jueves, 16 de febrero de 2017

JUAN MANUEL URQUIJO URRUTIA


La figura de Juan Manuel Urquijo Urrutia, segundo Marqués de Urquijo, resulta fundamental para la historia del ferrocarril en nuestro país y, en especial, en la evolución de la histórica fábrica de La Maquinista Guipuzcoana hacia la futura fábrica de vagones de Beasain, embrión de la actual CAF.
 
Natural de Murga, una pequeña aldea alavesa en la que vino al mundo el 12 de diciembre de 1843, el origen de la fortuna de Juan Manuel procedía de su tío Estanislao Urquijo, también natural de Murga, nacido en 1816 en el seno de una humilde familia de labradores, pero que tuvo la fortuna de cursar estudios superiores, primero en Llodio y, más tarde, Comercio en Madrid para, en 1835, entrar al servicio de la casa de banca Rothschild, con quienes pudo desarrollar una meteórica carrera financiera. Años más tarde colaboró con estos banqueros en la fundación de una de las principales empresas ferroviarias españolas, la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA) y también participó en otras muchas empresas industriales y navieras. Además, la bancarrota del Marqués de Salamanca le permitió adquirir a bajo precio numerosos inmuebles en la capital española. En mayo de 1871 el rey Amadeo I de Saboya lo ennobleció con el título de Marqués de Urquijo.
 
Soltero y sin herederos directos, Estanislao Urquijo cedió sus negocios y el título nobiliario a su sobrino Juan Manuel quien, con el apoyo de su tío, había estudiado matemáticas en Valladolid. Posteriormente, le introdujo en el mundo de las finanzas, para participar en numerosas empresas de la envergadura de Altos Hornos de Vizcaya, Papelera Española, Duro Felguera, Sociedad Española de Gasificación Industrial, Sociedad Española de Construcciones Metálicas o la Compañía Arrendataria de Tabacos. Asimismo, su presencia fue destacada en los Consejos de Administración de diversas compañías ferroviarias como Norte, Madrid-Zaragoza-Alicante, Madrid-Cáceres-Portugal, Bilbao-Portugalete y los tranvías de Gijón y de Madrid al Pardo, hecho que, sin duda, facilitó las posteriores ventas de la fábrica de vagones de Beasain a estas empresas.
 
El 5 de febrero de 1872 Juan Manuel Urquijo contrajo matrimonio con la alavesa María de los Dolores Ussía Aldama. Dos años antes se introdujo en el mundo de la banca, al constituir con Benito Arenaza la sociedad Urquijo y Arenaza, disuelta en 1879 tras obtener beneficios por algo más de 7 millones de reales. Ese mismo año Juan Manuel de Urquijo promovió una nueva compañía de banca con su hermano Lucas, bajo la razón social de Urquijo Hermanos. En 1883 se unió al negocio su cuñado, Luis de Ussia Aldama, por lo que la firma pasó a denominarse Urquijo y Compañía. Éste último, también ennoblecido, en este caso por la Reina María Cristina con el título de Marqués de Aldama el 4 de febrero de 1893, fue hombre de la máxima confianza del segundo Marqués de Urquijo, quien en 1901 lo nombró primer presidente de la Sociedad Española de Construcciones Metálicas, empresa que impulsó la construcción de la fábrica de vagones de Beasain.
 
Juan Manuel Urquijo participó activamente en la vida política del país. El 20 de abril de 1879 fue elegido diputado al Congreso por Amurrio y por Madrid. Posteriormente, a partir del 2 de septiembre de 1881, sería Senador por Álava, primero por elección y, desde 1899, con carácter vitalicio. Pese a desarrollar su actividad política y empresarial en Madrid, su influencia sobre la vida económica y social alavesa fue absoluta, controlando a su antojo los nombramientos de los cargos más importantes del territorio.
 
A lo largo de su vida, el segundo Marqués de Urquijo acumuló todo tipo de cargos y honores, entre los que destacan la gran cruz de Isabel la Católica y el collar de Carlos III. Asimismo, fue miembro honorario del Instituto Nacional de Previsión y del Instituto de Reformas sociales así como vicepresidente de la Junta Provincial de Beneficencia en Álava, desde donde dedicó especial atención a la construcción y mantenimiento de escuelas, sobre todo en el valle de Ayala del que era natural, donde además fundó el Asilo de nuestra señora de las Nieves, en Llodio.
 
Entre sus aficiones, cabe destacar el interés por los animales, la botánica y la jardinería, llegando a crear un nuevo tipo de rosa a la que bautizó con el nombre de Marquesa de Urquijo. Juan Manuel Urquijo falleció en Madrid el 27 de enero de 1914.



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