miércoles, 30 de junio de 2021

LA COMPAÑÍA DEL TRANVÍA ELÉCTRICO DE SAN SEBASTIÁN A TOLOSA, ADIÓS A 110 AÑOS DE SERVICIO PÚBLICO

Inauguración del tranvía de San Sebastián a Tolosa en Andoain. Año 1911. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

Esta noche del 30 de junio de 2021 se pondrá punto final a 110 años de historia del transporte público entre la antigua capital foral de Gipuzkoa, Tolosa, y la actual, Donostia. Mañana, un nuevo operador, TBH, integrado por las empresas Transitia y Alsa, tomará el relevo a la Compañía del Tranvía Eléctrico de San Sebastián a Tolosa, sociedad que el 16 de agosto de 1911 inauguró sus primeros servicios entre San Sebastián y Andoain, para prolongarlos un año más tarde, el 27 de agosto de 1912 hasta Tolosa.

El tranvía de San Sebastián a Tolosa transcurría a lo largo de la carretera nacional 1. Fotografía de Indalecio Ojanguren. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril


Los orígenes del tranvía de San Sebastián a Tolosa se remontan al año 1899, cuando el empresario Leonardo Alberto Monigatti solicitó al gobierno la concesión de un tranvía eléctrico en este trayecto. Una vez realizados los correspondientes trámites y tras la oportuna subasta, el 15 de febrero de 1902 obtuvo la preceptiva concesión administrativa, por un periodo de sesenta años. Al tranvía, con 25 kilómetros de recorrido, se le auguraba un buen porvenir en función de los numerosos establecimientos industriales que jalonaban su recorrido, fundamentalmente manufacturas textiles y papeleras. El plazo para dar comienzo a las obras se iniciaba el 28 de mayo de 1902 y la inauguración de la línea debería efectuarse tres años después.

Tranvía de San Sebastián a Tolosa fotografiado en las proximidades de Lasarte. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

Lo cierto es que las obras no pudieron acometerse en los plazos previstos. Para su construcción se creó en Donostia, el 27 de agosto de 1904, la Compañía del Tranvía Eléctrico de San Sebastián a Tolosa, sociedad inscrita en el Registro Mercantil de Gipuzkoa el 12 de septiembre siguiente. De acuerdo con la Real Orden del 27 de septiembre del mismo año, el 8 de noviembre se formalizó la transferencia a la nueva compañía de la concesión otorgada en 1902 a Leonardo Alberto Monigatti. Sin embargo, el capital no acudió como los promotores habían previsto y las obras continuaban sin iniciarse, siendo necesarias sendas prórrogas de dos años, materializadas el 17 de marzo de 1905 y el 9 de octubre de 1907. Incoado en noviembre de 1909 un expediente .de caducidad de la concesión, la compañía pagó una nueva fianza del 5%.

Tranvía de mercancías de la Compañía del Tranvía Eléctrico de San Sebastián a Tolosa fotografiado en el puerto de Pasaia. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

Finalmente, tras la toma de control de la empresa por parte de una sociedad belga, y bajo la dirección del ingeniero Alfonso Bastenier, se pudieron iniciar las obras, encomendadas al contratista Salvador de Azua, en el verano de 1910. El 2 de marzo de 1911 se emprendió en Andoain, un punto equidistante de ambos extremos de la línea, la construcción de las cocheras, talleres y central eléctrica. Tras la inauguración de la línea, la empresa belga explotó el tranvía, con el que ofrecía, tanto el clásico servicio de viajeros, como un importante transporte de mercancías, que permitió comunicar las fábricas existentes a lo largo del valle del río Oria con los puertos de Donostia y Pasaia.

Cocheras del tranvía de Tolosa en Andoain, ocupadas por el ejército rebelde durante la Guerra Civil. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

Finalizada la Guerra Civil, el accionariado de la Compañía del Tranvía Eléctrico de San Sebastián a Tolosa pasó a manos del grupo Escoriaza, con intereses en otras empresas de transporte público como las de Zaragoza y Cádiz, así como en el fabricante de vehículos ferroviarios Material Móvil y Construcciones de Zaragoza, los antiguos Talleres de Carde y Escoriaza. Los nuevos gestores mejoraron el servicio con coches traídos de Zaragoza, mientras procedían a montar las instalaciones de un nuevo servicio de trolebuses con el que decidieron reemplazar los tranvías, establecidos en vía única a lo largo de la carretera nacional 1 que, cada día, registraba mayor tráfico.

Mientras se montaba el servicio de trolebuses, el grupo Escoriaza mejoró el servicio del tranvía con nuevas unidades procedentes de Zaragoza. Fotografía de G. Masino. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

La sustitución de los tranvías por trolebuses se realizó en tres fases, la primera, entre Tolosa y Andoain, entró en servicio el 14 de junio de 1948. Le siguió el tramo de Andoain a Lasarte, operativo desde el 21 de septiembre de 1949, y, finalmente, el de Lasarte hasta Donostia, completado el 2 de julio de 1950. Además, el 8 de octubre de 1951 se estableció un servicio de trolecamiones para el transporte de piedra desde las canteras de Bazkardo, en Andoain, hasta la fábrica de Cementos Rezola en Andoain. Toda la línea contaba con doble vía excepto el tramo Andoaín-Tolosa, donde no fue instalada hasta 1958, contando el nuevo tramo bifilar con suspensión elástica K+M. Para la alimentación eléctrica se establecieron subestaciones en Añorga, Lasarte (cocheras), Andoaín y Tolosa. En Lasarte se construyeron nuevos talleres y cocheras en sustitución de los del tranvía situados en Andoaín.

El tranvía fue sustituido por trolebuses y trolecamiones. Fotografía de Trevor Rowe. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

TSST decidió la sustitución de los trolebuses por autobuses en 1968, circulando el último trolebús el 10 de julio de dicho año. Durante más de cinco años se mantuvo en pie la electrificación y las subestaciones en espera de la definitiva autorización del cambio de sistema que finalmente llegaría en 1975. Desde entonces, y hasta el 30 de junio de 2021, los autobuses de la Compañía del Tranvía Eléctrico de San Sebastián a Tolosa han asegurado la movilidad de las poblaciones que jalonan su recorrido. 

El autobús AEC.Barreiros N.º 24 fue cedido por la Compañía del Tranvía Eléctrico de San Sebastián a Tolosa al Museo Vasco del Ferrocarril de Euskotren

Solo queda agradecer a los profesionales que han garantizado la movilidad entre Tolosa y Donostia el gran servicio que han prestado a la ciudadanía durante estos 110 años de historia.

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