viernes, 23 de marzo de 2018

PUDO SER DE EIFFEL


Vista actual del puente internacional del Miño. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi

Como se señaló en la entrada anterior, el 17 de marzo de 1878 entró en servicio el ferrocarril entre Vigo y la estación de Guillarei, entonces bautizada como Tui. Desde este punto debía partir el ramal que permitiría la conexión con la frontera portuguesa, tramo de escasa longitud, apenas seis kilómetros, pero de gran dificultad técnica y política, ya que el paso de la frontera internacional entre España y Portugal debía realizarse sobre las aguas del río Miño que, en esta zona, es particularmente ancho y caudaloso.

En principio se estudiaron tres posibles alternativas para el emplazamiento del puente internacional: el primero frente al convento de Ganfei hasta las inmediaciones de la desembocadura del río Louro, la segunda, conocida como Punta de la Raposeira, que exigía, además del propio puente, la perforación de un túnel de 285 metros, y la tercera, la que unía la zona del Poste Vermello en España con el Cais do Vapor en Portugal. Una vez valoradas estas tres alternativas, se organizó una Comisión Internacional en la que participaron, por parte española, los ingenieros José Montoso Rodríguez y Eusebio Page, mientras que por la portuguesa intervinieron Buenaventura José Vieira, Pedro Alves de Avelar Machado y José Bandeira Coelho de Melo. El resultado de sus trabajos se hizo público el 31 de julio de 1879, al determinar que el mejor punto para la travesía era el situado entre el Poste Vermello y el Cais do Vapor. Ese mismo año se procedió a la redacción del proyecto constructivo del puente, que sería diseñado por el ingeniero español Pelayo Mancebo.

El 21 de mayo de 1880, una vez se había determinado el punto por el que el tren debería cruzar la frontera, el gobierno español declaró de utilidad general el ferrocarril de Guillarei a Tui, al mismo tiempo que autorizaba al Ministerio de Fomento a «estipular con el gobierno portugués un convenio a fin de proceder de común acuerdo a la construcción del puente internacional sobre el Miño». Ambos países ratificaron, España el 7 de marzo y Portugal el 11 de mayo de 1881, los acuerdos para la construcción del puente internacional, que sería de dos niveles, el superior para el ferrocarril y el inferior para el paso de la carretera y los peatones. En consecuencia, se anunció la celebración en Lisboa, el 30 de julio del mismo año, del oportuno concurso público para la adjudicación de su construcción.

 Obras de construcción del puente internacional del Miño. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril


Al concurso celebrado en Lisboa para la construcción del puente internacional del Miño se presentaron un total de diez proponentes, entre los que se encontraba el propio Gustave Eiffel, aunque la obra fue finalmente adjudicada, el 2 de diciembre de 1881, a la empresa belga Braine le Conte, por un importe total de 205.766.000 reis. Ese mismo mes se iniciaron los primeros trabajos de construcción, bajo la dirección del ingeniero portugués Augusto Luciano Saraiva de Carvalho.

Mientras se tramitaba la construcción del puente internacional, en España se convocó el oportuno concurso para adjudicar la concesión del trayecto ferroviario entre Guillarei y Tui, sección que fue otorgada, el 16 de agosto de 1880, a Ramón Aranaz y Luis Rouviere quienes a su vez traspasaron la concesión a la Compañía de los ferrocarriles de Medina a Zamora y de Orense a Vigo (MZOV) el 7 de diciembre del mismo año. Pese a la escasa longitud de este pequeño ramal, de poco más de 5 kilómetros, no se cumplieron los plazos previstos para la realización de las obras, por lo que el 15 de junio de 1882 el gobierno autorizó una primera prórroga de cinco meses. Finalmente, los trabajos quedaron concluidos en octubre de 1883, pero no se procedió a su inmediata puesta en servicio dado que no tenía demasiado interés mientras no se pudiera inaugurar el puente internacional sobre el Miño.

 Vista del puente internacional del Miño el día de su inauguración. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril


La conclusión de las obras del puente se demoró un año más, ya que no se finalizaron hasta el 10 de octubre de 1884. Pocos meses más tarde, los días 8 y 9 de enero de 1885, se verificaron las pruebas de carga de la estructura, lo que exigió el montaje de una vía provisional en el tablero inferior a fin de hacer pasar las pesadas locomotoras de vapor sobre la calzada de la futura carretera. Pese al resultado satisfactorio de los ensayos, todavía fue preciso que transcurriera más de un año hasta la definitiva inauguración del paso internacional entre Valença do Minho y Tui, ya que como consecuencia de una grave epidemia de cólera que asoló buena parte del territorio español, Portugal había decretado, como lógica medida de prevención sanitaria, el cierre de sus fronteras. Finalmente, el 25 de marzo de 1886 se abrió al tráfico, tanto ferroviario como de carretera, el puente internacional del Miño.

 

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