viernes, 2 de noviembre de 2018

LA LÍNEA 3 DE METRO DE BILBAO: MÁS DE 135 AÑOS DE HISTORIA (VIII)


La primera estación del ferrocarril de Bilbao a Las Arenas se encontraba situada en los antiguos terrenos del convento de San Agustín, junto a la actual casa consistorial de Bilbao. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

EL TREN DE LA ESPERANZA

La vida económica del tren de Bilbao a Las Arenas, desde su inauguración en 1887, se vio complicada por la dura competencia que ofrecía el tranvía de Bilbao a Algorta, más lento que sus trenes de vapor al ser impulsado por caballos, pero que ofrecía la ventaja de llegar hasta el corazón de Bilbao, la iglesia de San Nicolás, mientras que el tren iniciaba su recorrido en la estación de San Agustín, tras el actual Ayuntamiento, un lugar entonces considerado muy alejado del centro de la ciudad.
El nuevo ramal a la céntrica calle de La Esperanza, tenía su origen en la estación de Matiko. Fotografía de Jordi Valero

La situación financiera del tren de Las Arenas se complicó aún más a partir de 1896, ya que los tranvías de caballos fueron reemplazados por la última novedad tecnológica del momento: el tranvía eléctrico. Ante la inminente ruina, en 1899 sus accionistas decidieron vender la empresa a la poderosa Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao, sociedad que un año más tarde también adquirió el ferrocarril de Las Arenas a Plentzia.
Fachada de la nueva estación de la calle de La Esperanza, bautizada como Bilbao-Aduana. Fotografía de Juan Bautista Cabrera. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Para poder competir con el tranvía en igualdad de condiciones, los nuevos rectores de la línea decidieron construir un ramal que llegase hasta la bilbaína calle de La Esperanza, al igual que el tranvía, junto a San Nicolás. La vía partía de Matiko, lo que exigió establecer una estación de enlace en este punto, ya que el antiguo acceso a San Agustín se mantendría para los trenes de mercancías, dado que el nuevo ramal sería exclusivamente para viajeros. Sus 1.280 metros de longitud, construidos en túnel en su práctica totalidad, entraron en servicio el 1 de julio de 1904. Como estación, se rehabilitó el antiguo edificio de la aduana, por lo que la nueva terminal recibió el nombre de Bilbao-Aduana.
Vista de los andenes de la estación de Bilbao-Aduana. Fotografía de Eduardo González Iturritxa


 

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