lunes, 8 de septiembre de 2025

SIGLO Y MEDIO DE FERROCARRIL EN RIOTINTO (IV)

 

La primera de las locomotoras del ferrocarril de Riotinto pertenecía a un grupo de ocho máquinas construidas por Hunslet para Clark & Punchard Company, la mayoría de ellas, como la de la imagen, destinada a la construcción de los ferrocarriles de Tasmania. Fondo de José Luis García Mateo. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

Un parque motor impresionante

El ferrocarril de Riotinto contó con el mayor parque de locomotoras de vapor de toda la vía estrecha española. 149 máquinas de todo tipo recorrieron, tanto la línea general hasta Huelva como los numerosos ramales que comunicaban las minas y las diversas instalaciones fabriles en las que se trataba el mineral antes de su envío al embarcadero sobre el río Odiel.

La primera locomotora del ferrocarril de Riotinto, construida en 1874 por la firma británica Hunslet, llegó de la mano del contratista de las obras del ferrocarril, la empresa Clark & Punchard Company y trabajó activamente en la construcción de la línea, para mantenerse en activo hasta los años treinta. Le siguieron dos pequeñas máquinas de maniobra suministradas en 1875 por Neilson, y una docena de locomotoras para la línea general fabricadas en Manchester por Beyer & Peacock ese mismo año.

La firma norteamericana Baldwin suministró en 1901 seis potentes locomotoras de cuatro ejes acoplados al ferrocarril de Riotinto. Fondo de José Luis García Mateo. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

Aunque fabricantes británicos como Dübs, Henry Hughes, North British, Avonside, Black Hawthorn o Beyer Peacock, destacaron entre los proveedores del ferrocarril de Riotinto, éste fue una de las pocas empresas ferroviarias españolas que también apostó por las locomotoras de origen norteamericano. Baldwin suministró en 1901 un primer pedido de seis potentes máquinas de cuatro ejes acoplados, seguido en 1907 por otras cuatro, más pequeñas, de tres ejes.

Entre las locomotoras más singulares en el parque motor de Riotinto cabe destacar las dos grúas móviles suministradas por Black Hawthorns en 1913 y 1930, con su característico pescante apoyado en la chimenea. Las de mayor tamaño fueron las dos impresionantes “Garrat” articuladas construidas en 1929 por Beyer Peacock, de 101 toneladas de peso, capaces de arrastrar composiciones de 2.000 toneladas formadas por 50 vagones tolva de la serie M.

Una de las pintorescas locomotoras-grúa del ferrocarril de Riotinto, construida en 1913 por la firma británica Black Hawthorns en 1913, maniobra en Talleres Mina. Fotografía de Xavier Santamaría. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

El último pedido de locomotoras de vapor del ferrocarril de Riotinto fue suministrado por la firma británica Robert Stephenson & Hawthorns entre 1953 y 1954. Se trataba de cinco magníficas locomotoras, las únicas con ténder separado de la línea, matriculadas en la serie 201 a 205. Pese a ser notablemente más pequeñas que las “Garrat”, con un peso de 62 toneladas, casi las igualaban en capacidad de carga, ya que llegaban a arrastrar 1.800 toneladas entre las minas y Huelva.



 

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