El ferrocarril del Monte Ulía fue la primera concesión ferroviaria electrificada en España
Habitualmente se ha venido considerando la
electrificación del tramo Gergal-Santa Fé, (Almería) inaugurada el 1 de Junio de 1.911,
como la primera aplicación de la tracción eléctrica en los ferrocarriles españoles de servicio publico. Sin embargo,
esta es una verdad a medias. Es en efecto pionera en una línea de vía ancha,
así como la única realizada en corriente alterna trifásica, pero existen
antecedentes en otros anchos que no se deben olvidar.
La de Gergal a Santa Fe fue la primera electrificación española de una línea de vía ancha, pero antes, el nuevo sistema de tracción ya se había aplicado en diversas líneas de vía estrecha. Fotografía de Peter Willen
En Navarra, los estudiosos del ferrocarril
reivindican tímidamente (sobre todo por que son pocos...) que el ferrocarril de
vía métrica de Pamplona a Aoiz y Sangüesa, popularmente conocido como “Irati”,
entró en servicio unos meses antes que la línea andaluza, en concreto el 23 de
Abril de 1911. El Ferrocarril del “Irati”, de concesión estrictamente
ferroviaria, contaba con un tramo sobre vías públicas desde Pamplona hasta
Huarte, para continuar en explanación propia en el resto del recorrido. Este
primer tramo se electrificó al igual que la mayor parte de los tranvías a 600
V.c.c., mientras que el resto de la línea se alimentaba a 6.000 voltios en corriente
alterna monofásica a 25 Hz. por lo que se convertía en el único ferrocarril que
ha empleado la corriente alterna monofásica hasta la inauguración del AVE en 1992.
Lamentablemente, este interesantísimo ferrocarril fue clausurado el 31 de
Diciembre de 1955.
El ferrocarril del Irati fue el primero en emplear en España corriente alterna monofásica en su electrificación
Por su parte, en Catalunya reivindican como primera
electrificación del estado la de la línea de Barcelona a Sarriá. Este
ferrocarril fue inaugurado el 23 de Junio de 1863 con vía ancha y tracción
vapor. A comienzos de siglo se procedió al cambio de ancho, adoptando el
internacional, y a su electrificación, entrando en servicio el nuevo sistema el
28 de Octubre de 1905. La tensión elegida, 600 voltios en corriente continua, y
el material móvil adoptado, de características eminentemente tranviarias, hace
que muchos consideren esta línea como un tranvía más. Sin embargo, su concesión
era ferroviaria y todo su recorrido transcurría por explanación propia, sin
hacer uso de vías públicas.
El ferrocarril de Sarriá fue la primera electrificación ferroviaria de Cataluña y, en la actualidad, la segunda más antigua en servicio en España. Fotografía de Christian Schnabel
En la actualidad, el Ferrocarril de Sarriá sigue en
activo, pero si investigamos entre las líneas desaparecidas podemos encontrar dos
interesantes sorpresas, ambas en el territorio histórico de Gipuzkoa. Se trata
de los Ferrocarriles de San Sebastián a Hernani y el del Monte Ulía.
Ferrocarril de San Sebastián a Hernani. En la actualidad, EuskoTren explota el tramo comprendido entre San Sebastián-Amara y Loiola, como parte de la línea del "Topo". Electrificada en 1903, esta es la sección con tracción eléctrica más antigua de España
El Ferrocarril de San Sebastián a Hernani fue inaugurado,
desde sus orígenes con tracción eléctrica, el 2 de Agosto de 1903. Al igual que
el ferrocarril de Sarriá, tanto la tensión elegida como el material móvil era
similar al empleado por las redes de tranvías. Sin embargo, la concesión era de
carácter ferroviario y todo el recorrido, salvo las penetraciones urbanas en
San Sebastián y Hernani, así como un puente sobre el río Urumea, estaba
establecido en plataforma independiente. Lo mismo sucede con el ferrocarril del
Monte Ulía, cuyo recorrido transcurría en su totalidad por explanación propia.
Inaugurado el 8 de Junio de 1902 puede por tanto considerarse a esta línea como
la primera concesión, estrictamente ferroviaria y de servicio público, electrificada en el estado
español.
El
objetivo del Ferrocarril de Ulía era eminentemente recreativo, ya que su
finalidad era la de facilitar el acceso a la cima del monte Ulía, situado al
Este de San Sebastián. Desde su cima, el turista podía disfrutar de unas
magníficas vistas sobre el mar Cantábrico y la ciudad. El propio paisaje era
uno de los principales atractivos del parque, que se completaba con un
restaurante, pistas de tenis, un tiro de pichón y, desde 1907, con un
trasbordador aéreo, el primero de su género en el mundo.
