Tren de mercancías de los Ferrocarriles Vascongados
Uno de los ferrocarriles de vía métrica más interesantes de Suiza es el de Motreux al Oberland bernois, más conocido por sus siglas MOB. Los trenes de esta empresa enlazan la estación de Montreux, a orillas del lago Leman, con la red de los ferrocarriles federales (CFF-SBB) y en la de Zweisimmen con la compañía privada de ancho normal del BLS. Además, en Montbovon sus vías conectan con las de otra concesionaria de vía métrica, los Transports Publics Fribourgeois.
No deja de resultar llamativo que, poco después de culminar la electrificación de la línea principal de los Ferrocarriles Vascongados, y la introducción de los trenes de lujo Pullman entre Bilbao y San Sebastián, los primeros en la vía métrica europea explotados por la prestigiosa Compañía Internacional de Coches-Cama, los MOB también pusieran en servicio un tren de lujo Pullman entre Montreux y Zweisimmen, al mismo tiempo que modificaban su sistema de electrificación con la implantación de una catenaria autocompensada conceptualmente idéntica a la de los Ferrocarriles Vascongados.
Esquema del sistema de catenaria autocompensada Pontecorvo utilizada por los Ferrocarriles Vascongados. Se aprecia como los hilos sustentador y de contacto intercambiaban su posición en el centro de cada vano
En efecto, Ferrocarriles Vascongados optó, en la electrificación de su línea de Bilbao a San Sebastián, por utilizar un peculiar método
de catenaria autocompensada diseñada por el ingeniero italiano Lello Pontecorvo. En este
sistema la línea aérea estaba formada por dos parejas de hilo de cobre
electrolítico de 75 milímetros cuadrados cada uno de ellos, que se cruzaban en
cada centro de vano. De este modo, el par de hilos que era sustentador en la
primera mitad de un vano, se convertía en el de contacto en la segunda mitad,
continuando en la misma forma hasta el centro del siguiente vano, en donde los
hilos volvían a cruzarse y cambiar nuevamente sus funciones. Con esta
disposición, si se hubiera dispuesto de péndolas de longitud variable, la superficie
de contacto de la catenaria se desplazaría paralelamente a la vía, con lo que
se podría conseguir que, al variar la temperatura, bajase o subiese con respecto a
los carriles y mantuviera automáticamente su horizontalidad, algo
imprescindible para la buena captación de la corriente y también para la
correcta conservación de los frotadores de los pantógrafos y del propio hilo de
trabajo. Además, cuando el desgaste de los hilos de contacto exigiera su
sustitución, sería suficiente cambiar su posición, pasando a ser los
sustentadores, mientras que los que habían desarrollado esta última función, se
convertirían en los de contacto. Por tanto, al menos en teoría, la vida de la instalación se
duplicaba, optimizando al máximo el aprovechamiento de un material de elevado
coste como es el caso del cobre electrolítico.
Estación de Zumárraga. Se aprecia como, en cada vano, los hilos de sustentación y de contacto intercambian su posición
En un principio, el MOB había electrificado sus vías con el sistema Allioth, que consistía en un doble hilo de contacto, de tipo tranviario, sin cable sustentador. Sin embargo, con el progresivo incremento de la potencia de las locomotoras y automotores en servicio en este ferrocarril, pronto se vieron las limitaciones de este sistema. Por ello, a partir de 1934, se procedió a su modificación, bajo la dirección del ingeniero Werner Otth.
Detalle de la catenaria sistema Rotth del MOB, instalada a partir de 1934 y conceptualmente idéntica a la catenaria autocompensada Pontecorvo de los Ferrocarriles Vascongados de 1929. Se aprecia el cruce de los dos hilos en el vano central
Aunque en el MOB la nueva catenaria se conoce como sistema Rotth, en realidad, su concepto era idéntico al de la catenaria Pontecorvo de los Ferrocarriles Vascongados. De hecho, lo que Werner Rotth hizo fue aprovechar los dos hilos de contacto existentes para obtener una catenaria simplificada utilizándolos, alternativamente, como hilo de contacto e hilo sustentador y, al igual que en la catenaria de los Ferrocarriles Vascongados, el cruce de los dos hilos se realizaba en el centro de cada vano.
Composición de coches Pullman de los Ferrocarriles Vascongados, remolcados en un viaje de pruebas con una locomotora de vapor
Por lo que respecta a los trenes de lujo, en 1931 el MOB implantó el Golden Mountain Express, dotado de coches Pullman, también explotados por la Compañía Internacional de Coches-Cama y que, al igual que los de Vascongados, fueron construidos siguiendo los mismos criterios estéticos que los coches utilizados en los más lujosos expresos europeos. Lamentablemente, la experiencia no alcanzó los resultados esperados y, poco después, el Golden Mountain Express fue suprimido. En 1939, sus elegantes coches fueron vendidos a los Ferrocarriles Réticos, donde todavía se explotan en circulaciones especiales. Por su parte, a partir del año 2006, el MOB "resucitó" los servicios Pullman de la mano del Golden Pass Classic.
Puede que todo lo anterior se deba a una simple casualidad, pero la coincidencia entre Vascongados y el MOB, tanto en sus sistemas de electrificación como en la utilización de trenes Pullman, hace suponer que, tal vez, técnicos del MOB conocieron de primera mano las realizaciones del ferrocarril de vía métrica de Bilbao a San Sebastián y decidieron aplicarlos en su línea. No en vano, a finales de los años veinte, la empresa vasca era el principal referente de la vía métrica no solo en la Península Ibérica, sino en toda Europa. Por otra parte, no hay que olvidar que parte del material motor adquirido por Vascongados para su electrificación era de origen helvético, en concreto, las primeras diez locomotoras, suministradas por Brown Boveri y las conmutatrices de las subestaciones, fabricadas por Oerlikon.
Antiguo coche Pullman del MOB, en servicio en los Ferrocarriles Réticos
Puede que todo lo anterior se deba a una simple casualidad, pero la coincidencia entre Vascongados y el MOB, tanto en sus sistemas de electrificación como en la utilización de trenes Pullman, hace suponer que, tal vez, técnicos del MOB conocieron de primera mano las realizaciones del ferrocarril de vía métrica de Bilbao a San Sebastián y decidieron aplicarlos en su línea. No en vano, a finales de los años veinte, la empresa vasca era el principal referente de la vía métrica no solo en la Península Ibérica, sino en toda Europa. Por otra parte, no hay que olvidar que parte del material motor adquirido por Vascongados para su electrificación era de origen helvético, en concreto, las primeras diez locomotoras, suministradas por Brown Boveri y las conmutatrices de las subestaciones, fabricadas por Oerlikon.
Tren Golden Pass Classic a su paso por la estación de Chateau-D'Oex
Vista de un coche de primera clase del Golden Pass Classic
Interior de un coche de primera clase del Golden Pass Classic del MOB
Interior de un coche de segunda clase del Golden Pullman Classic
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ResponderEliminarEste post es un verdadero lujo.
ResponderEliminarVascongados forever...