Publicidad de la firma Brush Electric, responsable del primer intento de electrificación del tranvía de Bilbao a Santurtzi. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
PRUEBA/ERROR: EL PRIMER TRANVÍA ELÉCTRICO
DE EUSKADI
Hace 130 años se dieron en Euskadi los primeros pasos para aplicar la
electricidad a la movilidad de sus ciudadanos. La compañía que gestionaba el
tranvía de Bilbao a Santurtzi, inaugurado en 1882, contrató en enero de 1888 al
ingeniero norteamericano Edward P. Thompson para modernizar el servicio, movido
hasta entonces por mulas, mediante la utilización de la novedosa tracción
eléctrica. En consecuencia, la empresa tranviaria decidió adquirir los equipos
necesarios a la empresa Anglo-American Brush Electric, una de las compañías
electromecánicas más destacadas del mundo en la época, fundada por el inventor
de la dinamo, Charles Francis Brush.
El Short Shore Series de Nueva York funcionó con una tecnología similar al del primer tranvía eléctrico de Bilbao a Santurtzi. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
Solicitud de electrificación del tranvía de Bilbao a Santurtzi. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
La Compañía del tranvía de Bilbao a Santurtzi obtuvo la concesión para electrificar
la línea el 29 de abril de 1889. De inmediato, emprendieron los trabajos, que
incluían la construcción en Burtzeña (Barakaldo) de su propia central
generadora de electricidad,
ya que en aquella época no existían las actuales empresas suministradoras de
este fluido y, por tanto, era preciso ser autosuficiente.
Propuesta de tranvías motores y remolques para la línea de Bilbao a Santurtzi. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
Esquema de un cruce en la línea de Bilbao a Santurtzi. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
Concluida la instalación de la central y de los cables de alimentación, el
4 de junio de 1891 se realizaron las primeras pruebas entre las cocheras de La
Casilla y la Plaza de Zabalburu. Sin embargo, las instalaciones presentaban
numerosas deficiencias, tanto por el sistema de línea aérea y captación de
corriente elegido, con un pequeño carrito que circulaba suspendido de tres
cables de alimentación unido al coche motor; como por problemas surgidos en los
motores y sistemas de control. Finalmente, arruinada la empresa concesionaria
del tranvía de Bilbao a Santurtzi ante la gran inversión realizada sin
resultado alguno, el 8 de noviembre
de 1892 se vio obligada a anunciar la venta de todo el material eléctrico
utilizado en esta frustrada experiencia, con lo que se daba definitivo
carpetazo al primer proyecto de movilidad eléctrica en Euskadi.
Fotografía de uno de los prototipos utilizados en los ensayos del
primer tranvía eléctrico de Bilbao a Santurtzi. Archivo Euskotren/Museo Vasco
del Ferrocarril
Plano de las líneas de tranvías de Bilbao a Santurtzi y a Algorta, los primeros electrificados en el Estado. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
¡ESTA VEZ SÍ!
Bilbao siempre
se ha destacado por el carácter emprendedor de sus gentes. El fracaso de la
primera electrificación no impidió que pronto se volviera a pensar en la
implantación de la tracción eléctrica. En el otoño de 1894 los arruinados
propietarios del tranvía de Santurtzi vendieron su línea a la sociedad
colectiva José Ysaac Amann en la que participaba, entre otros, el famoso
empresario Víctor Chávarri. En enero de 1895 los nuevos gestores, que también
eran titulares del tranvía de Bilbao a Algorta, contrataron con la firma
alemana Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft, más conocida por sus iniciales
A.E.G., la electrificación de sus dos líneas. En esta ocasión, la tecnología
elegida fue la acertada, no en vano, la empresa berlinesa era la licenciataria
en Europa de las patentes de Frank J. Sprague, el padre del tranvía eléctrico,
con lo que en poco más
de un año se completó la nueva instalación que entró en servicio el 1 de febrero de 1896.
El 1 de febrero de 1896 se inauguró el primer tranvía eléctrico del Estado, entre Bilbao y Santurtzi. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
Primitivo tranvía eléctrico de Bilbao a Santurtzi, fotografiado cerca de Zorrotza. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
A diferencia del
primer intento de electrificación, el realizado en 1896 pronto alcanzó el
éxito. En consecuencia, sus promotores decidieron extender el nuevo sistema de
tracción a la línea de Bilbao a Algorta, que entró en servicio el 15 de marzo
de 1897.
Los tranvías eléctricos de Bilbao a Santurtzi también se emplearon en el transporte de mercancías. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1897 se electrificó la línea de Bilbao a Algorta. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
Donostia estuvo
en todo momento atenta a lo que sucedía en la vecina Bilbao y a la vista de los
buenos resultados alcanzados en el tranvía de Santurtzi, decidió electrificar
la línea que enlazaba Venta Berri con el Boulevard, Pasaia y Rentería. El nuevo
sistema de tracción entró en servicio el 29 de octubre de 1897. De este modo,
las dos capitales vascas se convirtieron en las primeras ciudades del Estado en
emplear la tracción eléctrica en sus tranvías. En 1898 se electrificaron los de
Madrid, en 1899 los de Barcelona y en 1900 los de València. Euskadi fue ya,
hace 130 años, pionera en la movilidad eléctrica.
Donostia electrificó su red de tranvías en 1897. Archivo
Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
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