1864 es una fecha clave en la historia de San Sebastián ya que, en dicho año, se completó el primer ferrocarril de la ciudad, la línea de Madrid a Irún y se inició el derribo de sus seculares murallas, lo que facilitó la expansión de la capital guipuzcoana según las directrices del Plan de Ensanche marcadas por el ilustre arquitecto Antonio Cortázar.
Vista general de la factoría de los Herederos de Ramón Múgica en San Sebastián
La construcción de nuevas viviendas y edificios de todo tipo, atrajo a San Sebastián a numerosos empresarios vinculados al sector, entre los que se encontraba el tolosarra Ramón Múgica quien, en 1878, instaló en el donostiarra barrio de Gros
una carpintería industrial. A principios de la nueva centuria, la
empresa se amplió con la creación de almacenes y secaderos de madera en
Herrera y en 1914 la fábrica se trasladó a unos terrenos situados junto a la estación del Norte de San Sebastián.
Vista de los almacenes de maderas de Herederos de Ramón Múgica en Pasajes
No cabe duda que la proximidad con las instalaciones
de la Compañía
de Caminos de Hierro del Norte permitió la introducción de esta empresa en
el sector ferroviario aunque tampoco deben olvidarse las relaciones familiares, ya que una de las hijas y herederas de Ramón Múgica, Pepita Múgica Leceta, se había casado en 1910 con un ingeniero sueco, Olof Olhsson, que trabajaba como ingeniero jefe en la fábrica de vagones de Besain, antecedente de la actual CAF. De este modo, en 1916, se inició la construcción de vagones en sus talleres.
Motor de vapor de la central de fuerza de los talleres de Herederos de Ramón Múgica en San Sebastián
Los Herederos de Ramón Múgica construyeron todo tipo de vagones, desde jaulas para el transporte de ganado hasta vehículos para
transportes especiales, siendo los foudres, y posteriormente las cisternas, la
principal especialidad de la
Compañía. En cambio, la producción de coches de viajeros se limitó
solamente a dos pequeña series fabricadas para la Compañía del Norte; la primera, coches dos ejes y
pasillo parcial y la segunda, un pedido para ampliar el parque móvil del
ferrocarril de vía métrica de Carcagente a Denia.
Vagón jaula para transporte de ganado, construido para el ferrocarril de Medina del Campo a Salamanca
Coche de viajeros de vía métrica construido para la Compañía del Norte
Fabricación de vagones foudre en los talleres de Herederos de Ramón Múgica
Curiosa locomotora eléctrica construida por Herederos de Ramón Múgica para la empresa donostiarra Cementos Rezola
A principios de los años sesenta, Herederos de Ramón
Múgica se trasladó a unas nuevas instalaciones construidas en Irún. La
ubicación urbana de la factoría de San Sebastián impedía su crecimiento,
mientras que la ciudad fronteriza ofrecía la ventaja de conectar con la red ferroviaria
europea. En los terrenos que había ocupado la fábrica donostiarra se levanto poco después la
famosa Torre de Atocha, el edificio más alto de la capital guipuzcoana.
Vista aérea de la nueva factoría de Herederos de Ramón Múgica en Irún
La actividad productiva de Herederos de Ramón Múgica
continuó en Irún hasta que la crisis del transporte de mercancías de Renfe a
principios de los años noventa, y la consiguiente falta de pedidos, obligaron
al cierre definitivo de la factoría. Sin embargo, sus instalaciones mantienen
el uso ferroviario al ser gestionadas por la empresa de transporte intermodal
Algeposa.
Vagón cisterna de bogies para transporte de vino, construido en los talleres de Irún
Durante más de 75 años de producción, Herederos de
Ramón Múgica construyó un total 37 coches de viajeros y de 5.487 vagones, de
los cuales 404 se destinaron a la exportación. Asimismo se efectuaron grandes
reparaciones en un total de 4.695 vagones, tanto de Norte y Renfe como de
empresas particulares.
Cisterna especial para transporte de asfalto construida para la empresa Saltra
Una curiosidad "futbolera": la famosa "Peña Mujika" de seguidores de la Real Sociedad tiene su origen en el nombre de esta empresa.
ResponderEliminarEn efecto, tras el derribo de la primitiva fabrica se construyó, además de la Torre de Atotxa, una nueva tribuna tras la porteria que fue conocida como la "tribuna de Mugica". Años despues, a mediados de los 80, el grupo de jóvenes que acudian a la grada de pie de dicha tribuna, adoptó el nombre de "Peña Mujika" o "Mujika Taldea". Actualmente, y con el mismo nombre, los "herederos" de aquellos jovenes siguen acudiendo a Anoeta, donde se dan cita en la entreplanta sur del estadio.
El poeta Gabriel Celaya fue nieto del fundador y escribió una novela contando la historia de la fábrica lo que le costó el empleo de ingeniero de la misma.
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