El proceso se acelera
En contraste con el goteo de abandonos por parte de los antiguos concesionarios registrado entre 1941 y 1960, en los años sesenta este proceso experimentó una brusca aceleración. Sin duda, la progresiva recuperación de los transportes mecánicos por carretera, primero en el sector de las mercancías y pronto también en el de los viajeros, arrebató a las empresas ferroviarias de vía estrecha buena parte de sus tráficos, al tiempo que debían hacer frente al constante incremento de sus gastos, sobre todo en lo que respecta a la mano de obra, cuyos haberes aumentaba el gobierno por decreto, sin autorizar su justa compensación mediante la paralela modificación de las tarifas, en un intento de frenar la inflación económica. Así, si en los veinte años anteriores la Explotación de Ferrocarriles por el Estado había asumido poco más de 500 kilómetros de líneas, en los cinco años comprendidos entre 1961 y 1965 se vio obligada a rescatar más de 1.000 kilómetros, a los que habría que sumar otros 135 de nueva construcción en la línea de Ferrol a Gijón.
En
resumen, frente a una media anual de
A mediados de los años sesenta era inaplazable adoptar las medidas necesarias para reorganizar los servicios operados por la Explotación de Ferrocarriles por el Estado, pero, al igual que sucedió en 1941, en lugar de incorporar los ferrocarriles de vía estrecha a Renfe, se optó por mantener su segregación, con la constitución de una nueva empresa pública con idénticos fines, pero dedicada en exclusiva a la explotación de ferrocarriles de ancho inferior al normal español: Ferrocarriles de Vía Estrecha, más conocida por su acrónimo; Feve.
Cuando se constituyó Feve, el 23 de septiembre de 1965, la nueva empresa pública asumió la gestión de 2.112 kilómetros de vías férreas, repartidos en 23 pequeñas redes, sin conexión entre sí, y establecidos en cuatro anchos de vía diferentes. La mayoría de ellas contaban con instalaciones y equipos muy anticuados, donde la tracción vapor todavía mantenía un papel destacado y en las que la tracción eléctrica se limitaba a 396 kilómetros, pero en los que, además, se utilizaban hasta cuatro tensiones diferentes: 600, 1.200, 1.500 y 3.000 voltios en corriente continua.
La creación de Feve no impidió que muchas de las líneas asumidas por la nueva empresa pública desaparecieran. De hecho, tras confeccionar precipitadamente someros estudios de viabilidad, la mayoría fueron clausuradas pese a las protestas de las comarcas afectadas. En concreto, entre 1966 y 1971 se suprimieron 1.358 kilómetros.
1972, se precipita el final
Hasta 1972, las principales concesionarias de vía estrecha habían logrado capear el temporal y, de hecho, hasta entonces, la Explotación de Ferrocarriles por el Estado y Feve solamente habían asumido líneas de poca longitud, reducido tráfico y escasos rendimientos, con excepción de la gran línea de Fuente del Arco a Peñarroya y Puertollano, las operadas por la Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao o el activo “trenet” de València. Sin embargo, en este año las operadoras de la cornisa cantábrica, todas ellas afectadas por los mismos males, es decir, la proliferación de la competencia de la carretera, el incremento del gasto y la forzada contención de las tarifas, se vieron obligadas a renunciar a sus concesiones.
El proceso se inició el 6 de marzo de 1972, fecha en que la Compañía de los Ferrocarriles de La Robla, operadora de la línea de vía métrica más larga de Europa, abandonó su explotación, que fue asumida de inmediato por Feve. No había transcurrido un mes cuando el 4 de abril renunciaron a sus derechos los Ferrocarriles Económicos de Asturias, concesionarios de la línea de Oviedo a Llanes.
Otro ferrocarril
carbonero que, al igual que la de La Robla, se vio duramente afectado por la
pérdida de protagonismo de este combustible en el sector energético, la
Compañía Vasco-Asturiana, abandonó sus líneas el 15 de abril y el 1 de junio le
seguía el ferrocarril de Langreo a Gijón, también especializado en el transporte
de la hulla asturiana y que, curiosamente, contaba con ancho de vía similar al
internacional, de
Esta imparable oleada prosiguió el 24 de junio de 1972 con la incorporación de las líneas y ramales de los antiguos Ferrocarriles Vascongados, que enlazaba Bilbao con San Sebastián. Seis días más tarde, el 30 de junio, sucumbía el Ferrocarril del Cantábrico, concesionario de la línea de Santander a Llanes.
