martes, 22 de mayo de 2018

CUANDO LAS LOCOMOTORAS BEBÍAN

 
Recientemente se ha publicado un nuevo libro que aborda la temática ferroviaria desde un punto de vista hasta ahora inédito en nuestro país: el del camino que recorre el agua desde que es captada en la naturaleza hasta que se encuentra dispuesta para ser introducida en las calderas de las locomotoras de vapor.
Aguada rápida de columna (parachute wáter column), del ferrocarril de Lutxana a Mungia, fabricada en 1894 y actualmente en servicio en el Museo Vasco del Ferrocarril de EuskoTren. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
 
Bajo el sugerente título Cuando las locomotoras bebían, el Ingeniero de Caminos Canales y Puertos Jesús Hallado Arenales, con dilatada experiencia profesional en el mundo del ferrocarril, primero en la empresa constructora TECSA y más tarde en Feve y Adif, nos presenta en este interesante volumen de 225 páginas publicada por la editorial El sastre de los libros, con el apoyo del Museo del Ferrocarril de Asturias y de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles a través de su Museo del Ferrocarril de Madrid, la historia y evolución técnica de todos los elementos utilizados en el ferrocarril para poder alimentar de agua las calderas de las antiguas locomotoras de vapor.
Grúa hidráulica utilizada por la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Nacido en 1961, la actividad profesional del autor del libro no llegó a estar directamente ligada a la tracción vapor, pero si a uno de sus testimonios más presentes a lo largo de la red ferroviaria española: los depósitos, las grúas hidráulicas o los cubatos tan necesarios en el pasado para abastecer de agua a las locomotoras de vapor y de los que todavía se conservan numerosos ejemplares diseminados por todo el país. Como responsable de las infraestructuras de Feve, Jesús Hallado fue directo responsable de la recuperación y adecentamiento de muchos de estos elementos todavía presentes en numerosas estaciones de la red de ancho métrico del norte español, mudos testimonios de un pasado en el que las sedientas locomotoras se detenían a beber.
Toma de agua de la estación de Málzaga, en los Ferrocarriles Vascongados. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Cuando las locomotoras bebían es, ante todo, un trabajo realizado con vocación divulgadora, en el que se nos recuerda que durante más de un siglo el ferrocarril fue impulsado por un motor de agua, aprovechando las virtudes de este elemento cuando se encuentra en estado gaseoso. Sin embargo, antes de convertir el agua en gas es preciso que llegue a la caldera.
Grúas hidráulicas construidas en Bilbao por Mariano de Corral. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Jesús Hallado presenta en su libro un recorrido inverso al que realiza el agua en su camino a la caldera. En los primeros capítulos describe los diversos sistemas de almacenamiento de este elemento en la propia locomotora, con las diferentes disposiciones de los ténderes, que tanto afectan a la propia fisonomía de la máquina: depósitos laterales, en el bastidor, en alforja, en albarda, ténderes remolcados, etc. Continúa con las instalaciones de abastecimiento de agua, el emplazamiento de las tomas, las aguadas rápidas, los poco conocidos sistemas de alimentación en marcha, que jamás se emplearon en nuestro país, o los elementos que constituyen una instalación de este tipo. Más adelante, se centra en la captación y transporte del agua y las instalaciones de almacenamiento, las de alimentación y los métodos para el tratamiento de las aguas. Por último, el autor nos presenta unas breves notas sobre la importancia de estas instalaciones en la arqueología ferroviaria y algunos ejemplos de recientes actuaciones en la materia.
Aguada construida por Talleres de Miravalles para la Compañía del Norte. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
En definitiva, Cuando las locomotoras bebían es una atractiva e inusual forma de acercar al lector al mundo de la tracción vapor, en el que se estudia el proceso que experimentaba el agua antes de convertirse en el gas que impulsaría el motor de la locomotora de vapor, en el que se reivindica la memoria de todas las instalaciones, muchas desaparecidas, pero otras muchas todavía presentes en nuestra red ferroviaria, instalaciones que deberían ser preservadas y conservadas al ser el mejor testimonio de los orígenes del ferrocarril.
La locomotora de vapor Aurrera, del Museo Vasco del Ferrocarril de EuskoTren, posa junto a la grúa hidráulica de Vidiago, durante los viajes especiales organizados con motivo del centenario del ferrocarril de Santander a Oviedo. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
 
Cuando las locomotoras bebían, se encuentra a la venta en las librerías especializadas y también puede adquirirse al conocido distribuidor de publicaciones ferroviarias Ramón Capín Roa, a través de su correo kioscoplaza@telecable.es
La locomotora "Mikado" 141-2111, reposta agua en la estación de Murcia. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi
 

5 comentarios:

  1. En las principales líneas de los ffcc ingleses y americanos había una especie de canales de agua de unos 500m de longitud entre los carriles, a determinados intervalos, que servían para captar agua en marcha mediante un tubo que descendía del ténder. ¿Alguna vez se usó esto en España?

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    1. No, en España no se utilizaron las denominadas "aguadas dinámicas". Al respecto puedes ver, en este mismo blog: http://historiastren.blogspot.com/2014/03/aguadas-dinamicas.html

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  2. Me gustaría saber de que manera abastecian a esos tanques de agua.

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