En estos tiempos de
crisis generalizada, en los que parece casi milagrosa la
supervivencia de numerosas empresas, es realmente sorprendente el hecho de que
la empresa de construcción de material ferroviario Ganz pueda celebrar su
ciento setenta aniversario.
Sobreviviendo a la
disolución del imperio Austro-Húngaro, a la invasión alemana en la segunda
guerra mundial, a la ocupación soviética en 1956, o a la más reciente caída
del telón de acero, la Casa Ganz es, en la actualidad, uno de los más veteranos constructores de material ferroviario de todo el mundo.
Locomotora eléctrica construida por Ganz para los ferrocarriles húngaros. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
En 1844 Abraham
Ganz estableció una pequeña fundición que pronto diversificaría su producción con la construcción de sus primeros vehículos para los nuevos ferrocarriles que comenzaban a implantarse en el imperio Austro-Húngaro. Años más tarde, en 1880, la empresa consolidó su actividad en el sector con la adquisición de la Elsö Magvar Vasúti Kocsigvár Rt.(Factoría húngara de construcción de material ferroviario, sociedad limitada), principal fabricante de material remolcado del país magiar.
En 1878, Ganz creó una
división de equipos eléctricos, y en 1889 realizó sus primeras incursiones en el campo de la tracción
eléctrica, con la construcción de tranvías urbanos para Budapest,
siendo uno de las empresas europeas pioneras en este novedoso sistema.
Automotor diesel tipo Arpad, similar a los construidos por Ganz para la Compañía del Norte. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
A comienzos del presente
siglo, la sección eléctrica había adquirido tal desarrollo que Ganz optó por
segregarla, creando la filial Ganz Electric. Por otra parte, en 1911 Ganz se fusionó con la
casa Danubius, especializada en locomotoras, vagones, así como en construcciones navales
para el transporte fluvial por el río Danubio. En esta época Ganz emprendió la
construcción de automotores, primero de vapor y más tarde de combustión
interna.
Tras la primera guerra
mundial y la desmembración del imperio austro-húngaro, Ganz buscó nuevos mercados para su producción, con notables exportaciones a numerosos países del continente. Así fabricó coches para el
Transiberiano, tranvías urbanos para Moscú, Holanda o Hungría, coches para
Italia y locomotoras y automotores para España. También en esta época diseñó su
excelente bogie Ganz para coches de viajeros, que más tarde sería copiado en
España por la Sociedad Española de Construcción Naval, aunque con mediocres
resultados.
Unidad diesel construida por Ganz. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Finalizada la segunda
guerra mundial, Hungría quedó bajo la órbita soviética, con graves efectos sobre la tradicional política exportadora de Ganz. Mientras los mercados
occidentales cerraban sus puertas a este experimentado constructor, los países del Este y también los que se encontraban en vías de desarrollo se convirtieron en sus principales
clientes. De este modo, los productos de Ganz se implantan en Yugoslavia, Egipto, Túnez o Argentina.
Placas de construcción de una locomotora eléctrica de los ferrocarriles húngaros. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
En 1959 Ganz se fusionó con Mavag, el principal constructor de locomotoras de vapor de Hungría, cuya
producción se había iniciado en 1870. Ese mismo año construían su última
locomotora de vapor, iniciando el desarrollo de nuevos modelos de locomotoras
diesel y eléctricas, tanto para el mercado interior como para la exportación.
En 1980 Ganz realizó su,
por el momento, última incursión en el mercado español. Se trata de las diez
unidades eléctricas de la serie 3600 construidas para FEVE, bajo licencia, por
Babcock & Wilcox.
Bogie diseñado por Ganz para las unidades de la serie 3600 de FEVE. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Tras la caída del telón
de acero, Ganz fue una de las primeras empresas estatales de Hungría en ser
privatizada, ya que dado su prestigio internacional pronto despertó el interés de numerosas
empresas europeas del sector. Lamentablemente, el difícil proceso de privatización provocó la progresiva pérdida de cuota de mercado internacional e incluso en el doméstico, firmas como CAF o Siemens han logrado importantes contratos. Pese a las dificultades, en la actualidad Ganz Holding mantiene una notable actividad industrial, incluida la construcción y reparación de vehículos ferroviarios y tranviarios. Tras 170 años de trayectoria, esperemos que esta histórica empresa pueda recuperar el brillo del pasado.
Unidad intercity construida por Ganz para los ferrocarriles húngaros. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Interesantisimo articulo,¡nada menos que la legendaria firma Ganz!,y su gran evolucion a partir de unos modestos origenes.Excelentes las imagenes que lo acompañan,esperamos con ansias la segunda entrega
ResponderEliminarMe interesé por la empresa,porque compre un artefacto de iluminación antiguo,en cuyo fanal de cristal verde se lee,"GANZ &Cia" BUDAPEST. Muy interesante el artículo. Sds
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