. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
En este mismo periodo, se completó la
electrificación de la red de cercanías de Valencia con la progresiva puesta en
tensión de las líneas de Valencia a Villanueva de Castellón y de Valencia a
Nazaret, realizadas, al igual que el resto de la red suburbana explotada por la
Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia, a la tensión de 600 Vcc. En
el mismo valor se efectuaron las prolongaciones comprendidas entre Chauchina y
Fuente Vaqueros (Granada) y entre Aboño y Gijón (Asturias), inaugurados en 1939
y 1950.
La Compañía General de Ferrocarriles Catalanes emprendió la electrificación de su línea principal de Barcelona a Manresa. Fotografía de Werner Hardmeier
Por último, cabe destacar en Cataluña la
electrificación de la línea de Barcelona a Manresa. El primer tramo entre
Barcelona y Sant Boi, electrificado en 1926, fue progresivamente ampliado a
partir de 1960, llegando la catenaria en 1971 a Monistrol. Sin embargo, la situación de
crisis que vivió la concesionaria, al igual que la mayor parte de empresas
explotadoras de vía estrecha en la época, ralentizó la conclusión del proyecto,
que no sería finalizado hasta el año 1984.
En 1966 se clausuró el ferrocarril de La Loma (Jaén). Fotografía de Trevor Rowe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Por su parte, la clausura de diversas líneas supuso
una clara regresión de la tracción eléctrica en la vía estrecha. Este proceso
se inició con la supresión de pequeñas líneas altamente deficitarias como el
Ferrocarril del Irati, el ramal de Loyola a Hernani o la línea de Valencia a
Nazaret. Sin embargo, entre 1966 y 1975, FEVE desmanteló redes completas como
es el caso del Ferrocarril de Linares a Úbeda y Baeza, clausurado en 1966, el
Vasco-Navarro, suprimido el año siguiente, la red suburbana de Granada,
eliminada en 1974, los diversos ramales de los Ferrocarriles Vascongados,
suprimidos en 1975 o la singular electrificación de Puertollano a Conquista,
desmantelada en 1970.
Estupenda descripcion en esta tercera entrega de la gran variedad de lineas y ramales que contaban con tendido electrico aunque tristemente algunos de ellos ya abocados a su extincion...Excelenten fotografias,como siempre,esperamos con gran interes las siguientes entregas
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