viernes, 29 de mayo de 2015

EL FERROCARRIL MINERO DE ARDITURRI Y LA REAL COMPAÑÍA ASTURIANA DE MINAS (Y V)

La locomotora Santa Bárbara, hoy preservada en el Museo del Ferrocarril de Asturias, fue inicialmente adquirida para el ferrocarril minero de Arditurri. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi

El material móvil

No ha sido posible localizar documentación precisa sobre el parque de material móvil con el que contó el ferrocarril de Arditurri a lo largo de su historia, por lo que, además del informe de Gumersindo Bireben, únicamente se ha podido contar con las informaciones parciales que pueden proporcionar los listados de fabricantes de locomotoras disponibles en el archivo del Museo Vasco del Ferrocarril, así como algunas informaciones procedentes de la tradición oral de la zona, publicadas en diversas revistas del entorno.

El informe de Gumersindo Bireben indica que en el año 1924 se encontraban en las instalaciones del ferrocarril minero, una locomotora de vapor de catorce toneladas, diez vagones metálicos de dos metros cúbicos de capacidad, tres vagonetas tipo Koppel y dos mesillas de transporte. A simple vista parece que es un material muy exiguo incluso para un pequeño ferrocarril como el que nos ocupa. De hecho, hay constancia de la presencia, al menos, de más locomotoras.

La primera máquina de vapor adquirida para el ferrocarril minero de Arditurri fue construida por la firma británica Kerr Stuart de Stoke-on-Trent (Inglaterra), con el número de fábrica 792. El listado de locomotoras fabricadas por esta empresa indica que esta unidad fue construida por encargo de la sociedad Chávarri Hermanos, que fue enviada al puerto de Pasajes y, lo que es más revelador, que fue bautizada con el nombre de «Arditurri». Por tanto, no cabe duda de que esta locomotora perteneció a la línea objeto de este estudio.

La locomotora de vapor «Arditurri» fue remitida desde las instalaciones de su constructor, al puerto de Pasajes, el 14 de febrero de 1902. Por tanto, es posible que fuera utilizada en el montaje de la vía en la sección comprendida entre las minas de Arditurri y el barrio de Altzibar. Esta máquina era del tipo tanque, es decir, sin ténder para agua y carbón remolcados, y contaba con tres ejes motores.

La memoria de la ampliación de la línea desde Altzibar a Pasajes indica que se pretendía adquirir una nueva locomotora para esta sección, de construcción inglesa y de tres ejes, es decir, de características muy similares a la «Arditurri». No ha sido posible determinar la procedencia de esta locomotora, pese a que se han revisado los listados de los fabricantes británicos y las locomotoras suministradas a la sociedad Chávarri Hermanos a principios de siglo, pero es muy probable que existiese esta segunda locomotora, ya que una sola máquina resultaba a todas luces insuficiente para atender con las suficientes garantías el servicio de transporte en el ferrocarril minero.

Según indica José Ángel Rodríguez Medina, esta segunda locomotora era conocida con el nombre de «Montefuerte». Aunque no ha sido posible localizar en los listados de fabricantes ninguna máquina con esta nombre, es sabido que la sociedad Chávarri Hermanos explotaba en un paraje próximo a Bilbao, denominado precisamente Montefuerte, un grupo de minas hierro que también disponían de una pequeña red ferroviaria dotada de vías con 750 milímetros de separación entre carriles, la misma medida que la del ferrocarril de Arditurri.

Por tanto, es posible que esta segunda locomotora procediese de las minas de Montefuerte donde, según el listado del mismo fabricante que la «Arditurri», Kerr Stuart, la sociedad Chávarri Hermanos contaba con las locomotoras «Buya» y «Ollargan» construidas en 1904 con los números de fábrica 868 y 869.

Aunque es probable que una de estas locomotoras fuera enviada al ferrocarril minero de Arditurri, en todo caso, su presencia fue efímera ya que según se desprende del informe redactado por Gumersindo Bireben en 1924, ya no se encontraba en la línea.

Cuando en 1906 se hizo cargo de la explotación minera la Compañía de las Minas de Hierro de Arditurri, reforzó el parque de tracción del ferrocarril minero con una nueva locomotora de vapor, en este caso, de construcción alemana.

En efecto, en 1907 se incorporó al ferrocarril minero de Arditurri una nueva locomotora construida por la casa Arnold Jung de Kirchen (Alemania), con el número de fábrica 1.034. Se trataba también de una máquina tanque y de tres ejes acoplados, que fue bautizada con el nombre de la patrona de los mineros, «Santa Bárbara».

