Tomás Morell no perdió la oportunidad de
palear carbón en una locomotora de vapor cuando visitó el Museo Vasco del
Ferrocarril de Euskotren. Archivo de la familia Morell
TOMÁS MORELL
MARQUÉS
Tomás
Morell Marqués fue, sin duda, uno de los personajes clave en el renacimiento
del ferrocarril en la isla de Mallorca y en la recuperación del tren a Manacor.
Nacido en Sóller el 13 de febrero de 1945, era el mayor de cuatro hermanos y
desde su infancia, sintió un intenso interés por el ferrocarril, no en vano, su
villa natal cuenta con una de las líneas ferroviarias más interesantes del país
y uno de los pocos tranvías que sobrevivieron a la devastadora ola de
supresiones que vivió España en los años sesenta y setenta.
Tras
cursar sus estudios primarios en Sóller, prosiguió su formación en Palma de
Mallorca y, posteriormente, en Tarragona, ciudad en la que en 1972 obtuvo el
título de Ingeniero Industrial.
Finalizados
sus estudios, Tomás Morell regresó a Mallorca, donde trabajó durante 10 años
para la firma Pegaso. De este modo entró en contacto con los ferrocarriles de
la isla, dado que en las líneas de Feve operaban antiguos automotores Ferrostal
cuyos motores diésel originales Bussing estaban siendo reemplazados por los de
la marca del caballo alado. A raíz de esta relación técnica, cada vez más
estrecha, en 1981 fue contratado por la
empresa estatal como Jefe de Servicio de sus talleres en Palma de Mallorca.
Poco
a poco, gracias a sus grandes conocimientos técnicos y a su fuerte compromiso
con el servicio, Tomás Morell se fue convirtiendo en la cabeza visible del
ferrocarril en Mallorca. De este modo, cuando en 1994 se transfirieron las
líneas competencia de Feve al gobierno balear, Tomás Morell asumió
temporalmente la primera gerencia, hasta la constitución formal de la empresa
pública Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), en 1994.
Tomás
Morell asumió las máximas responsabilidades en una empresa que heredó una red
fuertemente descapitalizada y con buena parte de sus líneas fuera de servicio
por falta de adecuación de las infraestructuras y de material móvil para
atenderlo. Los primeros pasos bajo su dirección se encaminaron a la modernización
del servicio, con la compra de nuevos trenes diésel suministrados por CAF, con
los que se pudo reemplazar los viejos Ferrostal y Man, así como incrementar las
frecuencias de circulación.
Una
vez consolidado el servicio en la única línea operativa de los Serveis Ferroviaris
de Mallorca entre Palma e Inca, Tomás Morell impulsó decididamente la
reapertura de las líneas que se encontraban abandonadas, aunque nunca
formalmente clausuradas. El primer paso fue la recuperación del tramo de 17
kilómetros comprendido entre Inca, el empalme de Son Bordils y Sa Pobla,
abierto al público el 27 de diciembre de 2000. Una vez culminado este proyecto,
se emprendió la reconstrucción de la línea entre el Empalme y Manacor, obra
mucho más compleja que la anterior dado su mayor recorrido y, sobre todo, por
la necesidad de realizar una variante de trazado en Petra como consecuencia de
la desordenada expansión urbana de este municipio durante
el largo periodo en el que no circularon los trenes. Finalmente, este trayecto,
de 32 kilómetros, se pudo reinaugurar el 12 de mayo de 2003.
La rehabilitada estación de Manacor alberga un
museo dedicado a la figura de Tomás Morell. Fotografía de Juanjo Olaizola
Elordi
Tras
la recuperación de las líneas de Sa Pobla y Manacor, Tomás Morell siguió
impulsando nuevas empresas como la electrificación de la red, recientemente
concluida, o la reapertura de otros tramos fuera de servicio, proyectos que no
pudo materializar al sorprenderle la muerte el 29 de abril de 2004.
Tomás
Morell reunía la cualidad de ser, además de un técnico excepcional, un gran
aficionado al ferrocarril y de hecho, junto a Rafael Sierra Arbide, director
del vecino Ferrocarril de Sóller, fundó el 13 de marzo de 1989, la Asociación
de Amigos del Ferrocarril de Baleares. Además, cultivó otras muchas aficiones,
como el coleccionismo de pipas y las antigüedades. Tras su muerte, Serveis
Ferroviaris de Mallorca, en colaboración con los amigos del ferrocarril de la
isla, habilitaron en la antigua estación de Manacor un pequeño museo
ferroviario en su memoria.
Estimado Juanjo, quiero mostrarte mi agradecimiento por el recuerdo a nuestro entrañable Don Tomás, cuando se han cumplido 15 años de su repentina y sentida desaparación, por todos los ferroviarios y aficionados al tren en Mallorca. Sin duda, disfrutaría ver en lo que se ha convertido SFM en estos años desde la jubilación que hoy disfrutaría; también por desgracia nos dejó su compañero de fatigas Rafael Sierra, hace ahora una decena de años. Aprovecho para comentar que la foto de la estación incluida en el artículo corresponde concretamente a Inca. Un afectuoso abrazo.
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