Cinco elegantes locomotoras
de la serie 7800 posan en la estación de Córdoba en 1960. Fotografía de Peter
Willen
Como recordábamos en la penúltima entrada de este blog, este mes de septiembre se conmemora el 150 aniversario de la principal arteria ferroviaria de Andalucía: el ferrocarril de Madrid a Sevilla. Tras su construcción y hasta la puesta en servicio de la primera
línea de Alta Velocidad española en este mismo trayecto en 1992, la principal mejora
que experimentaron las infraestructuras ferroviarias andaluzas fue la sustitución de la
tracción vapor por la eléctrica.
Al contrario de lo que sucedió durante
la construcción de la línea, la última sección abierta al tráfico en 1866 fue la
primera en ser electrificada. Esta operación se realizó en tres etapas; la
primera, entre Santa Cruz de Mudela y Linares-Baeza se puso en tensión el 30 de
septiembre de 1957. Le siguió la prolongación de Linares-Baeza a Córdoba, el 23
de febrero de 1960, para culminar con la sección de Alcázar de San Juan a Santa
Cruz de Mudela, el 30 de septiembre del mismo año. Buena parte de la inversión
realizada fue financiada por los Estados Unidos, como consecuencia de los
acuerdos suscritos con el gobierno de dicho país para la instalación de diversas bases
militares en territorio español, ya que el ejército norteamericano consideraba estratégico
incrementar la capacidad del difícil paso de Despeñaperros para mejorar la
conexión de sus bases de Rota y Torrejón. De hecho, junto a la tracción
eléctrica, también se implantó un moderno sistema de Control de Tráfico Centralizado
(CTC) para agilizar la circulación de los trenes.
El siguiente tramo electrificado
correspondió a los 150 kilómetros que separan Madrid de Alcázar de San Juan,
inaugurados el 13 de julio de 1963. Por último, la sección de Córdoba a
Sevilla, mayoritariamente explotada, desde los años sesenta, con tracción
diésel, vio circular las primeras locomotoras y automotores eléctricos el 14 de
abril de 1976.
En los primeros años, las
locomotoras de la serie 7800 se convirtieron en las reinas de la tracción en el
paso de Despeñaperros, mientras que las unidades “suizas” de la serie 600 asumieron
los servicios regionales de viajeros. Posteriormente, les acompañaron las
magníficas Alsthom de la serie 7600, hasta que en los años ochenta tomaron el
relevo las “japonesas” de la serie 269.
LA JAPONESAS LA SERIE ERA LA 6900.... EL 2 SIGNIFICA TRACCIÓN ELÉCTRICA.... A SI SERIA 269, 2, LOCOMOTORA ELÉCTRICA, Y 69, SERIA EL MODELO EL 6900.... QUE FAMILIARMENTE SE LE DIO EL APODO DE JAPONESAS POR SER DE ESE PAÍS EL FABRICANTE Y LA PATENTE.....
ResponderEliminarLas primeras series de japonesas si recibieron la numeración antigua y, por tanto, pertenecieron en origen a las series 7900 y 8900. Sin embargo, no sucedió lo mismo con las 269, que nunca llegaron a matricularse como serie 6900.
EliminarCorrecto porqué el UIC entro en vigor en el 71y haata el 73 las 269 no empezaron a hacer las pruebas y a finales de ese mismo año empezaron a circular por las lineas de Madrid donde fueron asignadas las primeras unidades.
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