sábado, 15 de febrero de 2014

VÍA ANCHA, SOBRE VÍA ESTRECHA

Tren de ensayo del sistema de transporte de vagones de vía ancha sobre vía métrica. Estación de La Barraca, 1963. Archivo de Vicent Ferrer i Hermenegildo

En la penúltima entrada de este blog, dedicada al tranvía/ferrocarril de Carcaixent a Gandia y Dénia, hacíamos referencia a los ensayos realizados para transportar sobre su vía métrica vagones de vía ancha de la compañía Transfesa. De este modo, se esperaba facilitar el transporte de la producción naranjera de las comarcas de la Marina y la Safor, sin necesidad de realizar trasbordo en Carcaixent. Como señalábamos, esta práctica ha sido, y todavía lo es, bastante común en otros países europeos como Alemania o Suiza pero en España, pese a que ya a principios de siglo la firma bilbaína Mariano de Corral patentó un sistema similar, carecía de precedentes hasta este intento.
Transporte de vagones de vía normal sobre la vía métrica de los Ferrocarriles Federales Suizos. Estación de Luzerna, 1989. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi

Al hilo de esta cuestión, mi buen amigo Vicent Ferrer i Hermenegildo, uno de los mejores investigadores y divulgadores de nuestra historia ferroviaria y experto conocedor del ferrocarril de Carcaixent a Dénia, me ha remitido recientemente un conjunto de fotografías que, aunque ya publicó en su libro Del tramway al ferrocarril, la línea Carcaixent-Dénia, no me puedo resistir a divulgar en este blog.
Vía de trasbordo entre la vía internacional y la métrica del ferrocarril MOB en Zweisimmen. En la parte inferior derecha se aprecian los bogies de transporte de vía métrica. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi

Vicent nos recuerda en el citado libro, por desgracia, difícil de adquirir en la actualidad, que el primer paso para el estudio del transporte de vagones de vía ancha sobre la vía métrica del ferrocarril de Carcaixent a Dénia fue la construcción de un vehículo que permitiera determinar que no existía ninguna restricción previa en el gálibo de la línea. Para ello tomaron dos vagones de la serie Q de este ferrocarril para unirlos y eliminar el eje interior a cada uno de ellos, con lo que conformaban un vehículo de 2 ejes y 12,9 metros de ancho. Sobre este conjunto, construyeron una estructura que configuraba las medidas de un vagón de Transfesa de la serie 501.001 a 501.250. De este modo, nacía un prototipo de vagón de vía métrica con dimensiones propias de la vía ancha.
Vagón construido para comprobar los gálibos de la línea de Carcaixent a Dénia. Archivo de Vicent Ferrer i Hermenegildo

Una vez preparado este curioso prototipo, se realizaron diversos trayectos de prueba a lo largo de toda la línea, para constatar que no existía ningún obstáculo, ni siquiera a su paso sobre el puente metálico sobre el río Serpis, a la salida de Gandia. Tras confirmar que la línea admitía el paso de los vagones de vía ancha, la Explotación de Ferrocarriles por el Estado decidió contratar con la factoría madrileña de CAF la fabricación de diez pequeños trucks de transporte sobre los que se cargarían los vagones de vía ancha. Vicent Ferrer nos recuerda que estaban constituidos por dos vigas laterales metálicas en forma de "U", mirando hacia la parte interior del carretón y unidas en los testeros con otras dos vigas de igual forma, con refuerzos en escuadra en todos sus ángulos. A su vez, todo este conjunto estaba unido, tanto en su parte superior como en la inferior y en su parte central, por una plancha metálica de unos 15 mm. de espesor, que contribuía a aumentar su rigidez, ya que era aquí donde se originaban los soportes de las cajas de grasa. Por su forma, recordaban a los bogies tipo "Diamond". Estos soportes estaban formados por unas viguetas en forma de "U", de 50x100 mm. Los ejes estaban montados sobre cojinetes de bronce con engrase convencional, un diseño ya anticuado en aquel momento. Las ruedas eran de pequeño diámetro, 450 mm., para facilitar su inscripción en curva y, sobre todo, reducir al máximo el gálibo vertical del conjunto.
Presentación de los bogies de transporte a las autoridades de la Explotación de Ferrocarriles por el Estado, Renfe y Transfesa. Archivo de Vicent Ferrer i Hermenegildo