El ferrocarril de Ulía ofrecía a los turistas una impresionante vista sobre San Sebastián
La
cima del monte Ulía se encontraba a cierta distancia de la ciudad, por lo que,
para facilitar el acceso de los veraneantes en una época en la que los
automóviles no eran sino una rara extravagancia, los promotores del parque
decidieron construir un ferrocarril. La nueva vía, con un recorrido de tres
kilómetros, permitiría descender hasta las inmediaciones de Ategorrieta, punto
en el que los excursionistas podrían tomar los tranvías urbanos para llegar
hasta el centro de la ciudad.
La
primera concesión para el establecimiento de esta vía férrea se remonta al 28 de junio de
1895, fecha en la que Vicente Machimbarrena Gogorza obtuvo la
autorización necesaria para la construcción y explotación de un ferrocarril de
cremallera en este trayecto. En principio, la tracción de los trenes estaría
asegurada mediante locomotoras de vapor.
El nuevo proyecto fue acogido con interés por la Compañía del Tranvía de
San Sebastián, ya que el nuevo ferrocarril se convertiría en tributario de su
línea a Rentaría en las inmediaciones de las cocheras de Ategorrieta, punto en
el que los viajeros con origen o destino en el centro de la ciudad deberían
realizar trasbordo desde los tranvías a los trenes de cremallera o viceversa.
Además, no hay que olvidar que su promotor y algunos de sus familiares más
directos, eran importantes accionistas del tranvía urbano.
Durante tres años, Vicente Machimbarrena no fue
capaz de materializar el proyecto, por lo que en 1898 decidió transferir sus
derechos a su hermano, Fermín, operación autorizada por una Ley promulgada el 2
de septiembre de 1898. Es interesante resaltar que, gracias al progreso que
había experimentado la tracción eléctrica en los últimos años del siglo XIX, la
nueva norma legal modificaba la concesión de 1895 y daba libertad al promotor
para elegir el sistema de tracción que considerase más conveniente, así como
para mantener o prescindir de la cremallera.
Fermín Machimbarrena procedió al replanteo de la
propuesta original y pronto pudo constatar que, gracias a la mayor potencia de
los motores eléctricos, los trenes podrían ascender a la cima del Monte Ulía
sin necesidad de instalar un sistema de cremallera. Por ello, una vez redactado
un nuevo proyecto con tracción eléctrica, el 16 de febrero de 1900 obtuvo la
concesión definitiva para la construcción de
su ferrocarril. Un año más tarde, el 1 de agosto de 1901, quedó
constituida la Compañía
del Ferrocarril del Monte Ulía, dotada de un capital social de 530.000 pesetas.
Automotor fotografiado en la estación superior del Monte Ulía
Un año antes de que quedara definitivamente
constituida la compañía explotadora ya se habían emprendido las obras,
dirigidas por el ingeniero Ramón Elósegui, las cuales ya estaban finalizadas en
1901. Sin embargo, su inauguración tuvo que posponerse ante el retraso del
fabricante del material móvil, La Industria Eléctrica
de Barcelona, en el suministro de los tres coches motores y los seis remolques,
todos ellos del tipo «jardinera», necesarios para la prestación del servicio.
Finalmente, la apertura de la línea se trasladó al inicio de la siguiente
temporada estival y no entró en servicio hasta el 8 de junio de 1902.
Juanjo, te olvidas que la Azucarera de Madrid, ubicada en La Poveda, barrio de Arganda del Rey, contó con un pequeño ferrocarril de tracción eléctrica puesto en servicio en 1900.
ResponderEliminarhttp://ferrotransmadrid.blogspot.com.es/2012/07/el-primer-ferrocarril-electrificado-de.html
Saludos
Totalmente de acuerdo, César. Sin embargo, en el texto me refiero a los ferrocarriles de servicio público, no a los de carácter industrial como el de La Poveda que, sin duda, fue el primer ferrocarril industrial
EliminarEstupendo artículo Juanjo.
ResponderEliminarGracias.
Aclarado el tema.
ResponderEliminarComo siempre muy buen artículo.
Saludos.
Con algo de retraso leo el artículo y me ha parecido muy bueno. Para quien como yo, esta recabando información sobre ferrocarriles de antaño, el artículo es muy ilustrativo y me ha dado una información muy amplia, hasta ahora desconocida para mí. Gracias y un saludo.
ResponderEliminarJuanjo, preparando una charla me encuentro con este fabulosos artículo tuyo. Te citaré entre mis fuentes.
ResponderEliminarYo quisiera saber, cuando se inauguró la línea Palma / Soller en Baleares, siempre creí que era el primero, pero veo que alguien me engañó al contarme su historia.
ResponderEliminarEsta mañana del 1 de junio de 2019, 108 años después de la puesta en servicio del tren electrificado Gérgal-Santa Fe en la provincia de Almería,considerado uno de los pioneros en España, he visto llegar un tren eléctrico, el AVE en pruebas, a la estación de Andaluces en Granada. Sin comentarios. Joaquín Ponciano Alcázar López.
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