Un puente subterráneo
Los ferrocarriles metropolitanos cuentan con notables obras de infraestructura que, por lo general, pasan completamente desapercibidas al encontrase soterradas en el subsuelo. De este modo, no son apreciadas desde el exterior y difícilmente pueden ser observadas por los viajeros. Únicamente los maquinistas y, naturalmente, el personal encargado del mantenimiento de vías y galerías tienen conocimiento de su existencia.
Como todas las redes de metro del mundo, el de Barcelona cuenta con varias obras singulares totalmente desconocidas. Entre ellas, cabe destacar las que exigió la construcción de la bifurcación de la red del Gran Metro de Barcelona a la salida de la estación de Aragón, donde se dividía, por una parte, hacia la Rambla y, por la otra, hacia la Vía Laietana.
Para evitar posibles colisiones entre los trenes que pudieran converger desde los ramales de Rambla y de la Vía Laietana, los rectores del Gran Metro decidieron que éstos se cruzaran a distinto nivel. Para ello, fue necesario instalar en el interior del túnel un puente metálico con el que la vía ascendente procedente de La Rambla cruzaba sobre la del ramal de la Vía Laietana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario