domingo, 23 de febrero de 2014

LA ESTACIÓN DE ATXURI CUMPLE SU PRIMER CENTENARIO


Un día como hoy, pero hace ahora un siglo, se inauguraba el nuevo edificio de viajeros de la estación de Atxuri, una de las terminales ferroviarias más representativas de Bilbao, kilómetro cero del ferrocarril de vía métrica que enlaza las capitales de Bizkaia y Gipuzkoa. Además, desde sus orígenes, sus dependencias han albergado la sede social de la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados y, desde 1982, hasta nuestros días, las de la sociedad pública del Gobierno Vasco, EuskoTren.
Vista del bilbaíno barrio de Atxuri tomada por Jean Laurent en 1863. Se aprecia el futuro emplazamiento de la estación del ferrocarril de Bilbao a Durango. Patrimonio Histórico, Ministerio de Cultura

En realidad, es preciso señalar que el nuevo edificio inaugurado hace ahora un siglo vino a ampliar la primitiva terminal del ferrocarril de Bilbao a Durango levantada cuando se inauguró este tren, el 30 de mayo de 1882. Esta estación había sido diseñada por el arquitecto Sabino Goicoechea quién, además, era el director de la Compañía del Ferrocarril Central de Vizcaya, concesionaria de la línea de vía estrecha. La construcción, de sencillas líneas neoclásicas, contaba con una planta baja donde se ubicaban las dependencias necesarias para el servicio, como taquillas y gabinete de jefe de estación, así como dos pisos en los que se emplazaban las oficinas de la empresa ferroviaria.
Proyecto de la primitiva estación de Atxuri, diseñado por Sabino Goicoechea. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Las primitivas instalaciones de la estación de Atxuri contaban también con una pequeña cochera para el material móvil y una placa giratoria situada en la cabecera de la estación, así como aguada y depósito de carbón para alimentar a las locomotoras de vapor.
Plano de las instalaciones de la primitiva estación de Atxuri. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Las dependencias de la estación de Atxuri pronto quedaron pequeñas ante el creciente tráfico que registraba la línea del Central de Vizcaya, sobre todo a medida que sus servicios se prolongaban hacia Gipuzkoa. De hecho, apenas habían transcurrido una docena de años desde su inauguración cuando, en 1895, se procedió a ampliar sus instalaciones y a instalar una elegante marquesina metálica que cubría las vías y los andenes principales, para proteger, tanto a los viajeros como al material móvil. Para financiar estas obras, la empresa incrementó el precio de los clásicos billetes de andén que, en aquella época, debían adquirir quienes acudían a la estación para acompañar o recibir a sus allegados.
Vista de la  primitiva estación de Atxuri, hacia 1885. Fotografía de Telesforo Errazquín. Archivo Museo Vasco de Bilbao

En 1906, el ferrocarril Central de Vizcaya se integró en la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados, junto a las empresas concesionarias de las líneas de Durango a Zumárraga y de Elgoibar a Donostia. La ampliación de los servicios ferroviarios directos hasta la capital guipuzcoana supuso un notable incremento del tráfico de viajeros y mercancías y, por tanto, la necesidad de modernizar las instalaciones de la terminal de Atxuri. Sin embargo, el 5 de mayo de 1911, cuando la nueva empresa estudiaba la mejora de estas dependencias, el descarrilamiento de un tren, cuyos vagones impactaron contra los soportes de la marquesina, provocó tan graves daños que, finalmente, se optó por demolerla y sustituirla por una estructura más sencilla, adosada a la fachada de los edificios existentes. Al mismo tiempo se aceleraron los planes para la construcción de una nueva terminal ya que las instalaciones existentes resultaban insuficientes para atender en las debidas condiciones el creciente tráfico de viajeros.

