viernes, 8 de diciembre de 2023

CASI 175 AÑOS DE FERROCARRILES DE VÍA ESTRECHA (II)

 

Retrato de Pablo Alzola. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

PABLO ALZOLA MINONDO

A finales del siglo XIX, la construcción del gran corredor ferroviario del Cantábrico en vía estrecha generó una gran polémica entre ingenieros y empresarios. Como se ha señalado, entre los grandes defensores del ancho métrico se encontraba el ingeniero Adolfo Ibarreta, mientras que el más destacado de sus detractores fue su colega Pablo de Alzola.

Curiosamente, en el currículum de Ibarreta figuran muchos más kilómetros de ferrocarriles de ancho normal construidos en España, pero también en Portugal e Italia, que de de vía estrecha, en concreto, tan solo tres líneas, aunque de gran relevancia histórica; las de Bilbao a Durango, de Durango a Zumárraga y de Bilbao a Las Arenas. Por el contrario, el gran defensor de la vía ancha solo construyó un ferrocarril en ancho normal español, la pequeña línea de  Bilbao a Portugalete, mientras que en vía estrecha realizó el tren minero de la Orconera y la línea de Amorebieta a Gernika.

Natural de San Sebastián, donde vino al mundo en el seno de una familia de comerciantes el 17 de junio de 1841, Pablo Alzola estudió en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid. Una vez cursada la carrera, sus primeras experiencias profesionales se desarrollaron en Andalucía, donde participó en la construcción del puente sobre el río Guadalhorce (Málaga) en 1869 y posteriormente en la mejora de las carreteras de Cádiz y Almería.

Pocos años más tarde Pablo de Alzola se trasladó a Bilbao, donde de inmediato estableció una buena red de contactos con la burguesía local. En 1872 realizó el proyecto de construcción del ferrocarril minero de La Orconera Iron Ore, y cuatro años más tarde participó en la redacción del plan de ensanche de la capital vizcaína junto al arquitecto Severino Achucarro y el ingeniero Ernesto Hoffmeyer.

Tras su nombramiento como alcalde de Bilbao en 1877, Pablo de Alzola emprendió una larga carrera política, primero de la mano del partido liberal y, a partir de 1894, en el bando conservador, tras la ruptura de buena parte del capitalismo vizcaíno con Sagasta por la cuestión arancelaria. Entre 1886 y 1890 fue presidente de la Diputación de Vizcaya y en 1900 fue nombrado Director General de Obras Públicas durante el gobierno de Silvela. Un año más tarde fue elegido Diputado a Cortes por Boltaña (Huesca) y entre 1907 y 1909 Senador por Vizcaya.

Pablo de Alzola participó en numerosas actividades vinculadas al ferrocarril. Además de los ya mencionados de la Orconera y de Amorebieta a Guernica, redactó el primer proyecto para el establecimiento de tren de vía estrecha en el valle del Urola y también estudió la construcción de una línea de vía ancha desde Santander hasta Bilbao y San Sebastián, que nunca llegó a materializarse. También fue vocal de los consejos de administración de diversas empresas, entre las que destaca Altos Hornos de Vizcaya, y presidió la Liga Vizcaína de Productores.

Junto a su labor técnica y política, Pablo de Alzola colaboró con numerosas publicaciones de la época, entre las que sin duda destacan sus encendidos artículos en la Revista de Obras Públicas en favor de la vía ancha, con los que defendía sus propios intereses como autor del proyecto de ferrocarril de Santander a Bilbao y San Sebastián, incompatible con la red de vía métrica que comenzaba a tejerse en ese momento en el Cantábrico. Además, escribió varios libros, en su mayoría relativos a las obras públicas, entre los que destacan los siguientes títulos: 

-        Ferrocarriles de vía ancha y de vía estrecha (1885)

-        Cálculo de puentes metálicos (1888)

-        El arte industrial en España (1896)

-        Monografía de los caminos y ferrocarriles de Vizcaya (1898)

-        Las obras públicas en España (1899)

-        Nuestra reforma arancelaria (1905)

Pablo Alzola falleció en Bilbao el 25 de octubre de 1911. 


 

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