Propuesta de enlaces entre las redes ferroviarias del Cantábrico, el Centro y el Mediterráneo. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Del Cantábrico al Mediterráneo
Más compleja era la unión de la red ferroviaria del Cantábrico con las del Centro y Levante, ya que exigía la construcción de 637 kilómetros de
nuevas vías, sobre todo en Navarra y Aragón.
La estación de Estella sería uno de los puntos de inicio de los enlaces entre el Cantábrico y el Mediterráneo. Fotografía de Juan Bautista Cabrera. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En realidad, esta unión se podía verificar por dos rutas diferentes. La primera tenía su origen en la estación de Estella, terminal del ferrocarril Vasco-Navarro y exigía la construcción de las líneas de Estella a Marcilla y Tudela. A partir de la capital de la ribera navarra se podía utilizar el trazado del tren de vía métrica a Tarazona para continuar por una nueva vía hasta Molina de Aragón, punto en el que estaba previsto que concluyese el madrileño ferrocarril del Tajuña que, finalmente, solo había alcanzado la población alcarreña de Alocén. Por tanto, era necesario construir el tramo de Alocén a Molina y su prolongación hacia Caminreal, Ojos Negros y Vivel del Río Martín, sección que facilitaría la unión con el ferrocarril minero de Sierra Menera y el de Utrillas a Zaragoza.
Locomotora sistema Mallet del ferrocarril de Tajuña, línea que debía enlazar las redes del Cantábrico y del Mediterráneo con Madrid. Fotografía de Trevor Rowe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
La segunda ruta alternativa partía de Sangüesa, punto final
del ferrocarril eléctrico del Irati, desde donde se proponía construir una
línea hasta Sádaba, para continuar por el ferrocarril de Gallur hasta Tauste.
Desde esta villa, se construiría un nuevo trazado hasta Zaragoza, donde gracias
al ferrocarril de Utrillas y al enlace antes mencionado entre Vivel del Río
Martín y Ojos Negros, se podría conectar con el ferrocarril de Sierra Menera.
Estaba previsto que el ferrocarril de Utrillas formara parte de los enlaces de vía métrica entre el Cantábrico y el Mediterráneo. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
A través del ferrocarril de Sierra Menera, los trenes de vía
métrica procedentes del Cantábrico podrían llegar hasta orillas del
Mediterráneo, en Sagunt. La construcción de otro corto enlace, de apenas 10 kilómetros ,
facilitaría la conexión con Rafelbunyol, cabecera Norte de una de las líneas del
trenet valenciano.
Enlaces previstos en el País Valenciano y Murcia. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Curiosamente, el anteproyecto publicado en la memoria de la
Explotación de Ferrocarriles por el Estado de 1942 obviaba el paso por Valencia
cuando, en aquella época, no existía unión entre la red del Norte, incluida la
línea de Rafelbunyol, y la del sur, que era necesario seguir hasta llegar a
Masalavés, donde un nuevo enlace de 7 kilómetros
permitiría la conexión con Carcaixent y, desde esta localidad, con la amplia
red de vía estrecha de Alicante y Murcia, conformada por otros 350 kilómetros .
Además, se proponía la construcción de una nueva línea entre Cieza y Alguazas,
así como el estrechamiento de los 16 kilómetros del ferrocarril de Caravaca entre
Alguazas y Murcia, paralelos a la antigua línea de vía ancha de MZA de
Chinchilla a Cartagena, para utilizar como terminal más meridional de esta
fabulosa colección de líneas la estación de Zairiche. Como se ha señalado, el
conjunto total sumaba 3.974
kilómetros de ferrocarriles de vía métrica.
Proyecto de enlaces de las redes manchega y andaluzas. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
La red Manchego-Andaluza
El anteproyecto de enlaces proponía una segunda red de
ferrocarriles de vía métrica en el entorno de la Sierra Morena. Para ello,
pretendía unir los ferrocarriles mineros de Huelva: Tharsis-Odiel, Buitrón-San
Juan del Puerto, Río Tinto a Zalamea, Nerva y Huelva, con los ferrocarriles
sevillanos de Cala y de Aznalcollar al Guadalquivir, por una parte, y con el
Peñarroya a Puertollano por otra. Sin embargo, en la Memoria de la Explotación de
Ferrocarriles por el Estado nada se dice de cómo se pretendía salvar los
diferentes anchos de vía existentes en la región ya que, aunque todas las
líneas antes mencionadas eran de vía estrecha, ello no quería decir que compartiesen
la misma separación entre las caras interiores de los carriles. De hecho, tanto
las líneas sevillanas como el tren de Puertollano eran de vía métrica, pero los
onubenses tenían una separación ligeramente superior: 1.067 mm ., salvo el de
Tharsis en que ésta era aún mayor: 1.200 mm .