Vista de la estación de Atxuri, en la que se observa la marquesina metálica sobre las vías y andenes construida en 1895. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

El concurso

Para proceder a la mejora definitiva de las instalaciones, el Consejo de Administración de los Ferrocarriles Vascongados decidió, el 29 de noviembre de 1911, anunciar un concurso restringido entre los arquitectos más prestigiosos de Bilbao. Como premio se ofrecía al ganador la dirección de la obra así como 6.000 pesetas en metálico, 1.500 pesetas para el segundo clasificado y 1.000 pesetas para el tercero. A la convocatoria se presentaron los colegiados José Guimón, Enrique de Epalza, Nazario Llano, Ismael Gorostiza, José Aragón, Diego de Basterra y Manuel María Smith. Curiosamente, éste último, quien a la postre sería el vencedor del concurso, presentó su propuesta fuera de plazo, al entregarlo con dos horas de retraso, pero su anteproyecto fue finalmente admitido por sugerencia del Presidente de la Asociación de Arquitectos de Vizcaya.
Proyecto de nuevo edificio para la estación de Atxuri redactado por Enrique Epalza. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Una vez analizados todos los anteproyectos, la empresa realizó una primera criba y seleccionó los presentados por los arquitectos José Guimón, Enrique Epalza y Manuel María Smith, a quienes solicitó la redacción de los proyectos definitivos. Su trabajo fue a su vez sometido al juicio de un jurado propuesto por la Asociación de Arquitectos de Vizcaya, compuesto por los arquitectos José Picaza, Mario Camiña y Raimundo Beraza. El 1 de mayo de 1912 este tribunal emitió el siguiente veredicto:

La labor encomendada al Jurado que suscribe, de dictaminar sobre los proyectos presentados al concurso abierto por la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados para la construcción de la estación de Achuri, no está exenta de dificultades y no la hubiéramos aceptado, sino teniendo en cuenta que, por una parte es muy honrosa nuestra misión, y que además nuestro nombramiento ha sido hecho por la Asociación de Arquitectos de Vizcaya, a la que pertenecemos así como todos nuestros compañeros de la Provincia. Fácil nos hubiera sido dar razones para eludir esta obligación, pero razones mal encubiertas con el manto del egoísmo no deben exponerse en contra de una generosa confianza que en nosotros han depositado nuestros compañeros. Si al mismo tiempo que esta confianza nos hubieran dado nuestros compañeros una parte de su talento, nuestra labor hubiera sido más fácil y su resultado tal vez más acertado. Con nuestras escasas luces, pero con mucha voluntad, buen deseo y gran independencia hemos procurado cumplir nuestra misión cuyo resultado vamos a exponer.
Proyecto de nuevo edificio para la estación de Atxuri diseñado por José Guimón. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Hacemos constar en primer término que en nuestro concepto, la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados pudiera elegir cualquiera de los tres proyectos para llevarlo a la práctica en la inteligencia de que coronaba con éxito su feliz idea de dotar a Bilbao de una estación ferroviaria que sustituya a la actual.

Con esto pudiéramos dar por terminado nuestro cometido, si no nos hubiéramos propuesto al aceptar el cargo, atenernos a las bases del concurso, pero éste nos ha obligado a emitir nuestra opinión, estableciendo el orden en que deben adjudicarse los premios. Hemos tratado de informar detalladamente cada uno de los tres proyectos, haciendo ver sus ventajas e inconvenientes, sus perfecciones y defectos, pero a medida que avanzábamos en el estudio, cuando más deliberábamos, nos íbamos convenciendo de que este modo de informar, además de que en nada altera el resultado definitivo del dictamen, podría en cambio dar lugar a grandes disgustos y posteriores discusiones, siempre estériles, y lo que es peor, a que se debilitase la estrecha unión y franca armonía, que no debe dejar de existir entre compañeros de carrera. Por estas consideraciones hemos desistido de fundamentar nuestra opinión, es más, llegado a su término el plazo que se nos asignaba para emitir nuestro informe, se hacía necesario proponer tres premios para los tres proyectos y nos convencimos de que nuestras opiniones eran bien distintas, no estábamos de acuerdo los tres jurados respecto a las calificaciones que debíamos hacer de los tres proyectos. En vista de esto, nos hemos visto precisados a resolver el asunto por votación. El resultado de ella es el siguiente:

Primer premio:     Manuel María Smith
                               Segundo premio: Enrique Epalza
                               Tercer premio:     José Guimón

