EL RENACIMIENTO DEL TREN MINERO
El cierre del ferrocarril de Utrillas a Zaragoza coincidió en el tiempo con la clausura del tren minero, con vía de 600 milímetros de ancho, que conectaba la estación de Utrillas-Montalbán con las minas. El pequeño tren fue sustituido por camiones que transportaban directamente los lignitos a los centros consumidores, como la térmica de Aliaga y, a partir de 1970, la de Escucha.
A diferencia de otros ferrocarriles mineros, inmediatamente achatarrados tras su clausura, en el caso de Utrillas, sus locomotoras quedaron apartadas en su rotonda de la estación de Utrillas-Montalbán. Este hecho permitió que todas ellas hayan podido sobrevivir, aunque la mayoría, en diferentes museos y ferrocarriles turísticos de Gran Bretaña y Alemania. Únicamente la número 31 pudo ser preservada por el Ayuntamiento de Utrillas, que la colocó como monumento frente al cuartel de la Guardia Civil de la localidad.
La última de las locomotoras conservadas en la rotonda de Utrillas-Montalbán, la número 1 «Hulla», junto a un pequeño coche de viajeros popularmente conocido como «el tranvía», fuer preservada, in extremis, por el arquitecto zaragozano José María Valero Suárez en 1985. Poco después, en 1987, tras su restauración, pudo ser expuesta en una magna exposición ferroviaria celebrada en Zaragoza.
Veinticinco años más tarde el Ayuntamiento de Utrillas decidió adquirir a José María Valero la locomotora número 1 «Hulla» y el coche de viajeros, elementos clave para la recuperación de un pequeño tramo del antiguo ferrocarril minero. Así, en el año 2012 se puso en marcha un pequeño tramo, apenas unos centenares de metros, que pronto suscitaron el interés de los amigos del ferrocarril de toda España.
El renacido tren de Utrillas pronto atrajo a la comarca turistas de todo el país, algo que jamás se había visto en esta pequeña localidad de la España vaciada. El tren de vapor se convirtió en el nuevo motor de la localidad, lo que impulsó su progresiva ampliación, tanto en el material móvil como en el recorrido, que el 4 de diciembre de 2017 completó el trayecto entre el pozo Santa Bárbara y el antiguo hospital minero, en la actualidad, centro de interpretación de la minería.
Ante la escasa capacidad del pequeño «tranvía», técnicos del Ayuntamiento de Utrillas construyeron dos coches de viajeros inspirados en modelos de época de la antigua firma francesa Decauville. Además, repararon dos antiguas locomotoras diesel Deutz, utilizadas en las propias minas, con las que es posible reforzar el servicio. El último logro ha sido la restauración de la locomotora número 31 que, en su día, había preservado el consistorio y expuesto como monumento.
Este verdadero milagro, en el que un pequeño tren turístico ha puesto a Utrillas en el mapa y atraído miles de visitantes a la localidad, solo ha sido posible gracias a la firme apuesta por el proyecto del Ayuntamiento de Utrillas y a la colaboración de los voluntarios de la Asociación de Amigos del Ferrocarril y los Tranvías de Zaragoza, que desde el primer momento han aportado su trabajo y experiencia en la explotación del servicio.
Una maravilla observar las imágenes del excelente estado del material y la espléndida presencia de la locomotora "Hulla"circulando feliz y muy merecidamente y el también delicioso locotractor Deutz,me recuerda en buena medida a aquellas diminutas eléctricas de Duro Felguera,y la satisfacción,desde luego,de quienes tuvísteis la suerte de realizar esa visita en 2013,se imagina uno perfectamente la experiencia!.Desde luego es un milagro,bien logrado y merecido gracias al enorme esfuerzo e interés de todas las partes implicadas en su funcionamiento!...
ResponderEliminar