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lunes, 27 de febrero de 2023

LOS TRANVÍAS DE GRANADA (y V)

 

Vista de la estación de Recogidas, del Metropolitano de Granada. A simple vista, y salvo en lo relativo a los andenes elevados, cumple plenamente con la definición de Metro de la RAE. Fotografía de Juanjo Olaizola

¿TRANVÍA O METRO?

El gran error que supuso la supresión de la red de tranvías y ferrocarriles secundarios de Granada se comenzó a subsanar a partir del 21 de septiembre de 2017, fecha en la que entró en servicio la primera línea del Metropolitano de Granada, una línea de 16 kilómetros que, en buena medida, recupera el gran eje de comunicaciones que un siglo antes había tejido TEGSA, al enlazar la capital, por una parte, con Maracena y Albolote, y, por otra, con Armilla.

Aunque la empresa operadora de este nuevo servicio de transporte público se denomina Metropolitano de Granada, ¿es en realidad un Metro? Si nos atenemos a la primera parte de la definición que ofrece el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, podría ser considerado como tal, ya que es un «ferrocarril eléctrico para el transporte de pasajeros, con capacidad para un gran volumen de tráfico». Sin embargo, sí se avanza un poco más en la lectura de esta definición, hay elementos que la nueva infraestructura granadina no cumple, sobre todo en lo que respecta a «derechos exclusivos sobre la vía, ausencia de cruces a nivel y andenes elevados».

Unidad del Metropolitano de Granada. Pese al nombre de la empresa operadora, a simple vista más parece un tranvía moderno que un metro. Fotografía de Juanjo Olaizola 

Ciertamente, la propia evolución de la tecnología ferroviaria ha dejado anticuada esta definición, sobre todo en lo relativo a los andenes elevados, innecesarios tras el desarrollo de los modernos vehículos de piso bajo integral. No obstante, salvo en su tramo central, que discurre a través de un túnel de 2,7 kilómetros y que incluye tres estaciones subterráneas, el resto del trazado transcurre en superficie, siempre en plataforma reservada, pero con numerosos cruces a nivel, es decir, como cualquier tranvía moderno del mundo. Además, los vehículos con los que se presta el servicio forman parte de la amplia familia Urbos del constructor vasco CAF, muy similares a los que circulan en redes tranviarias de los cinco continentes.

Vista de una unidad del Metropolitano de Granada a su paso por una calle peatonal de Armilla. La imagen está tomada en una de las cuatro secciones sin línea aérea de alimentación del Metropolitano, que sus tranvías superan gracias a acumuladores. Fotografía de María Mercedes García Fernández

En definitiva, el nuevo Metropolitano de Granada es más bien un tranvía moderno, con un pequeño tramo subterráneo asimilable a un metro, apenas el 17% del total de la red, y no un metro en el sentido más estricto del término. No obstante, esta clase de soluciones híbridas no son sino la demostración de la capacidad de los sistemas ferroviarios para adaptarse a las necesidades de cada entorno para ofrecer un transporte público los más eficiente posible a los ciudadanos, algo mucho más importante que las rígidas definiciones académicas.


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