martes, 17 de diciembre de 2019

CINCUENTA AÑOS SIN LOS SECUNDARIOS DE CASTILLA (Y IIII)


Locomotora “Algimia” de Altos Hornos de Vizcaya, del modelo “Räthia”, adquirida de ocasión a los ferrocarriles Réticos para su fábrica de Sagunt (València). Fotografía de Lawrence G. Marshall. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Las locomotoras de vapor de los Secundarios de Castilla
 
Para la tracción de sus trenes de viajeros y mercancías, la Sociedad Española de Ferrocarriles Secundarios contrató, en 1910, el suministro de siete locomotoras de vapor con la firma barcelonesa Maquinista Terrestre y Marítima. La empresa catalana propuso la construcción de un modelo desarrollado por la Scheweizerische Lokomotiv und Maschinenfabrik (SLM) de Winterthur (Suiza) a partir de 1884, conocido como “Räthia”, por el nombre que recibió la primera de las que suministró en 1889 al ferrocarril de Landquart a Davos, más tarde integrado en los ferrocarriles Réticos.
 
El modelo “Räthia” de la SLM adquirió cierta difusión y junto a otros ferrocarriles suizos, también fue adquirido por empresas ferroviarias de Portugal e Italia. Incluso a España llegó una de las construidas para los ferrocarriles Réticos, la número 12, comprada de ocasión por Altos Hornos de Vizcaya para su fábrica de Sagunt, donde fue rebautizada con el nombre de “Algimia”. Progresivamente, el modelo fue perfeccionado, siendo la versión más evolucionada la conocida como “Brünig”, destinada a esta conocida línea de los ferrocarriles federales suizos.
Vista de perfil de una de las locomotoras construidas por Maquinista Terrestre y Marítima para los Secundarios de Castilla. Fotografía de Xavier Santamaría. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Maquinista Terrestre y Marítima ofreció a la Sociedad Española de Ferrocarriles Secundarios una versión de las “Brünig” de SLM adaptada a sus necesidades específicas, incluida una mayor capacidad de almacenamiento de carbón. Además, la firma catalana también construyó locomotoras similares para el Ferrocarril de Sóller y para los Ferrocarriles de Mallorca, aunque en ambos casos, con un ancho de vía ligeramente inferior, de 916 mm.
La locomotora Nº 8 abandona Valladolid en cabeza de un tren de mercancías. Fotografía de Martin Von Simson. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Las siete primeras locomotoras construidas en Barcelona para la Sociedad Española de Ferrocarriles Secundarios fueron entregadas en 1911 con los números de fábrica 51 a 57 y fueron matriculadas en la serie 1 a 7. Dados sus buenos resultados, y a medida que la apertura de nuevos tramos exigía incrementar el parque motor, Secundarios de Castilla decidió adquirir otras seis locomotoras prácticamente idénticas, que serían recibidas en 1913. En este caso, sus números de fábrica eran del 66 al 71 y fueron matriculadas del 8 al 13.
Maquinista Terrestre y Marítima suministró locomotoras similares a las de Secundarios de Castilla a los ferrocarriles de Mallorca y de Sóller. Fotografía de Trevor Rowe. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
El parque de locomotoras de vapor de los Secundarios de Castilla apenas experimentó más ampliaciones a lo largo de su historia. Junto a estas 13 locomotoras, y las 8 que heredó del ferrocarril de Valladolid a Medina de Rioseco, únicamente incorporó, en los años veinte, una máquina de ocasión del ferrocarril de Olot a Girona y, ya en tiempos de Feve, recibió otra originaria del ferrocarril Vasco-Navarro.

 

1 comentario:

  1. Estupendo y merecido repaso a aquel tan querido y entrañable "tren burra",cuyo recuerdo aún permanece en las comarcas palentinas y vallisoletanas.Recuerdo este verano,el Diario Palentino,al igual que en alguna otra ocasión también dedicó algunas páginas a su recuerdo,en esta ocasión con motivo de esta efeméride.Aprovecho para desearte unas felices fiestas!...

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