La presencia de esta potente locomotora fue también efímera ya que, debido a las dificultades económicas que arrastraba la Compañía de las Minas de Hierro de Arditurri, en 1911 fue objeto de un proceso de embargo por vía judicial Un año más tarde se vendió en pública subasta con un precio de salida de 22.500 pesetas y finalmente fue adquirida por la Fábrica de Mieres (Asturias).

En su nuevo destino, la «Santa Bárbara» fue muy apreciada y, dadas sus excelentes prestaciones, la Fábrica de Mieres decidió contratar una locomotora idéntica con la casa Arnold Jung. Esta máquina fue suministrada en 1921 con el número de fábrica 3.180 y el nombre de «Mariana».

La locomotora «Santa Bárbara» prestó servicio en las líneas de esta empresa que enlazaban las minas Mariana, Baltasara y Polio con la factoría siderúrgica, donde trabajó hasta principios de los años setenta. Posteriormente quedó arrumbada en el lavadero de El Batán, hasta su preservación por el Museo del Ferrocarril de Asturias, con sede en Gijón, donde se encuentra expuesta al público. En la actualidad, aunque solamente funcionó durante cuatro años en el ferrocarril minero de Arditurri, la «Santa Bárbara» es el único testimonio del material móvil de este ferrocarril que se conserva en la actualidad.

Es de suponer que ante la venta en subasta de la «Santa Bárbara» y la probable desaparición de la «Montefuerte», la única locomotora disponible en el ferrocarril minero de Arditurri cuando la Real Compañía Asturiana de Minas se hizo cargo de la explotación en 1927, debió ser la «Arditurri».

Locomotora Deutz del ferrocarril de Arditurri. Archivo de Pedro Pérez Amuchastegui

Una sola locomotora no podía ofrecer garantías para la prestación del servicio con la regularidad necesaria por lo que la Real Compañía Asturiana de Minas decidió adquirir una pequeña locomotora diesel fabricada por la casa alemana Deutz. En este caso, es posible que se tratase de una máquina suministrada por dicho constructor el 24 de enero de 1928, con el número de fábrica 7.781, aunque la lista de fabricación indica que esta unidad se remitió a la Real Compañía Asturiana de Minas (Torrelavega).

Por otra parte, según relata la tradición oral de la zona, el ingeniero de la explotación en los primeros años en que la gestión del tren minero fue directamente asumida por la Real Compañía Asturiana de Minas, el francés Georges Alfred Becq, modificó la vieja locomotora de vapor «Arditurri», sustituyendo su sistema original de tracción por un nuevo motor diésel. Aunque este tipo de adaptaciones no han sido comunes en los ferrocarriles españoles, fueron relativamente frecuentes en las líneas secundarias francesas, por lo que es probable que, en efecto, se realizase esta transformación en los años treinta.

Por último, cabe señalar la presencia de un pequeño autovía procedente de la adaptación de un automóvil de fabricación norteamericana, según algunas fuentes orales un Ford y según otras un Dodge. Este vehículo se empleaba para la inspección de línea y podía arrastrar un par de pequeñas mesillas o vagonetas. Al parecer, hacia 1960 quedó destruido en un accidente acaecido en un paso a nivel y fue sustituido por una dresina de nueva construcción.
Composición del tren minero de Arditurri encabezado por el automóvil adaptado

Por lo que respecta al material remolcado, es de suponer que los vagones metálicos para el transporte de mineral fueran construidos por los talleres de la sociedad Chávarri, Petrement y Cía, de Miravalles, especializados en este tipo de productos. Sin embargo, aunque el informe de Gumersindo Bireben menciona que «solamente me he fijado en la existencia de …10 vagones», es posible que existiesen más unidades ya que según testimonios orales, la locomotora Deutz arrastraba en sus viajes hasta catorce vagones. Por otra parte, la Memoria justificativa de la ampliación de la línea entre Altzibar y Pasajes indicaba la previsión de adquirir veinte vagones de esta clase. Por tanto, parece probable que el ferrocarril minero de Arditurri contase en su parque con, al menos, veinte vagones para el transporte del mineral.

Además, el ferrocarril minero de Arditurri contaba con tres coches de viajeros para el traslado de los mineros residentes en Rentería y Oiartzun hasta el coto minero. El parque de material remolcado se completaba con algunos vehículos auxiliares como mesillas y vagonetas.

1 comentario:

  1. Estudiar a fondo un ferrocarril minero y todo su entramado es tambien todo un "yacimiento"imnensamente rico en detalles y matices,desde su explotacion,cargaderos,la linea ferrea,material,anecdotas y curiosidades,a modo de filon inagotable para su estudio y divulgacion.Mi sincera felicitacion por este gran esfuerzo recreando toda la historia de este ferrocarril minero

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