Locomotora del ferrocarril de Tharsis a Odiel, con un ancho de vía de 1.200 mm., lo que habría dificultado su integración en una red de vía métrica en el Sur de España. Fotografía de Gustavo Reder. Archivo del Museo Vasco del Ferrocarril
Para conectar los ferrocarriles mineros onubenses con los
sevillanos, obviando el problema del diferente ancho de vía, era suficiente con
construir un corto aunque difícil enlace entre Nerva y La Peña, de tan solo 12 kilómetros de
longitud. Más complejo era lograr la unión con el ferrocarril de Puertollano,
que exigía establecer una nueva vía entre Santa Olalla y Fuente del Arco, de 69 kilómetros de
recorrido. El anteproyecto también contemplaba la conclusión del ferrocarril de
Puertollano a La Carolina, cuyas obras llevaban años paralizadas, lo que habría
permitido agrupar también los 76 kilómetros de ferrocarriles de vía métrica
existentes en el entorno de Linares. Además, incluía también el tren de
Puertollano a Valdepeñas que debería ser ensanchado, ya que la separación entre
sus carriles era de tan solo 750
mm .
Tren de los Ferrocarriles Suburbanos de Málaga. Fotografía de Trevor Rowe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
La red del Sur
Los anteproyectos estudiados a partir de la Orden Ministerial
del 30 de noviembre de 1941 todavía contemplaban la constitución de una tercera
red, la más meridional y reducida, con la conexión de las redes suburbanas que
irradiaban desde Málaga y Granada. Para ello era preciso construir un nuevo
ferrocarril entre Ventas de Zafarraya y Granada, de 72 kilómetros de
longitud, así como la línea de Dúrcal a Motril, de 43 kilómetros . Es
preciso recordar que las dificultades orográficas que presentaba este último
trayecto impulsó al primitivo promotor de este proyecto, la compañía de los
Tranvías Eléctricos de Granada, a sustituir la vía férrea convencional por un
espectacular teleférico. De haberse materializado estos enlaces, se habría
conformado una red de otros 548 kilómetros .
El proyecto de enlaces planteaba la unión de los Suburbanos de Málaga con los ferrocarriles de vía métrica de Granada. Fotografía de Christian Schnabel. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En conclusión
Como se ha señalado, cuando el Ministerio de Obras Públicas
planteó los anteproyectos de enlaces ya no eran tiempos para la construcción de
nuevos ferrocarriles, y menos en vía métrica. De hecho, ninguna de las obras
propuestas pasó del papel, salvo algunos movimientos de tierras realizados
entre Masalavés y Carcaixent que nunca llegaron a ser culminados. Por el
contrario, con el paso del tiempo, muchos de los ferrocarriles que se pretendía
enlazar fueron clausurados y, de hecho, en la actualidad, no sobrevive en servicio comercial ni un solo kilómetro de las hipotéticas redes Manchego-Andaluza y del
Sur.
En la actualidad, ninguna de las líneas de vía estrecha de La Mancha y Andalucía presta servicio comercial. Fotografía de Martin Von Simsom. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Mejor suerte han corrido las líneas de vía métrica del
corredor del Cantábrico, donde se conservan en servicio 1.280 kilómetros ,
así como las del Levante, donde se mantiene en plena actividad la línea de
Alicante a Denia y el antiguo trenet de Valencia, convertido en el moderno
Metro de la capital del Turia. Curiosamente, las obras de este metropolitano
han permitido unir las líneas de vía métrica del Norte y del Sur de la ciudad,
algo que no habían tenido en cuenta los anteproyectos de enlaces de los
ferrocarriles de vía métrica.
Estación de Rafelbunyol. El Metro de Valencia ha solucionado la unión de las líneas del Norte y del Sur de la ciudad. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
Fascinante descripcion de esas lineas que en muchos casos no pasaron de proyecto,hubiera sido bonito e interesante desde el punto de vista del aficionado si se hubieran llevado a cabo las inconclusas o no construidas,pero,ya se sabe...Excelentes los planos y material grafico,por supuesto
ResponderEliminarRetrochar el Santander-Mediterráneo a vía métrica...
ResponderEliminarSegún me contaron en 1981 veteranos trabajadores de la Zona Sur de Valencia las explanaciones para enlazar con el Carcagente Denia databan de la Guerra Civil sin que desgraciadamente llegaran a concluir el mismo. ¡¡Qué poco faltó!! Respecto al enlace Zona Norte Sur en Valencia tengo entendido que se llegaron a hacer traslados entre las estaciones de Grao y Nazaret por el Puerto(de esto no vi nunca referencia escrita, sólamente oral)
ResponderEliminarVeo aquí, el enlace entre el Ferrocarril de Puertollano a Peñarroya y Fuente del Arco con el de Linares a La Carolina y prolongaciones, que yo sepa sólo funcionó hasta la mina Rosa a un par de kilómetros de La Carolina y hasta el Centenillo pasando por Los Guindos estuvo realizada la explanación, no sé si los tramos metálicos estuvieron puestos y los túneles perforados.
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