viernes, 9 de diciembre de 2016

EL FUNICULAR DE ARTXANDA, 1915-2015


Esta semana ha salido de imprenta un libro publicado por la Sociedad Municipal del Ayuntamiento de Bibao, Funicular de Artxanda, S.A. con la colaboración de Thyssen Elevadores y editado por Maquetrén, con motivo del centenario de este histórico medio de transporte bilbaíno.

Los autores, Joseba Barrio Ezkerra y quien suscribe este blog desgranan, a través de las 158 páginas de la obra, ricamente ilustrada con 175 fotografías, muchas de ellas inéditas, no solo la historia del centenario funicular de Artxanda, sino también los antecedentes de este medio de transporte en el mundo, desde los primeros ferrocarriles de montaña mediante sistemas de cremallera, hasta los tranvías por cable, como los míticos "cable-car" de San Francisco, para centrarse posteriormente en la evolución de los funiculares en Europa y América.

El libro también detalla los diversos proyectos ferroviarios que, a lo largo de la historia, han intentado conquistar el monte Artxanda, entre los que sin duda destaca el trazado original del ferrocarril de Bilbao a Lezama, primero en perforar un túnel para atravesar este macizo montañoso. Le siguieron otros intentos como un proyecto pionero desde la zona de La Salve o un cremallera desde Calzadas a Begoña, sin olvidar el tranvía eléctrico que, desde 1912, ascendía desde las Siete Calles bilbaínas hasta Begoña. Finalmente sería un grupo de promotores guipuzcoanos, los mismos que habían construido en San Sebastián el primer funicular vasco en Igueldo, quienes en colaboración con diversos empresarios vizcaínos entre los que cabe destacar a Horacio Echevarrieta, el Marqués de Chávarri o a Marcelino Ibáñez de Betolaza, impulsarían la definitiva puesta en servicio del primer funicular vizcaíno, inaugurado en octubre de 1915.

A lo largo de las páginas del libro, el lector podrá conocer los inicios de esta iniciativa empresarial, cómo el funicular dio servicio al primer aeropuerto bilbaíno, sus vicisitudes durante la Guerra Civil y la posterior municipalización del servicio, sin olvidar el grave accidente de 1976, afortunadamente sin víctimas, aunque con gravísimos daños que provocaron su paralización hasta 1983, todo ello sin olvidar la evolución en los últimos años, tanto del propio funicular como de las diferentes alternativas de movilidad vertical que, en la actualidad, gestiona Funicular de Artxanda, S.A.

Todos los interesados en conocer la historia del centenario funicular de Artxanda pueden adquirir el libro a través de la web de su editor, o en el Museo Vasco del Ferrocarril
 

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