En
consecuencia, en tan solo seis meses la red de Feve se vio incrementada en
Ante esta avalancha resultaba imposible arbitrar los recursos necesarios para hacer frente a las necesidades más perentorias y, mucho menos, para realizar las numerosas inversiones de modernización y mejora que todas estas líneas precisaban tras largos años de descapitalización. La Memoria del ejercicio de 1973 era elocuente a la hora de describir con claridad la difícil situación que tuvo que afrontar Feve en esos momentos:
La situación
económica durante el ejercicio ha sido en ocasiones angustiosa, al no existir
en los Presupuestos del Estado, con destino a Feve, consignación suficiente
para cubrir el presupuesto aprobado para las atenciones del Ejercicio, cuya
insuficiencia de 1.121,7 millones de pesetas, que excedía sólo en 527,5
millones a la resultante del año anterior, correspondía, sin embargo, a una
situación que había pasado de
En los años siguientes, el ritmo de incorporaciones no fue tan intenso. El 29 de enero de 1973 se integró en Feve el popular «Topo», que enlazaba San Sebastián con Hendaia, y, un año más tarde, el 10 de enero de 1974, le tocó el turno al ferrocarril de Carreño, de Avilés a Aboño.
Finalmente,
en 1977, Feve se hizo cargo de tres redes ferroviarias caracterizadas por sus
importantes servicios de cercanías, aunque la primera de ellas también
registraba un destacado tráfico de mercancías. El 1 de enero se integraba en la
empresa pública la Compañía General de los Ferrocarriles Catalanes, con una red
de 141 kilómetros de vía métrica; el 20 de junio le llegaba el turno a los
Ferrocarriles de Barcelona a Sarriá y Cataluña, de ancho internacional y
En
resumen, a finales de 1977, la red de Feve había alcanzado la extensión de
Líneas incorporadas a Feve entre
1972 y 1977 |
|
|||
Línea |
Compañía |
Kilómetros |
Fecha
incorporación |
|
León-Bilbao |
Fc. de la
Robla |
340 |
6 de marzo de 1972 |
|
Oviedo-Llanes |
Fc.
Económicos, S.A. |
118 |
4 de abril de 1972 |
|
San
Esteban de Pravia a Oviedo y Fuso a Collanzo |
Vasco
Asturiano |
104 |
15 de abril de 1972 |
|
Gijón a
Laviana y ramales |
Fc. de
Langreo |
60 |
12 de junio de 1972 |
|
Bilbao a
San Sebastián y ramales |
Fc.
Vascongados |
161 |
24 de junio de 1972 |
|
Santander
a Llanes |
Fc.
Cantábrico |
127 |
30 de junio de 1972 |
|
Santander
a Bilbao |
Feve |
188 |
30 de junio de 1972 |
|
Vegadeo
Luarca |
Feve |
58 |
6 septiembre 1972 |
|
San
Sebastián a Hendaya |
SEFT |
21 |
29 de enero de 1973 |
|
Gijón a
Avilés |
Fc.
Carreño |
27 |
10 de enero de 1974 |
|
Barcelona
a Manresa y ramales |
Fc.
Catalanes |
141 |
1 de enero de 1977 |
|
Barcelona
a Tarrasa y Sabadell |
Fc. de
Sarría y Cataluña |
59 |
20 de junio de 1977 |
|
Bilbao a
Plencia y ramales |
Fc. y
Transportes Suburbanos |
62 |
15 diciembre 1977 |
|
Fuente: FEVE, Memorias de los ejercicios 1972-1977. |
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Fantàstic, com sempre!
ResponderEliminarMuy interesante ha sido mi empresa y muy interesante mi trabajo,ingrese como especialista de estacione y trenes, ascendi a factor de expedicion de billetes luego a jefe de tren,despues a interventor en ruta posteriormente a interventor principal o jefe de interventores y luego en ferrocarriles de la Generalitad de Valenciana a Supervisor asta la juvilacion.Ha sido un honor y un orgullo pertenecer a esta familia ferroviaria en la que me siento identificado.
ResponderEliminarQué tiempos,creo que no se puede comentar mucho más,hablando desde el punto de vista aficionado,nostalgia que habla por sí sola en texto e imágenes,
ResponderEliminareran otras épocas...Personálmente,de todo el entramado y material ferroviario lo conocí ya bajo administración FEVE,pero,aún recuerdo,muy
a principios de la década de los 80 cómo algún automotor Man 2300 o algún vagón de viajeros aún conservaba en sus puertas de acceso la inscripción de "Económicos"...Eran épocas,como se puede comprobar en las imágenes,de grandes composiciones de material en cuanto al número de
vagones podría decirse,como muestra la primera imágen del mítico Correo
de La Robla,me llama la atención el gran número de vagones que remolca
la Brown Boveri,aún con aquella librea "ocre",en alguna ocasión,también he visto algun "Naval"en imágenes que también llevaba en su frontal ese ramo que lleva la locomotora a modo de adorno,¿quizá alguna conmemoración?,o la última imágen de la Alsthom con esa larga composición...Progresivamente ese número de vagones iría disminuyendo en
los mismos servicios,al menos,en las ocasiones en que los veía o viajaba en ellos,ya más adelante,principios-mediados de los 80,y no deja de
sorprenderme y agradarme el observarlos a través de imágenes...Eran otras épocas,otros tiempos,siempre emotivos...