miércoles, 21 de agosto de 2024

EL TREN DE GRANOLLERS CUMPLE 170 AÑOS (II)

 

Retrato de Manuel Girona Agrafet

MANUEL GIRONA AGRAFEL

 

La construcción del segundo ferrocarril de Catalunya, entre Barcelona y Granollers, fue posible gracias al decidido impulso del financiero barcelonés Manuel Girona Agrafel. Aunque no se tiene constancia exacta del lugar y fecha de su nacimiento, su acta de bautismo confirma que recibió este sacramento el 1 de enero de 1817 en la catedral de Barcelona. Hijo de Ignacio Girona Targa, un relojero natural de Tàrrega que había alcanzado cierto éxito como prestamista y comerciante, era el tercero de ocho hermanos.

Pese a iniciar los estudios de arquitectura, debió abandonarlos ya que en 1834 se incorporó a los negocios familiares, incluida la sociedad que en 1839 fundó su padre en colaboración con Juan Bautista Clavé: Girona Hermanos, Clavé y Compañía, sociedad que, con el tiempo, se convertiría en la concesionaria del ferrocarril de Barcelona a Granollers. Desde esta entidad financiaron la creación de empresas de gran relevancia como fue la Compañía Catalana de Navegación e Industria y, sobre todo, el proyecto más ambicioso de Manuel Girona, la creación del Banco de Barcelona, constituido en 1844, con el carácter de banco emisor.

Ante una economía tan dinámica como la de la Catalunya de mediados del siglo XIX, la mejora de las comunicaciones y los transportes resultaba fundamental, por lo que ya en 1840 Manuel Girona participó en la formación de dos empresas de diligencias para el servicio entre Madrid y Barcelona. Poco después, con la irrupción del ferrocarril, sus inversiones se dirigieron a la construcción de los nuevos caminos de hierro y, así, además del tren de Granollers, también lideró proyectos más ambiciosos, como la gran línea de Barcelona a Zaragoza por Lleida, y fue miembro de los consejos de administración de varias empresas, entre ellas, la poderosa Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España.

Girona tampoco se olvidó de la tierra de sus ancestros, donde impulsó la construcción del canal de Urgell, antiguo proyecto que no se pudo materializar hasta el año 1853, cuando la sociedad Girona y Clavé obtuvo la concesión, que posteriormente transfirieron a la S.A. del Canal de Urgell. El proyecto definitivo fue redactado por los ingenieros Pedro Andrés Puigdollers y Constantino Ardanza y las obras se concluyeron en 1861, tras haber horadado la sierra de Montclar mediante un túnel de 4.917 metros de longitud. Este canal, de 144 kilómetros de longitud, permitió la puesta en regadío de 49.490 fincas que sumaban 70.242 hectáreas. Esta infraestructura sigue siendo fundamental para el desarrollo agrícola de la región y, desde 1965, está gestionada por la Comunitat General de Regants del Canal d'Urgell.

Girona también colaboró con otros destacados financieros de la época, como es el caso de Antonio López, primer marqués de Comillas, con el que fundó entidades como el Banco Hispano Colonial o la Compañía General de Tabacos de Filipinas. Asimismo, en 1886 impulsó la creación de la Cámara de Comercio de Barcelona, de la que fue nombrado presidente.

Manuel Girona militó en el partido conservador, con el que llegó a ser diputado a Cortes, Senador y Senador Vitalicio. Cánovas llegó a ofrecerle la cartera de Hacienda, lo que rechazó ya que no podría aplicar las duras políticas de ajuste que propugnaba. Asimismo, fue alcalde de Barcelona durante la Restauración borbónica tras la primera República, entre enero de 1876 y febrero de 1877.

La vinculación de Manuel Girona con su Barcelona natal quedó de manifiesto en la financiación de numerosos proyectos en la ciudad, como es el caso de la edificación de la fachada neogótica de la catedral en la que fue bautizado, la creación de una nueva Universidad, la construcción del Liceo o la organización de la Exposición Universal de 1888, de la que fue comisario regio. Además, fue autor de diversas obras en materia financiera, como Ensayos para arreglar el crédito y mejorar la situación de España (1865) y Arreglo, unificación y estimación completa de la deuda pública de España (1880).


Manuel Girona falleció en Barcelona el 31 de octubre de 1905.


 

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