Esto en cuanto, en cumplimiento de nuestra misión tenemos el honor de someter a la consideración de la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados. Bilbao, 1º de mayo de 1912. José Picaza, Mario Camiña, Raimundo Beraza.
Proyecto ganador del concurso convocado por la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados, redactado por el arquitecto Manuel Mª Smith. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Tras la emisión de este dictamen, el Consejo de Administración de los Ferrocarriles Vascongados, en sesión celebrada el 9 de mayo de 1912 resolvió:

1º.- Conceder al Arquitecto D. Manuel Mª Smith el primer premio del concurso, y, por consiguiente, la dirección y ejecución de las obras de la nueva estación, según su propio proyecto, calificado como preferente por la mayoría de los votos del Jurado de Arquitectos, sin perjuicio de algunas variaciones que deberán introducir, especialmente para dar salida de la estación y comunicación con el interior de la villa a los automotrices que en su día se establezcan.
Hace un siglo, los tranvías urbanos de Bilbao también efectuaban parada en la estación de Atxuri. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

2º.- En atención a que los otros dos proyectos de los respectivos señores D. Enrique Epalza y D. Pedro Guimón, han merecido también la aprobación del mismo Jurado, y teniendo en cuenta que con la ejecución de cualquiera de ellos, estarían espléndida y satisfactoriamente cumplidos todos los fines que, al abrir el concurso, se propuso el Consejo, sean dos premios extraordinarios de dos mil pesetas cada uno, concedidos a dichos señores como testimonio de merecida distinción y pequeña recompensa de los estudios y trabajos, verdaderamente notables, que han presentado.

3º.- Otorgar un voto de gracias a los Sres. D. José Picaza, D. Mario Camiña y D. Raimundo Beraza, que han formado el Jurado calificador, por el acierto, independencia y sinceridad con que han llevado a cabal la honrosa y difícil misión que les fue encomendada, y que, como demostración de agradecimiento, se les obsequie con un objeto de arte, concediéndoles un billete de libre circulación por estas líneas por el corriente año.
Vista del edificio diseñado por Manuel Mª Smith. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Respecto al primero de los apartados, es preciso señalar que, en aquella época, Ferrocarriles Vascongados estaba estudiando la posibilidad de implantar servicios de tren-tranvía, mediante el uso de automotores con motores de combustión interna. Estos vehículos podrían circular tanto por las vías ferroviarias como por las calles de Bilbao de forma similar a los trenes que los propios Vascongados explotaban entre Zarautz y Donostia. De ahí que se decidiera dimensionar la puerta principal del nuevo edificio para poder asegurar el futuro paso de los trenes.
Interior de la estación de Atxuri. En la imagen se aprecia una locomotora tipo “Euzkadi” y otra del tipo de la “Aurrera”. Afortunadamente, ambas se conservan en el Museo Vasco del Ferrocarril. Archivo librería Astarloa

La nueva estación

La construcción de la nueva terminal, en realidad ampliación de la existente, ya que los antiguos edificios se mantuvieron y quedaron integrados en el conjunto, exigió la adquisición de los portales números 11 y 13 de la calle Atxuri, con el fin de aproximar la estación un centenar de metros hacia el centro de la ciudad, y permitir el desarrollo de las obras sin que éstas afectasen el desarrollo normal del servicio ferroviario.
El obispo de Vitoria presidió la inauguración de la nueva estación de Atxuri. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Los trabajos para levantar el nuevo edificio fueron adjudicados, el 27 de julio de 1912, a la empresa Domingo Hormaeche y Cía., y se desarrollaron a buen ritmo por lo que la nueva terminal pudo ser inaugurada el 23 de febrero de 1914, en un acto presidido por el Obispo de Vitoria. El banquete se celebró en el elegante restaurante establecido en el primer piso, con este apetitoso menú:

Entremeses
Consomé Luis XV
Fritos variados
Bacalao a la vizcaína
Menestra bilbaína
Solomillo al jugo
Jamón en dulce
Postres: Mantecado, tostadas, dulces y fruta
Vinos: Borgoña, de Bodegas Bilbaínas, Champagne, de Veuve Clicquot
Café, licores y habanos
En 1929 se electrificaron las vías de la estación de Atxuri. Fotografía de Xavier Santamaría

