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sábado, 13 de septiembre de 2014

EL MOTOR DE COMBUSTIÓN INTERNA EN LA VÍA ESTRECHA ESPAÑOLA (III)

Remolque de automotor diésel MAN en la estación de Gernika. Fotografía de José Antonio Tartajo

Nuevas incorporaciones

Los diferentes lotes de material móvil adquiridos con cargo al Plan de Ayuda y Mejora resultaron insuficientes para la completa modernización de los servicios de tracción de las diversas líneas españolas de vía estrecha. Por ello, a mediados de los años sesenta, las empresas más solventes lograron el apoyo estatal para obtener diversos préstamos otorgados por el Banco de Crédito a la Construcción, con el fin de poder contratar nuevos lotes de locomotoras y automotores que permitieran la definitiva sustitución de la tracción vapor.
Las locomotoras Alsthom del ferrocarril de Tajuña fueron vendidas de ocasión, en los años setenta, a los ferrocarriles portugueses. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi

Gracias al acuerdo existente entre las diversas empresas concesionarias y a la experiencia previa obtenida con los vehículos contratados a partir del Plan de Ayuda y Mejora se optó por contratar versiones actualizadas de aquellos que habían ofrecido mejores resultados, en concreto, automotores construidos por MAN, que a su vez eran una evolución de los Ferrostaal, y nuevas locomotoras Alsthom que ofrecían un ligero incremento de potencia con respecto a las de 1953. Asimismo, en esta ocasión se prestó especial atención a la modernización del servicio de maniobras, con la adquisición de un importante lote de máquinas suministradas por la Sociedad Española de Construcción Naval.
Construcción de automotores MAN en los talleres de Material Móvil y Construcciones de Zaragoza. Archivo Histórico de la Diputación Provincial de Zaragoza

El constructor alemán MAN suministró, en colaboración con las empresas españolas Material Móvil y Construcciones y Euskalduna, un total de 88 automotores repartidos entre los Ferrocarriles Catalanes, Económicos de Asturias, Vasco-Asturiano, Cantábrico y la propia Feve. Por lo que respecta a las locomotoras, en esta ocasión fueron íntegramente construidas por Alsthom en sus factorías de Belfort y Tarbes (Francia). De ellas, 17 unidades, se repartieron entre las mismas empresas que habían adquirido los automotores, mientras que otras cinco fueron contratadas por el Ferrocarril del Tajuña.
Tractor de maniobras Yorkshire/Rolls Royce/Naval del ferrocarril de La Robla. Fotografía de Xavier Santamaría. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Para el servicio de maniobras se seleccionó un modelo propuesto por la Sociedad Española de Construcción Naval, realizado bajo licencia de la británica Yorkshire y dotado de motor diesel Rolls Royce. En total se construyeron 28 locomotoras repartidas entre Feve, el Vasco-Asturiano, Económicos de Asturias, el Ferrocarril del Cantábrico, Ferrocarriles Catalanes y Robla, aunque las ocho unidades adquiridas por esta última empresa diferían ligeramente de los restantes al disponer de mayor potencia gracias a la aplicación de un turbocompresor.
Una locomotora General Eléctric de Robla, estacionada junto a una Creusot/Naval. Fotografía de Javier Aranguren Castro. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

A diferencia de las restantes compañías concesionarias, el Ferrocarril de la Robla optó para la modernización de su parque motor por la adquisición de diez locomotoras del modelo U-10B de General Electric, al considerar insuficientes las prestaciones de las locomotoras Alsthom. Estas unidades supusieron la primera incursión de la tecnología diesel norteamericana en la vía estrecha española, donde únicamente se contaba con vehículos de esta procedencia en el singular Ferrocarril de Langreo, empresa que había adquirido de ocasión algunas locomotoras y automotores. La preferencia de los ferrocarriles de ancho inferior al normal por los productos de la industria europea, principalmente la francesa, no dejaba de contrastar con los programas de dieselización de Renfe, en la que predominaban los suministradores de Estados Unidos, Alco, General Electric y, más tarde, General Motors.
Locomotora GECo del ferrocarril de La Robla fotografiada en Mataporquera por Martin Dieterich. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril


1 comentario:

  1. El fruto de las colaboraciones y acuerdos mencionados dio su resultado en una importantisima pagina clave para la dieselizacion peninsular,con la entrada en servicio de un material que ya marcaria una epoca...Magnificas y emotivas imagenes,por supuesto...

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