Detalle de la calandra de un camión Berliet, en el que se aprecia su clásico logotipo
Cualquiera
que haya viajado por las carreteras francesas se habrá familiarizado con el
símbolo que identifica a los viejos camiones y autobuses Berliet que todavía
circulan por el país vecino. Pero lo que muchos no habrán sido capaces de
reconocer es que ese logotipo, que a simple vista parece un círculo atravesado
por una flecha que apunta hacia abajo, es en realidad la representación
esquemática de una locomotora de vapor.
Cabeza tractora Berliet. Se aprecia su clásico logotipo en el frontal
No
deja de ser llamativa la utilización del
símbolo ferroviario por excelencia, la locomotora de vapor, como
emblema de uno de los más reputados constructores de vehículos para transporte
por carretera de Europa, y más sorprendente aun resulta constatar que la
elección de este motivo no tiene nada que ver con su efímera etapa de
fabricante de material móvil para ferrocarriles, entre los años 1922 y 1939, en
la que además nunca realizó locomotoras de vapor, ya que su origen se remonta
ni más ni menos que al año 1906.
Locomotora Berliet preservada en el Museo Vasco del Ferrocarril
En
efecto, en el año 1906, la empresa
norteamericana ALCo, uno de los principales constructores de locomotoras de
vapor del mundo, adquirió a Marius Berliet, fundador de la empresa de automoción francesa, la licencia para la fabricación en
los Estados Unidos de sus automóviles. Orgulloso de que un gigante de la
industria mundial hubiera confiado en una modesta empresa como la suya, Berliet
decidió desde entonces incorporar a su imagen de marca, el frontal de una
clásica locomotora de vapor de tipo americano, dotada por tanto de un
prominente apartavacas.
Primitivo logotipo de la firma Berliet, en la que se aprecia con claridad su origen ferroviario
Placa de los tractores ferroviarios de Berliet
Desde entonces, Berliet utilizó como imagen de marca en sus automóviles, autobuses y camiones, la imagen del frontal de una locomotora de vapor. Asimismo, también la empleó en su pequeña producción de material ferroviario, iniciada a principios de los años veinte con el fin de diversificar la producción en un mercado como el de la automoción, saturado por los productos excedentes de los ejércitos de la Primera Guerra Mundial. De este modo, a lo largo de los años veinte y primeros de la década siguiente, el constructor de Lyon fabricó algunos automotores y diversos modelos de locomotoras de maniobras Uno de ellos se expone en la actualidad en el Museo Vasco del Ferrocarril.
Placa de construcción de una locomotora de maniobras construida por Berliet para los Ferrocarriles Vascongados
En
un principio, la locomotora del logotipo disponía una serie de elementos como el
reflejo de las diversas barras que componían el apartavacas, detalles de la
caja de humos e incluso algo tan contradictorio como la presencia de dos topes,
algo poco frecuente en las locomotoras de vapor norteamericanas. Sin embargo,
con el paso del tiempo, este diseño fue evolucionando hasta simplificar
notablemente sus formas. De hecho, a partir de los años sesenta, se había visto
reducido a esa especie de círculo atravesado por una flecha, en el que el
propio círculo representaba la caldera, la punta de la flecha el apartavacas y
la parte superior, la chimenea.
Berliet también construyó trolebuses, como este ER-100 de la ciudad de Grenoble
Solamente un apunte, y es que a mi se me asemeja más, en los esquemas originales de la compañía, los círculos laterales a los cilindros, más que a los topes, pero a saber en qué estaban pensando los diseñadores de tal icono...
ResponderEliminarEs cierto. Creo que son cilindros más bien. Imagino que el maestro padece un síndrome psicológico maligno provocado por la visión diaria del logotipo del museo vasco del ferrocarril. En éste, los círculos sí quieren representar los dos topes de una locomotora y tiene cierto parecido con el de Berliet, pero los diseñadores, verdaderamente erraron al adjudicar a un símbolo gráfico que representa a un museo mayoritariamente dedicado al ferrocarril de vía estrecha, un tope más del que normalmente suelen llevar este tipo de trenes.
ResponderEliminarEs muy recurrente por lo visto el acudir al frontal esquemático de una locomotora de vapor. A mi se me vino a la cabeza lo de los cilindros puede que por la misma razón... relacionado con el logo del Museo de Ponferrada: http://www.museoferrocarril.ponferrada.org/biblioteca/images/logo_navegador.gif
EliminarPor cierto, que de ese logo siempre me ha gustado la "fusión" entre la "f" de ferrocarril y la "s" de siderúrgica, logrando con la misma imagen los acrónimos de MSP y Museo del Ferrocarril de Ponferrada.