Estación del ferrocarril minero de Endarlatza en Irun-Kostorbe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
EL TREN MINERO DE IRUN A ENDARLATZA
El primer ferrocarril del valle
del Bidasoa fue un modesto tren minero construido por una empresa inglesa,
concesionaria de varios yacimientos situados en la zona de Endarlatza, en la
muga entre Gipuzkoa y Nafarroa.
Talleres del ferrocarril minero en Irún-Kostorbe. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
En 1888 el gobierno autorizó la
construcción del ferrocarril minero de Irún a Endarlaza a Clement Hamelin,
director de la empresa Bidasoa Railway
and Mines, Co. Ltd. La vía, estrecha, tenía una separación entre carriles
muy británica: una yarda, es decir, 910 milímetros .
Cargadero de mineral del ferrocarril de Endarlatza sobre las vías de Norte y Midi en Irun. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Hamelin construyó su vía con
rapidez, ya que los primeros trenes de mineral comenzaron a circular el 1 de
julio de 1890. Pese a la pequeña longitud de la línea, sus instalaciones eran
de gran calidad, sobre todo la magnífica estación central de Irun-Kostorbe,
rematada por un elegante campanario con reloj monumental y que también contaba
con talleres y cocheras para la conservación del material móvil. Sobre las vías
de ancho español y francés de las compañías del Norte y Midi construyó en Irun
un impresionante cargadero en el que se podía trasbordar el mineral por
gravedad.
Celebración de una misa en recuerdo a los Guardia Civiles del puesto de Endarlatza, asesinados en la tercera guerra carlista. Se aprecia el tren minero y, al fondo, diversas instalaciones. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
UN FERROCARRIL DE IRÚN A IRUÑEA
Pese al fracaso del proyecto de
los Alduides, Navarra no desistió en su voluntad de mejorar las comunicaciones
con la frontera francesa. Por otra parte, desde la inauguración, en 1882, del
ferrocarril de Bilbao a Durango, el primero de vía estrecha de la cornisa
cantábrica, los inversores consideraban que era posible construir ferrocarriles
en terrenos tan accidentados como los de Euskal Herria con menos inversión que
la que exigían los de vía ancha. De este modo, en pocos años se tejió una
impresionante red ferroviaria de trenes de ancho métrico (un metro de
separación entre los carriles), desde Asturias hasta Irún.
El ingeniero Ramón Aguinaga, autor del primer proyecto de ferrocarril en el valle del Bidasoa. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Navarra quiso aprovechar la
oportunidad que ofrecían los nuevos trenes de vía estrecha para alcanzar el
sueño acariciado desde 1846: una comunicación directa con Francia. En 1889 la
Diputación Provincial constituyó la “Comisión Gestora del ferrocarril de Pamplona
a Irun”, con el propósito de estudiar esta línea, a través de los valles de
Ulzama y del Bidasoa que, además, debería contar con un ramal des Santesteban
hasta Elizondo, primer paso de una vía más directa hacia Baiona.
Ferrocarril del Irati. Archivo de Javier Aranguren
La redacción del proyecto fue encomendada
al ingeniero Ramón de Aguinaga Arrechea (1854-1933), natural de Lesaka, quien
consideraba que esta línea debería ser el primer eslabón de una gran red de
ferrocarriles navarros, de Pamplona a Logroño por Estella, de Pamplona a
Sangüesa, de Marcilla a Mendigorria y de Castejón a Fitero. Lamentablemente, de
sus ambiciosos proyectos únicamente llegaron a construirse el ferrocarril del
Bidasoa y el de Sangüesa, el popular “Irati”.
Electrovía del Bidasoa, primer antecedente del trolebús en España. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Una vez más, la falta de recursos
paralizó la construcción del tren del Bidasoa. Sin embargo, en 1910 el valle
contó con un medio de transporte revolucionario: el “electrovía”, curioso
antecedente de los modernos trolebuses, diseñado por el ingeniero donostiarra
Emilio Arrázola. La línea enlazaba Bera de Bidasoa con Behobia y funcionó hasta
la inauguración del tren en 1916.
Zorionak por toda la currada que te metes para poder aprender de ferrocarriles que algunos como yo desconocía su historia.
ResponderEliminarSobre este ferrocarril, ¿queda algún vestigio en ENDARLATZA?
Eskerrik asko
¡Todo llegará!
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