En los laterales de la parte exterior se montó una pletina metálica de 50x50 mm. que era, a su vez, guía y carril de la rueda del vehículo a transportar. Además, contaba con dos calzos abatibles a cada lado, que tenían como misión fijar, una vez centrado, el eje de vía ancha, con lo que se impedía que el vagón de Transfesa pudiera moverse durante el trayecto. Los carretones carecían de suspensión, asumiendo esta función la propia del vehículo transportado, y tampoco disponían de freno, lo que exigía añadir a la composición los vagones de vía estrecha necesarios para proporcionar la capacidad de frenado precisa para detener el convoy, asumiendo dicha función dos vagones plataforma, procedentes del ferrocarril de Madrid a Almorox que, además, cumplían la función de mansos, es decir, disponían en un extremo los aparatos de choque y tracción propios de la vía métrica y en el otro, los necesarios para asegurar la unión con los vagones de vía ancha.
Detalle de la unión entre el vagón manso y el de Transfesa. Archivo de Vicent Ferrer i Hermenegildo

Carretón cargado con un vagón de vía ancha. Archivo de Vicent Ferrer i Hermenegildo
Detalle de la sujección de la rueda de vía ancha al truck de transporte. Archivo de Vicent Ferrer i Hermenegildo

Vicent Ferrer nos recuerda que las pruebas oficiales de estos truck se realizaron el 2 de mayo de 1963, con una composición arrastrada por la locomotora diesel-hidráulica Batignolles/Caf 1203, un furgón serie Df, el manso Mf0700, tres vagones de Transfesa sobre sus respectivos trucks de transporte, el manso Mf0701 y un coche de clase preferente en el que viajaban el ingeniero-jefe de la demarcación Centro-Levante de la Explotación de Ferrocarriles por el Estado, Santiago Arechaga y López de Letona, en compañía del director de la 4ª zona de Renfe, Salvador Blasco, el ingeniero jefe de la Explotación, Antonio Carbonell y diversos representantes de Transfesa.
Vista del tren de pruebas. Archivo de Vicent Ferrer i Hermenegildo

Vista del tren a su paso por el Portichol. Archivo de Vicent Ferrer i Hermenegildo

Aunque el ensayo fue, según la prensa de la época, coronado con el éxito, al parecer, los técnicos de la Explotación detectaron diversas fisuras en los trucks de transporte debidos a un diseño deficiente. Finalmente, ante el arrollador empuje del transporte por carretera y el previsible cambio de ancho de la línea (que, como ya indicamos en la entrada dedicada a este ferrocarril, solamente se materializó hasta Gandia y no desde Carcaixent sino desde Cullera), se abandonó este interesante proyecto. Poco después, la mayor parte de los trucks fueron vendidos como chatarra, aunque el autor de estas líneas llegó a conocer dos de ellos, utilizados como bogies auxiliares en los talleres del "trenet" valenciano en Torrent.
Un vagón de Transfesa con destino a Gandia fotografiado en 1963. La estampa no volvería a repetirse hasta 1972, cuando la vía ancha llegó a la ciudad ducal. Archivo de Vicent Ferrer i Hermenegildo

3 comentarios:

  1. Interesantisimo articulo que muestra todo el entresijo y meticulosidad de ese tipo de translados de material que se realizo de manera experimental,lastima el final de la mayoria de los "trucks"

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  2. Actualmente podemos ver el empleo de truck de ancho ibérico para el transporte de vehículos ferroviarios de ancho internacional sobre vías de ancho ibérico. Las ramas del AVE se han subido en ellos entre la frontera francesa de Irún y los talleres de La Sagra o bien entre las factorías de MTM en Barcelona o CAF en Beasaín y La Sagra.

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