domingo, 4 de diciembre de 2016

FREDERICK STARK PEARSON

Retrato de Frederik Stark Pearson. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Ingeniero y empresario, Frederick Stark Pearson fue, sin duda alguna, el alma mater de la Compañía de los Ferrocarriles de Cataluña, de cuyo primer tramo se conmemora estos días el primer centenario.
 
Nacido en Lowell, Massachusetts (Estados Unidos), el 3 de julio de 1861, Pearson cursó estudios de ingeniería en el prestigioso Massachusetts Institute of Technology, el famoso MIT. Tras licenciarse en 1883, ejerció la docencia en este centro universitario.
 
En 1886, Pearson pasó a trabajar para el gobierno de los Estados Unidos, principalmente en el estudio de los recursos mineros de diversas regiones de su país y también de Brasil. A la vista de su potencial y dado su espíritu emprendedor, en 1887 decidió crear su primera empresa en el entonces pionero campo de la producción y distribución de energía eléctrica. Sobre esta base, desarrolló una amplia actividad empresarial en Estados Unidos, Brasil, México y Cataluña. En concreto, entre 1887 y 1912 impulsó la creación de 16 compañías eléctricas, ferroviarias y tranviarias, entre las que destacan Somerville Electric Light Co. (1887); Sao Paulo Railway Light and Power Co. Ltd (1889); Mexican Light & Power Co. (1901); Rio de Janeiro Tramway, Light and Power Co. Ltd. (1904) o la Brazilian Traction Light & Power Co. Ltd. (1912). Como se desprende de las razones sociales de estas empresas, en muchas de ellas la producción eléctrica estaba asociada a la explotación de tranvías y ferrocarriles eléctricos, con los que conseguía un consumidor fiable que garantizaba la rentabilidad de sus inversiones. Para financiar sus proyectos, generalmente optó por emitir bonos, motivo por el que en Brasil los tranvías son conocidos como "bondes" dado que Pearson inundó los mercados financieros de dicho país con millones de "bonds".
 
El interés de Pearson por Catalunya se despertó tras conocer al ingeniero Carles Emili Montañés i Criquillion quién, tras invitarle a visitar Barcelona en julio de 1911, le explicó sus planes de desarrollo del sector eléctrico mediante el aprovechamiento de los grandes recursos hidroeléctricos existentes en los Pirineos. La existencia de un gran mercado en expansión, como Barcelona, en las proximidades, garantizaba la rentabilidad de la ingente inversión a realizar para la construcción de embalses, centrales y líneas de transporte en las agrestes montañas pirenaicas. Convencido de las virtudes de la propuesta, en 1911 Pearson decidió organizar la Barcelona Traction, Light & Power Co. así como su filial Riegos y Fuerzas del Ebro, popularmente conocida como «La Canadiense» al ser fundada en la ciudad canadiense de Toronto.
 
Una de las primeras medidas de la nueva empresa fue la toma de control de la red de tranvías de Barcelona, así como del ferrocarril eléctrico de Barcelona a Sarriá y la constitución de la Compañía de los Ferrocarriles de Cataluña para la expansión de sus ambiciosos proyectos ferroviarios. Al mismo tiempo, a partir de 1912 se inició la construcción de las grandes centrales hidroeléctricas de Talarn, sobre las aguas de los ríos Noguera Pallaresa, y de Seròs, en el Segre.
 
Los ambiciosos proyectos de Pearson se vieron truncados el 7 de mayo de 1915 cuando, a la edad de 54 años, falleció al ahogarse en el naufragio del trasatlántico Lusitania, tras ser atacado por un submarino alemán durante la Primera Guerra Mundial. Dos años más tarde, este hundimiento serviría de justificación para la entrada de los Estados Unidos en el conflicto bélico.

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