Fachada principal de la estación del ferrocarril de Barcelona a Zaragoza en la ciudad condal, el gran proyecto de José Manuel Planas Comte. Fotografía de Jean Laurent. Fototeca del Ministerio de Cultura
JOSÉ MANUEL PLANAS COMPTE
Si hay una
persona clave en la génesis del ferrocarril de Barcelona a Zaragoza, ésta no es
otra que el notario barcelonés José Manuel Planas Compte, decidido impulsor del
proyecto y presidente de la empresa que construyó esta notable vía férrea.
José Manuel
Planas Compte era hijo de un médico militar que por circunstancias de la guerra
contra los revolucionarios franceses se encontraba con su familia en Sant Feliu
de Guixols, localidad gerundense en la que vino al mundo el 1 de noviembre de
1794. Aunque su padre quiso encaminar los estudios de su vástago hacia la
medicina, desde joven comenzó a colaborar en el gabinete de un notario
barcelonés, profesión por la que finalmente optó. Sin embargo, dada la
situación política del momento, sus estudios se vieron interrumpidos en
numerosas ocasiones. Con 17 años tomó parte destacada en la defensa de
Tarragona frente a la invasión napoleónica y más tarde cayó prisionero de los
franceses, que lo confinaron en el campo de prisioneros de Lisieux (Baja
Normandía). En 1814 logró huir de su cautiverio y, tras unirse a las tropas
aliadas, participó en 1815 en la toma de París que supuso el fin de Napoleón.
Tras regresar a
Barcelona, el 22 de marzo de 1819 José Manuel Planas obtuvo finalmente el
título de Notario público Real, Colegiado de número de Barcelona y Escribano de
la Real Audiencia. Un año más tarde también fue nombrado Escribano de la
Comandancia de Marina de la capital catalana.
De espíritu
liberal y defensor de la constitución de 1812, José María Planas participó
activamente en la vida política del trienio liberal de 1820 a 1823. Sin
embargo, tras la intervención francesa y el retorno del absolutismo de Fernando
VII, fue represaliado, desposeído de sus cargos y desterrado a Madrid y, aunque
en 1826 fue restituido, en 1831 volvió a ser deportado, en esta ocasión a Vic.
Tras la muerte
del rey tirano y el estallido de la Primera Guerra Carlista, José Manuel Planas
Compte participó activamente en el conflicto bélico en el bando gubernamental y
alcanzó el grado de comandante, destacándose en varias acciones bélicas que le
hicieron acreedor de diversas condecoraciones. Posteriormente, una vez
finalizada la guerra, regresó a su notaría, donde fue testigo privilegiado del
rápido desarrollo económico e industrial que vivió Barcelona en aquellos años,
con la constitución de numerosas empresas, incluidas las primeras dedicadas a
un nuevo medio de transporte: el ferrocarril.
En 1846 José
Manuel Planas fue elegido Diputado a Cortes y cuatro años más tarde, Diputado
provincial. En aquella época, tras la inauguración del ferrocarril de Madrid a
Aranjuez, se había emprendido su prolongación hacia Alacant, lo que hizo que
pronto se propagara en Barcelona el temor a que el puerto levantino pudiera
arrebatar a la ciudad condal buena parte de su pujante comercio marítimo. Para
conjurar este peligro, José Manuel Planas comprendió que resultaba fundamental
construir un ferrocarril que enlazase Barcelona con la capital de España y, en
consecuencia, el 8 de mayo de 1852 propuso a la Diputación impulsar su
construcción. Aunque su iniciativa obtuvo una gran acogida en los círculos
políticos y empresariales, el gobierno central se opuso a otorgar la concesión
a una institución pública.
Pese a este revés
inicial, José Manuel Planas siguió centrado en su proyecto de ferrocarril a
Madrid. Dado que, finalmente, la sección de Madrid a Zaragoza fue concedida al
conde de Morny, vinculado a la futura Compañía de los ferrocarril de Madrid a
Zaragoza y Alicante, su objetivo fue, desde entonces, buscar el enlace con la
capital aragonesa, promoviendo para ello la formación de la empresa del
ferrocarril de Barcelona a Zaragoza, sociedad que obtuvo la preceptiva
concesión gubernamental el 30 de noviembre de 1852.
Desde su puesto
de presidente de la Compañía del Ferro-Carril de Barcelona a Zaragoza, José
Manuel Planas dirigió todo el proceso de construcción de esta línea, siendo sin
duda su principal impulsor. Desde la constitución de la empresa se mantuvo en
la presidencia hasta 1861, momento en que, tras la conclusión de las obras,
optó por pasar a un segundo plano, manteniéndose hasta su muerte, el 2 de
febrero de 1874, como vocal en el Consejo de Administración.
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