viernes, 19 de diciembre de 2014

JUAN ARANBURU MITXELENA

Juan Aranburu Mitxelena. Fotografía de Anton Mendizabal

Ayer nos dejaba, a la prodigiosa edad de 106 años, Juan Aranburu Mitxelena, el hijo de Gregorio, "el maquinista del tren de Artikutza", uno de los ferrocarriles industriales más interesantes y singulares de nuestro país.

Juan Aranburu vino al mundo en el barrio Oiartzundarra de Zaldiaran en el año 1908 y en su niñez pudo conocer de primera mano las andanzas del pequeño tren de Artikutza, no en vano, su padre era el maquinista de una de sus locomotoras y, además, su infancia transcurrió a pie de vía. Años más tarde, se convirtió en ferroviario, al ingresar tras la Guerra Civil como bobinador-electricista del Ferrocarril del Urola. Poco después, su inquieta iniciativa le impulsó a montar su propio negocio eléctrico que adquirió en Azpeitia un notable desarrollo.
Tren minero de Artikutza. Archivo de Pedro Pérez Amuchastegui

Lo cierto es que tuve la suerte de conocer a Juan Aranburu hace tan solo un par de años. Mi buen amigo Anton Mendizabal había organizado, en colaboración con el Ayuntamiento de San Sebastián una visita guiada a parte de la traza del desaparecido tren minero de Artikutza a través de este impresionante parque natural. Al finalizar la visita su hija, Arantxa, junto a su marido, José Ramón, nos dijeron que su padre había conocido el tren en servicio y que, además, recordaba muchos aspectos de su existencia. ¡Imposible! ¡pero si el tren dejó de funcionar en 1917! ¿Cómo iba a acordarse nadie de nada en pleno año 2012? Pues sí, pese a haber superado los 103 años de edad, Juan recordaba infinidad de detalles de este pequeño ferrocarril cuyo trazado se completó en 1905 y que, tan solo una docena de años más tarde, había pasado a la historia.
Visita de inspección del valle de Artikutza. Archivo Municipal de San Sebastián

El tren de Artikutza fue uno de los de mayor recorrido de entre los de vía de 600 mm. de ancho de toda la península ibérica. Enlazaba diversas minas y explotaciones forestales del valle de Artikutza con la estación de la Compañía del Norte en Rentería y, para superar las grandes dificultades orográficas del duro trayecto, su trazado estaba jalonado por tres planos inclinados, dos de ellos automotores y, lo más curioso, el tercero funcionaba por contrapeso de agua.
Túnel de Urmendi. Fotografía de Anton Aranburu

En la memoria de Juan Aranburu se conservaban con toda claridad infinidad de detalles sobre el funcionamiento de este ferrocarril, que el propio Juan, con una caligrafía impecable, plasmó en un hermoso trabajo titulado "Parte de la historia, a grandes rasgos, del ferrocarril de Artikutza" un manuscrito imprescindible para conocer de cerca la realidad de un pequeño gran tren de efímera existencia.

Algún día hablaremos en este blog sobre la singular historia del ferrocarril de Artikutza. Hoy, sirvan estas líneas como modesto pero sincero agradecimiento a Juan Aranburu Mitxelena, por su impagable labor en la recuperación de la memoria de este tren minero.

Goian Bego

1 comentario:

  1. Kaixo Juanjo, muchas gracias por tu blog. Me gustaría conseguir una copia o referencias de donde se encuentra el manuscrito de Juan Aramburu "Parte de la historia, a grandes rasgos, del ferrocarril de Artikutza" . Mi email es jokinezeiza@outlook.com.
    Eskerrik asko

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