lunes, 23 de septiembre de 2019

160 AÑOS DEL FERROCARRIL DE TERRASSA A MANRESA (II)



Fachada principal de la estación del ferrocarril de Barcelona a Zaragoza en la ciudad condal, el gran proyecto de José Manuel Planas Comte. Fotografía de Jean Laurent. Fototeca del Ministerio de Cultura

JOSÉ MANUEL PLANAS COMPTE

Si hay una persona clave en la génesis del ferrocarril de Barcelona a Zaragoza, ésta no es otra que el notario barcelonés José Manuel Planas Compte, decidido impulsor del proyecto y presidente de la empresa que construyó esta notable vía férrea.

José Manuel Planas Compte era hijo de un médico militar que por circunstancias de la guerra contra los revolucionarios franceses se encontraba con su familia en Sant Feliu de Guixols, localidad gerundense en la que vino al mundo el 1 de noviembre de 1794. Aunque su padre quiso encaminar los estudios de su vástago hacia la medicina, desde joven comenzó a colaborar en el gabinete de un notario barcelonés, profesión por la que finalmente optó. Sin embargo, dada la situación política del momento, sus estudios se vieron interrumpidos en numerosas ocasiones. Con 17 años tomó parte destacada en la defensa de Tarragona frente a la invasión napoleónica y más tarde cayó prisionero de los franceses, que lo confinaron en el campo de prisioneros de Lisieux (Baja Normandía). En 1814 logró huir de su cautiverio y, tras unirse a las tropas aliadas, participó en 1815 en la toma de París que supuso el fin de Napoleón.

Tras regresar a Barcelona, el 22 de marzo de 1819 José Manuel Planas obtuvo finalmente el título de Notario público Real, Colegiado de número de Barcelona y Escribano de la Real Audiencia. Un año más tarde también fue nombrado Escribano de la Comandancia de Marina de la capital catalana.

De espíritu liberal y defensor de la constitución de 1812, José María Planas participó activamente en la vida política del trienio liberal de 1820 a 1823. Sin embargo, tras la intervención francesa y el retorno del absolutismo de Fernando VII, fue represaliado, desposeído de sus cargos y desterrado a Madrid y, aunque en 1826 fue restituido, en 1831 volvió a ser deportado, en esta ocasión a Vic.

Tras la muerte del rey tirano y el estallido de la Primera Guerra Carlista, José Manuel Planas Compte participó activamente en el conflicto bélico en el bando gubernamental y alcanzó el grado de comandante, destacándose en varias acciones bélicas que le hicieron acreedor de diversas condecoraciones. Posteriormente, una vez finalizada la guerra, regresó a su notaría, donde fue testigo privilegiado del rápido desarrollo económico e industrial que vivió Barcelona en aquellos años, con la constitución de numerosas empresas, incluidas las primeras dedicadas a un nuevo medio de transporte: el ferrocarril.

En 1846 José Manuel Planas fue elegido Diputado a Cortes y cuatro años más tarde, Diputado provincial. En aquella época, tras la inauguración del ferrocarril de Madrid a Aranjuez, se había emprendido su prolongación hacia Alacant, lo que hizo que pronto se propagara en Barcelona el temor a que el puerto levantino pudiera arrebatar a la ciudad condal buena parte de su pujante comercio marítimo. Para conjurar este peligro, José Manuel Planas comprendió que resultaba fundamental construir un ferrocarril que enlazase Barcelona con la capital de España y, en consecuencia, el 8 de mayo de 1852 propuso a la Diputación impulsar su construcción. Aunque su iniciativa obtuvo una gran acogida en los círculos políticos y empresariales, el gobierno central se opuso a otorgar la concesión a una institución pública.

Pese a este revés inicial, José Manuel Planas siguió centrado en su proyecto de ferrocarril a Madrid. Dado que, finalmente, la sección de Madrid a Zaragoza fue concedida al conde de Morny, vinculado a la futura Compañía de los ferrocarril de Madrid a Zaragoza y Alicante, su objetivo fue, desde entonces, buscar el enlace con la capital aragonesa, promoviendo para ello la formación de la empresa del ferrocarril de Barcelona a Zaragoza, sociedad que obtuvo la preceptiva concesión gubernamental el 30 de noviembre de 1852.

Desde su puesto de presidente de la Compañía del Ferro-Carril de Barcelona a Zaragoza, José Manuel Planas dirigió todo el proceso de construcción de esta línea, siendo sin duda su principal impulsor. Desde la constitución de la empresa se mantuvo en la presidencia hasta 1861, momento en que, tras la conclusión de las obras, optó por pasar a un segundo plano, manteniéndose hasta su muerte, el 2 de febrero de 1874, como vocal en el Consejo de Administración. 

 


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