Una esquela
La supresión del servicio de viajeros en la línea de Selgua a Barbastro provocó el natural disgusto el Somontano. En un tiempo como la dictadura franquista, en el que la libertad de expresión estaba seriamente comprometida, algunos vecinos hicieron circular una esquela como señal de protesta ante la decisión de Renfe.
Una de estas esquelas llegó poco después a manos del gran periodista Luis Carandell, que la incluyó en su sección «Celtiberia Show» publicada en la edición de la revista Triunfo del 20 de diciembre de 1969. En su artículo, Carandell señalaba:
La ciudad aragonesa de Barbastro se ha quedado sin tren. Las autoridades ferroviarias han decidido, parece que definitivamente, la supresión de tráfico de viajeros entre Barbastro y Selgua, donde esta línea enlazaba con el ferrocarril de Zaragoza a Lérida. En consecuencia, ya no se puede ir en tren a Barbastro. Con este motivo, un anónimo comunicante de aquella ciudad me envía la divertida esquela que doy bajo estas líneas.
Gracias a esta modesta esquela, el pequeño tren de Selgua a Barbastro, la popular «burreta», superó los márgenes de su pequeño ámbito local y su lamentable cierre fue conocido en toda España gracias a Luis Carandell y la revista Triunfo, todo un referente para la oposición al régimen franquista de la época.
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