Además, como recogían los periódicos de la época "Unos ciento treinta empleados de los distintos servicios de la estación de Achuri, celebrarán esta noche la inauguración efectuada con animado banquete, costeado por la Compañía
Vista de la estación de Atxuri, tomada en los años setenta. Fotografía de Javier Fernández López


Inaugurada la nueva terminal, la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados procedió a la completa remodelación de los edificios de la antigua estación ya que en ellos se distribuyeron las diversas oficinas, despachos y otras dependencias administrativas de la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados.
Torre de la estación de Atxuri, rematada por su reloj y campanario. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

En el primer piso del nuevo edificio de la estación de Atxuri se dispuso un elegante restaurante, que contaba con una amplia terraza con vistas sobre la ría de Bilbao y las vías del tren, mientras que la planta superior se destinó a fonda, dotada de nueve habitaciones. La explotación de estas dependencias fue arrendada en febrero de 1914 al hostelero bilbaíno Modesto Arana. Durante la Guerra Civil, esta dependencia fue la sede de la policía de ferrocarriles de la Ertzaintza. Por otra parte, la torre que remata la terminal fue dotada de un magnífico reloj de accionamiento electromecánico, suministrado por la firma alemana AEG. Resulta llamativo que dicho reloj dispone de una campana que marca el paso de las horas, algo verdaderamente infrecuente en los relojes ferroviarios.
Estado en que quedaron los andenes de Atxuri tras las inundaciones de 1983. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

La estación de Atxuri apenas experimentó cambios de importancia hasta el año 1983, cuando las inundaciones de agosto dañaron considerablemente sus instalaciones, ya que el nivel del Nervión llegó a cubrir por completo la planta baja y arrasó todas las dependencias a su paso. Además de los destrozos sufridos por el propio edificio de la terminal, las aguas destruyeron una pequeña cochera existente junto al paseo de Los Caños y arrastraron varios vehículos al lecho del río.
En el año 2002, la estación de Atxuri recuperó un viejo amigo: el tranvía. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi

Tras la completa rehabilitación de las dependencias de la histórica terminal, la estación de Atxuri no experimentó más modificaciones de importancia hasta el año 2002, cuando, con motivo de la construcción de la primera línea de tranvías modernos de Bilbao se procedió a remodelar sus accesos con el fin de mejorar la intermodalidad entre ambos sistemas de transporte. Además, en los terrenos anteriormente ocupados por el cocherón destruido en 1983 se emplazó el taller de mantenimiento de los tranvías y en las vías del antiguo apartadero de la Angulera se estableció una sencilla cochera, dotada de instalación de limpieza y capaz de albergar hasta diez unidades. Esta operación exigió la instalación de cinco agujas especiales dotadas de corazón móvil, con el fin de hacer compatible el paso de trenes y tranvías, ya que el perfil de rueda de estos últimos es sensiblemente diferente al de los primeros. 
La estación de Atxuri alberga las nuevas cocheras y talleres del tranvía de Bilbao. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi

Transcurrido un siglo desde su inauguración, la estación de Atxuri se ha convertido en uno de los principales referentes de este popular barrio bilbaíno, manteniendo a su vez su doble función de terminal ferroviaria y de sede social de EuskoTren, mientras que el peculiar sonido de la campana de su reloj monumental, sigue marcando el transcurrir del tiempo en el barrio.
En el año 2007, la tracción vapor volvió por un día a Atxuri, con ocasión de la celebración del centenario del ferrocarril de Bilbao a Donostia. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi


2 comentarios:

  1. Estacion de Atxuri ya centenaria...Enclave ferroviario de gratos recuerdos para mi,sobresaliente articulo con todo lujo de tan detallada informacion e impagables ilustraciones y fotografias(esa doble traccion Brown Boveri-Asea),la locomotora de vapor "Aurrera"(si no me equivoco) junto al tranvia,aunque triste la de 1983 tras las inundaciones,todo el reportaje por supuesto en general sobresaliente,enhorabuena de nuevo Juanjo

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    Thanks
    josemanuel
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