martes, 28 de mayo de 2024

LOS TRANVÍAS DE GIJÓN (y IV)

 

El coche número 7 del tranvía de Mataró a Argentona, antiguo coche número 35 de la Compañía de los Tranvías de Gijón, fue fotografiado en la plaza de Granollers de Mataró. Fotografía de Ferrán Llauradó. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

DE GIJÓN A MATARÓ

Con el cierre de la línea de Somió buena parte del parque de tranvías de Gijón quedó sin servicio. La Compañía de los Tranvías de Gijón seleccionó los que se encontraban en mejor estado para seguir atendiendo las líneas al Llano y al Musel, mientras que los restantes se aprovechaban como repuestos de los que seguían operativos. Ciertamente, pese a las progresivas reformas que habían experimentado a lo largo de su vida activa, se trataba de vehículos anticuados que apenas podían disimular su medio siglo de vida.

Parecía difícil que los anticuados tranvías de Gijón pudieran interesar a algún otro operador, pero el tranvía de Mataró a Argentona, en Barcelona, parecía navegar contracorriente y en 1960 quiso mejorar su red con el establecimiento de un nuevo recorrido por las calles de Mataró. Para ello, sus responsables se dirigieron a sus colegas asturianos para adquirir de ocasión los carriles levantados en la línea de Somió y, también, para comprar dos coches.

Según relata Joan María Gallardo en la revista Carril, finalmente solo se llegó a trasladar a Mataró uno de los tranvías de Gijón, en concreto, el que en la ciudad asturiana había ostentado el número 35, que fue matriculado como coche número 7 en la línea catalana. Este autor afirma que debido al reducido empate entre sus ejes y contar con una carrocería proporcionalmente muy larga, este coche cabeceaba en exceso a su paso por los puntos más castigados de la línea, lo que motivó que pronto fuera conocido entre sus usuarios como «la góndola». Además, los extremos de su caja se abrían mucho respecto a la traza en las curvas más cerradas, por lo que llegaban a rozar con las casas. En consecuencia, debido a su deficiente adaptación a la línea, el tranvía de Mataró a Argentona desistió de poner en servicio la segunda unidad contratada en Gijón.

Pese a que el tranvía 35, reconvertido en el número 7, eludió el final de sus hermanos tras la clausura de las últimas líneas de Gijón en mayo de 1964, su vida activa no se prolongó mucho más. El 9 de octubre de 1965 una riada destruyó el paso del tranvía de Mataró a Argentona sobre la riera de Argentona, acontecimiento que precipitó la clausura del servicio y, con ella, el fin del último tranvía de Gijón en servicio.


 

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